Así es el campus de Ellen DeGeneres para la conservación de gorilas
En Ruanda se inauguró hace un año un moderno campus para la preservación de los gorilas que lidera Ellen DeGeneres.
El entorno sostenible no se encuentra sólo en las ciudades. La humanidad, presa del pánico por el importante reto de la lucha contra el cambio climático, se centra habitualmente en las zonas más pobladas del orbe. Aquellas donde grandes masas de personas comparten un espacio. Así, ciudades, metrópolis o megalópolis son el centro de las miradas más eruditas de la comunidad internacional. Sin embargo, no son los únicos puntos donde se debe actuar.
En Ruanda, África, se inauguró el pasado año un campus muy especial. Uno que costó alrededor de los 13,4 millones de dólares, al cambio 12,66 de euros, y que se ha convertido en todo un ejemplo. No sólo de sostenibilidad, también de construcción responsable y de arquitectura de vanguardia en el que se fusionan todas las inquietudes posibles. Por cierto, su nombre es Campus Ellen DeGeneres del Dian Fossey Gorilla Fund.
El campus de Ellen DeGeneres
El Campus abarca las 5 hectáreas y fue inaugurado hace un año, en febrero de 2022, como un centro cuya dedicación más importante es la preservación ecológica y la educación en África. De hecho, los nombres que figuran en su titularidad dan idea de la motivación.
El primero, Dian Fossey, quien fuera la zoóloga más conocida del orbe y cuya dedicación la llevó a un triste final, aunque su legado sigue aún vigente. En segundo lugar Ellen DeGeneres, quien, a parte de actriz y presentadora de televisión es una fan del trabajo de Fossey.
Tres edificios diferenciados
En las cinco hectáreas del complejo, casi sin posibilidad de distinción desde el aire, se distribuyen tres edificios principales. El Centro de Investigación Sandy y Harold Price; la Galería de Conservación Cindy Broder; y el Centro Educativo Rob y Melani Walton.
Los edificios poseen todos cubiertas verdes y el resto del campus hasta 250.000 plantas nativas, convirtiéndose en un espectacular laboratorio viviente.
Detrás del proyecto hay todo un elenco de profesionales de la arquitectura. Son MASS Design Group, quienes además han creado una empresa constructora llamada MASS.Build para asegurarse su implicación plena en los proyectos. De hecho, este campus de Ellen DeGeneres es el primero que ejecuta y los resultados son (o están siendo) muy buenos. Además de un punto de referencia para su propio devenir.
Un proyecto de mujeres
En el año 2015 pusieron en marcha el diseño del proyecto, con las expertas manos de otra mujer: la directora de MASS Patricia Gruits. Ella, junto a la organización Dian Fossey, trazó las necesidades que iban a necesitar cubrir en este proyecto y que se han convertido en realidad. Creando un espacio para el aprendizaje de generaciones de jóvenes estudiantes y científicos ruandeses, así como innovar, aplicar y, no menos importante, enseñar.
Pero el Campus es un ente vivo que necesita sustento económico. Por ello, el ecoturismo también formó parte importante del mismo desde su inicio. Así, parte del centro posee una exposición sobre la historia de los gorilas desde la época de Fossey que incluye artefactos de investigación originales nunca antes vistos. También cuenta con una experiencia inmersiva de 360 grados y de realidad aumentada y virtual.
La construcción del campus de Ellen DeGeneres
Pero pasemos a la construcción, que emanó de un diseño plenamente inclusivo con el empleo de casi el 100 % de obra ruandés. De ellas el 23% fueron mujeres, unas 2.400 personas del país. Además, los edificios se inspiraron en la carpa que la propia Dian instaló en el bosque hace más de 50 años. Las construcciones aprovechan el terreno para fundirse en él, dejando su topografía lo más imperturbable posible.
Una idea genial fue la de aprovechar los volcanes circundantes para generar una serie de caminos conectados. Además, todos los edificios poseen zonas de reunión interiores y exteriores en formas circulares. Se inspiran en las fogatas del Centro de Investigación Karisoke, lo que vincula el pasado y el futuro de la investigación sobre los gorilas y la naturaleza del lugar.
La empresa Transsolar fue un invitado clave en la aplicación de estrategias de bajo consumo. Como el mayor aprovechamiento posible de las horas de sol y la creación de circuitos de ventilación naturales. Los edificios poseen marquesinas sobre gruesas paredes de piedra volcánica (extraída durante la fase de cimentación) y carpinterías transparentes de vidrio. Las piedras volcánicas se utilizaron también para los senderos del campus y para el revestimiento exterior de los edificios.
La importancia del paisajismo
Otro material del lugar es la madera de pino que protege los paramentos interiores al mismo tiempo que agrega calidez y textura. Los techos lucen imponentes e integradores. La madera continúa como elemento primordial en estanterías, mesas, sillas, atrios, etc. Las viviendas de los estudiantes poseen tejas de arcilla, siendo un elemento de práctico y de gran durabilidad.
La empresa TEN X TEN, expertos en paisajismo, pusieron su granito de arena (o volcánico) en el estudio y reforestación de la zona, una antigua parcela agrícola. Instaron a la generación de un bosque mixto, una zona de bambú, un bosque de hagenia y una pradera. Espacios todos de hábitat propio de los gorilas. Una parte importante es la recolección de agua de lluvia que se reutiliza para distintas tareas, entre ellas, la descarga de los inodoros.
Un proyecto que llama la atención
Además, las aguas residuales son tratadas de forma natural gracias a la construcción de una galería en la que se filtra y limpia el agua por gravedad, sin necesidad del uso de energía. Como elemento estructural principal y protector de posibles movimientos de tierra se utilizó el hormigón armado. El más conocido material de la construcción actual y el más versátil, con la mejor relación calidad/durabilidad.
El proyecto ya está llamando la atención internacional y, espero, los premios por la labor realizada no tardarán. Aunque el mayor premio es la conservación de una especie tan mítica como los gorilas. Estos han pasado de una previsión casi segura de extinción en los años 80, con una población a la baja de 250, a los 600 actuales, toda una demostración de colaboración mundial, encabezada por personas comprometidas con la causa.
