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Bouquet de novia en una boda campestre. Fotografía VCFE. Son las cuatro de la mañana y Victoria Clausen y su equipo de 15 floristas descargan dos camiones con arreglos de flores en el hotel Four Seasons de Baltimore. En las siguientes siete horas trabajarán con flores, faroles y velas en cinco salones para la cerebración de una boda judío ortodoxa. Victoria Clausen apuesta por el color en el show Brides 2014. Fotografía VCFE. En los salones Cobalt se arma la chuppah (tienda nupcial) con velo blanco rematado con bouquets. En el frontis se instala una corrida de peonías coral y rosa, hortensias hueso y minirosas blush. A última hora se ponen orquídeas cymbidium blancas que dan la impresión de caer en cascadas. Dos imponentes arreglos se ponen al principio del pasillo por donde entrará la novia. Magnífica cena dispuesta con arreglos bajos y plumas. Fotografía VCFE. Le sigue el salón Índigo destinado a los caballeros con cigarreras, sillones de cuero capitoné y velas gruesas sobre bases doradas. Casi al frente, el salón Mica sirve como el bar de champagne y dulces destinado a las señoras. Una estructura de acrílico sirve de base para descolgar burbujas de cristal que se iluminarán con cápsulas de aceite. Pero también hay otro bar, un espacio amplio que permite la circulación y mira al puerto. Cada esquina tiene ramos con orquídeas, rosas y peonías. Centro de mesa de tulipanes, peonías, rosas y hortensias con destellos de oro y plata. Fotografía VCFE. En el Grand Ballroom se ponen cubiertos para 300 personas y entelan las paredes. Sobre las mesas se ponen floreros en oro y plata viejos, pero también cilindros de cristal de distintas alturas que dan un toque contemporáneo. Cada uno tiene un ramo de flores ligeramente distinto. Sobre la pista de baile se levanta un rejilla y de la que lloverán orquídeas. Impresionante arreglo sobre cilindros de cristal y agua. Fotografía VCFE. Éste es el nivel de profesionalidad de Victoria Clausen. Cada detalle es diseñado y ejecutado en su taller. El correcto transporte e instalación aseguran que el producto llegará intacto. Y si hay algo que corregir existen todas las herramientas necesarias para hacerlo en el lugar del evento. Su intención es que los invitados se sorprendan en cada rincón. Y tiene principios que no transa: “Los arreglos deben tener textura, profundidad y armonía, donde cada flor pueda lucirse”. En el Hotel Marriot, de los centros de mesa sobresalían delicadas orquídeas.Drcha: Detalle de una boda en el campo. Fotografía VCFE. Su lengua materna es el ruso, pero no puede hablar de flores en ese idioma. En 1997 salió de Dnipropetrovsk, Ucrania, en un bus hacia Polonia con una Green Card escondida entre sus pocas pertenencias. Ante la insistencia de sus amigos, había participado en la lotería por la que cada año Estados Unidos otorga la residencia permanente a 55.000 extranjeros. Fue la única elegida. Flores hasta en las servilletas en un matrimonio a mediodía. Fotografía VCFE. Tenía unos conocidos en Baltimore, que la recibieron en su casa por un mes. Queriendo ayudarla a encontrar un trabajo, le preguntaron qué era lo que más le gustaba. Las flores, contestó Victoria. Y sin ninguna noción de diseño floral, terminó sus peripecias en la florería de un gran hotel, donde la dueña le pidió hacer un bouquet. "¡Ah!, así que éste es el estilo europeo", se convenció la mujer, y la contrató. Tenía 21 años. Bouquet en tonos blancos y verdes para una novia campestre. Fotografía VCFE. La diletante ucraniana trabajó de 60 a 70 horas semanales mientras por las noches estudiaba inglés y administración (con el objetivo de terminar su carrera, iniciada en su país natal). Dos años después, fue contratada para poner las flores en un enlace matrimonial: sencillos ramos de violetas en mesa. Una pergola adornada con flores para la bendición de una boda. Fotografía VCFE. Gracias a aquel malentendido, Victoria descubrió su vocación y hoy es una diseñadora consagrada y de mucho prestigio en la ciudad. Su currículo incluye el diseño de las flores que decoraron un almuerzo en Washington, cuyos invitados principales eran el Príncipe Carlos de Inglaterra y la Duquesa de Cornwall. Primaveral arreglo de flores en candelabro de plata. Drcha: En la mesa con los nombres de los asistentes para el comedor, se colocó una urna con flores en tonos blanco, rosa y guinda. Fotografía VCFE. La diseñadora goza cuando le piden materializar una idea que se salga de lo corriente, pues eso le impulsa a ser creativa y arriesgarse con nuevas propuestas. Como cuando organizó un matrimonio inspirado en un zoológico, porque era el lugar donde los novios se habían conocido. Tonos blush rosa para un romántico ramo de novia rematado en encaje y broche. Fotografía VCFE. Son las 11 de la mañana y una luz blanquecina envuelve el puerto de Baltimore después de una noche de lluvias. Los invitados empiezan a llegar y los hombres recogen su kipá de una gran mesa con floreros en concha de perla. La última vela está encendida y Victoria y el equipo desaparecen. Flores en tonos blanco y rosa fueron los escogidos por los novios de esta boda. Fotografía VCFE. Victoria Clausen Floral Events Web: www.victoriaclausen.com Email: victoria@victoriaclausen.com Teléfono: +1+410-627-1906 Dirección: 211 Old Padonia Road, Suite 202, Cockeysville, MD 21030, Estado Unidos.

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