Un buen edificio necesita buenos espacios comunes en su interior. Lo sabemos. Y también sabemos que el estudio de arquitectura OMA suele crear espacios de muy buen nivel arquitectónico. Además, cuando se trata de espacios de ocio como un hotel es mejor que sus interiores queden en manos creativas. Eso debieron pensar los propietarios del hotel Nhow, para sus restaurantes de Ámsterdam.
Se trata de un hotel muy singular, una moderna torre de 24 plantas de cristal y metal que se divide en tres volúmenes con base triangular. Una torre que fue hito en su inauguración en 2019. En su interior encontramos el hotel, que se distribuye por todo el edificio, y posee la friolera de 650 habitaciones.
Con tantas personas pernoctando en el hotel, es obvio que los espacios interiores tenían que ser igual de singulares que el propio edificio. Por ello, confiaron en el estudio de diseño con raíces españolas El Equipo Creativo, que fueron capaces de crear dos espectaculares espacios gourmet: Sonora Cocktail Bar y el restaurante Selva, ambos con diseño y ambientación latinoamericana.
El segundo espacio mentado se ubica en la planta 24, la cúspide del hotel, con las mejores vistas del inmueble. Tiene una generosísima superficie de 700 metros cuadrados y servicio para 137 comensales en un ambiente muy tropical, con formas orgánicas, colores alegres y vivos, y mucha naturaleza. Nada en él te hará sentir en la ciudad en la que te has instalado por unos días.
Los diseñadores tenían claro desde un inicio lo que querían: transformar el espacio inerte en su interior, y frío en su envolvente para que todos los sentidos se centrasen en el local y sus ofertas gastronómicas. Por supuesto, la mejor herramienta para alejarnos de la fría sensación de ciudad es la madera, así que se pusieron manos a la obra e incorporaron al local elementos de madera de distintas texturas y con formas libres y curvas, que se convierten en bancos o separadores.
Esto provoca una envidiable sensación de calidez, incrementada por la abundante vegetación y el hecho de no trazar rectas en los caminos. También destaca el techo, donde una estantería suspendida imita un río tropical vibrante con grupos de lámparas que circunscriben la iluminación.
Pero en una selva no podían faltar las referencias a flores, aves y frutas, elementos muy tropicales que, además, se suele representar con avidez en el arte latinoamericano. Estos motivos se reflejan en los azulejos de la cocina abierta y en la barra, elemento que reina con luz propia. Aunque si algo nos llama poderosamente la atención, es el pavimento continuo en tonos claros y con enormes lunares oscuros que parece representar rocas u hojas caídas.
A pocos metros, en la misma planta, encontramos el Sonora Cocktail Bar, que nos ofrece cócteles con un sabor inusualmente tropical.
Desde sus ventanales se visualiza la periferia de Ámsterdam, la ciudad con el mejor rascacielos del mundo. Estas vistas son las que hicieron que los diseñadores se centraran en la barra del bar, pues querían eclipsarlas para convertir a ésta en la protagonista principal.
Pensaron que para eclipsar lo mejor es brillar, y El Equipo Creativo revistió la barra con tonos dorados y plateados, siendo los primeros los reinantes tanto en las superficies horizontales, como la propia barra y el techo. Lo hicieron con tres formaciones orgánicas superpuestas, ondulantes de menor a mayor conforme se acercan a su final en altura, y con iluminación led circundando cada intercepción.
Por supuesto, este tono hacer referencia directa al famoso oro de América del Sur y, más concretamente, a la leyenda de El Dorado. Para que la barra se torne aún más en protagonista, desde el equipo hicieron algo más inteligente aún: rodearla de tonos opacos y misteriosos, elementos de tonalidad verde en distintos grados, más vegetación y algunos elementos que podríamos identificar con el mar o un pantano de aquella zona del Orbe.
Nacer, crecer y trasladar las ideas que se van gestando es parte del ciclo de todo profesional. Su deber principal es acomodar espacios, tanto al exterior como al interior, para las personas que los vayan a disfrutar. El hotel Nhow parece un buen lugar donde ir y sus locales de ocio parecen dignos de estar en cualquier lugar de Latinoamérica o de España. Lugares para disfrutar.
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