Foto de Bruce Davidson. Brooklyn Gang (couple necking in car) 1959.
El tiempo de vacaciones no tiene por qué ser ajeno a la cultura. Sin ir más lejos, la ibicenca Galería Tambien de Ibiza acoge hasta el próximo 30 de septiembre una exposición de fotos de lo más especial. Se llama Howard Greenberg Tambien y nace de la colaboración entre Jorge Fernández y Natalie Rich -de la galería- y la Howard Greenberg Gallery de Nueva York.
El marchante estadounidense ha puesto a disposición del dúo de galeristas su fondo fotográfico, uno de los más importantes del mundo, para que ellos seleccionen cuidadosamente las imágenes que componen la exposición. Así, Natalie y Jorge han seleccionado una amplia gama de fotografía documental del siglo XX en la que figuran los artistas más reconocidos, importante y populares de la historia.
De hecho, cada uno ha sido pionero de algún modo. Por el uso del color, la exploración de los lazos que unen pintura o fotografía, la mirada a los marginados de la sociedad o los encuadres improbables y arriesgados. Son fotografías de Henri Cartier-Bresson, William Klein, Mary Ellen Mark o Wim Wenders, entre otros.
Hablamos de una exposición de fotografía que marcará un hito para Ibiza y supone un punto de partida para que la isla se fortalezca como destino importante de exposiciones fotográficas. Situada en un lugar privilegiado como es Santa Gertrudis, escogido por Rich y Fernández por su carácter cosmopolita, las temáticas se mueven entre lo estético y lo emocional. Van de la nostalgia a la impertinencia, de la introspección al activismo, con gran protagonismo de la experimentación y el descubrimiento.
Al poner todas estas imágenes en relación en un mismo espacio pueden apreciarse nuevos lazos entre ellas, inspiraciones y ecos inesperados. Por ejemplo el velo de la chica que posa en la calle para Mary Ellen Mark recuerda al de la modelo que fuma un cigarrillo en la instantánea de William Klein. Los solitarios escaparates capturados por Frank Gohlke casi parecen versiones en blanco y negro de las instantáneas del Oeste americano tomadas por Wim Wenders.
Todas estas similitudes funcionan como hilo conductor a través del que recorrer la historia de la fotografía del siglo pasado. Una era marcada en gran medida por el trabajo que Howard Greenberg lleva realizando toda su vida. El de subrayar el trabajo de los grandes nombres y los pioneros, al mismo tiempo que rescataba a otros fotógrafos del olvido. Ahora, todos esos artistas redescubiertos por él ocupan un puesto de honor en la historia de la fotografía.
Los escenarios son múltiples: íntimos, interiores o confidenciales, pero también abiertos, públicos o vastos. Incluso pueden estar a caballo entre ambos mundos, como revelan las fotografías de Joel Meyerowitz. Así, la muestra nos invita a explorar la realidad, a reflexionar, a cuestionar nuestras percepciones, a imaginar otras narrativas, a sacar a la luz significados ocultos y sentimientos enterrados. Es una antología visual que nos incita a mirar el mundo de otra manera. El resultado es un acercamiento a la belleza, la poesía y la singularidad que se encuentran en las cosas más pequeñas.
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