Tras la pandemia, los hogares se han convertido en el centro de operaciones de nuestras vidas. En ellos descansamos, teletrabajamos y ahora, también, disfrutamos del ocio con nuestros amigos. Por ello, la decoración ha adquirido un papel protagonista. Esto queda más que patente en la 55 edición de Casa Decor, que tras la pandemia regresa con miles de propuestas para darle a nuestro hogar un toque especial sin perder vista el lujo y la sostenibilidad.
Para mostrar las propuestas de decoración en 2021, Casa Decor ha escogido una ubicación que representa a la perfección lo que es el evento. Se trata de la Casa de Tomás Allende, una construcción singular y única del estilo regionalista que diseñó el arquitecto Leonardo Rucabado hace más de 100 años. En su interior, dividido en diferentes apartamentos, nos encontramos cada una de las propuestas que los 54 profesionales de la decoración e interiorismo nos dan para nuestros hogares.
Entre todas ellas hay una que sorprende, que nos hace viajar, y nos abre las puertas de la Casa de Tomás Allende como lugar de encuentro entre amigos. Hablamos del espacio que ha diseñado Comad Arquitectos, con Beatriz y Teresa Enríquez Amo. En este caso, no se trata de una propuesta para decorar un hogar, sino un espacio en el que desarrollar fiestas o presentaciones.
Es la primera vez que Comad Arquitectos se suma a Casa Decor y lo hace de la mano de Dominio Fournier, un vino profundo, complejo y premium que nace de uvas cosechadas en la rivera del río Duero. Se enfrentaban al reto de crear una sala polivalente para presentar este producto de lujo, pero haciéndolo bajo la inspiración mexicana, que este año ha guiado a cada una de las propuestas de Casa Decor.
Para ello, Beatriz y Teresa Enríquez Amo han tomado la luz y color como ejes centrales de su propuesta. Un trabajo que han diseñado, pensado y ejecutado en tan solo un mes. El resultado es un oasis de vida en medio de la Casa de Tomás Allende, un espacio vivo y lleno de color que invita a la alegría, algo más necesario que nunca tras la pandemia.
El espacio de Comad Arquitectos está inspirado en México, pero en una persona en concreto, Luis Barragán, el famoso arquitecto mexicano que ganó el primerio Pritzker en 1980. Él era un mago de la luz, y Beatriz y Teresa han retomado esa idea colocando miles de paneles de metacrilato de colores que, al entrar la luz en la sala, crea un arco iris que inunda todo el espacio de una luz de colores. Un símil que han querido comparar con el color de las uvas que se emplean para la fabricación de los vinos de Dominio Fournier, y que funciona creando un espacio único.
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