Este purificador de Dyson me ha ayudado a sobrevivir a la ola de calor
La firma asegura que es capaz de destruir el formaldehído, un gas contaminante presente en nuestras casas
Hace unos días recibí un email de mis amigos de Dyson… “Dani, queremos enviarte un salvavidas para el calor de este verano”. Dicho y hecho, en apenas un par de días tenía en casa la caja que incluía el nuevo modelo de purificador-ventilador que Dyson ha presentado para mantener el aire de casa limpio y fresco. Enviar esta máquina a las puertas de una potente ola de calor era toda una declaración de intenciones.
El Purifier Cool Formaldehyde -nombre sencillito- es un producto curioso. No se parece, ni de cerca, a un aire acondicionado, pero tampoco es un purificador que quiera competir con el resto de los que hay en el mercado. La firma inglesa ha abierto su propio hueco. Este modelo es una alternativa curiosa que apuesta por una tecnología de filtrado del aire capaz de destruir el formaldehído y un diseño sin aspas elegante y estiloso. Así ha sido mi experiencia.
Ingeniería del aire para purificar, refrescar y más
Dyson es la marca de ingeniería por excelencia en el panorama de los gadgets útiles. Desde potentísimos aspiradores, como mi super-fav el Gen5detect, hasta secadores y moldeadores para el pelo, sus productos utilizan el potente flujo de aire para hacernos la vida más fácil. Este nuevo aparato que invade un hueco de mi habitación es una demostración de lo que la firma es capaz de hacer.
Como purificador gana muchos puntos y es útil durante todo el año. Su sistema de filtros, colocado en la parte inferior de la máquina, es capaz de filtrar el polvo, alérgenos, bacterias y gases de la estancia en la que está colocado.
Utiliza un conjunto de filtros HEPA 13 combinados con carbono activo que promete capturar un 99,95% de las partículas, según Dyson. Y el sellado hermético de la máquina asegura que todo lo que entra no vuelve a salir. Estos filtros deben cambiarse cada 12 meses.
Pero quizá lo más interesante de este purificador de aire de Dyson es el sensor de formaldehído y el filtro catalítico que es capaz de descomponerlo en agua y CO2, destruyéndolo del ambiente. Si no habías oído hablar de esto nunca, déjame explicarte que es un gas contaminante presente en pinturas, barnices, productos de limpieza y aseo, juguetes, chimeneas… Dyson promete que mientras otras marcas solo lo atrapan, ellos lo destruyen para siempre. Este sistema no necesita de recambios.
A la hora de refrescar, la tecnología Air Multiplier de Dyson toma mucho protagonismo. Es capaz de sacar potencia suficiente para absorber contaminantes lejanos y repartir aire fresco por toda la estancia. Y aunque promete bajar la sensación térmica del ambiente, su función no es enfriar, por lo que puede quedarse un poco escaso en días y noches de muy altas temperaturas. Para eso el aire acondicionado siempre es mejor opción, aunque genere sequedad y malos olores. A potencia media es bastante silencioso, aunque a medida que subimos la intensidad resulta ruidoso y quizá algo molesto.
Sensores y tecnología para controlar tu casa
Bajo la magia de este purificador de Dyson se esconden una serie de sensores que monitorizan en tiempo real la calidad del aire. Sus mediciones pueden verse en la pequeña pantalla integrada de forma muy esquemática o a través de la aplicación. En ambos se pueden ver los datos en vivo, que son fáciles de interpretar a través de un código de colores.
Por ejemplo, al activar cualquier aerosol como el desodorante, los sensores reconocen el químico y nos alertan. Si tenemos activado el modo automático, los motores se ajustan automáticamente a la potencia adecuada para eliminarlos. En la pantalla podemos ver también la temperatura e índice de humedad de la habitación. Activando el modo nocturno la pantalla se oscurece y se ajusta la potencia para no molestarnos mientras dormimos.
La app My Dyson es un complemento interesante y bien diseñado. La configuración es muy sencilla a través del WiFi de casa y aporta información y controles muy útiles sobre el aparato, a los que se puede acceder desde cualquier lugar. Además, guarda un histórico que se pueden consultar sobre la calidad del aire general y de cada uno de los diferentes químicos en concreto. Si tienes un iPhone, puedes conectarlo con la app Casa y controlarlo con la voz a través de Siri.
Minimalismo que sienta bien en cualquier lugar
La estética es fundamental siempre que se habla de un gadget para el hogar. La línea de diseño de Dyson une funcionalidad con elegancia, estilo y minimalismo que encajan en cualquier rincón.
La construcción a base de plásticos brillantes de color blanco combina con la rejilla de color dorado que recubre los filtros en la zona inferior. La construcción se aprecia duradera, lo cual es un siempre relevante de cara a los próximos años.
El formato vertical sin aspas de este ventilador/purificador de aire de Dyson es un atributo de personalidad indudable. El hueco vacío en el centro es casi hipnótico, y desde luego mucho más seguro para niños y mascotas que los ventiladores tradicionales. En el conjunto general el tirar hacia arriba en vez de a los lados hace que ocupe relativamente poco espacio y pueda quedarse colocado en cualquier rincón.
En la base, un pequeño sistema se encarga de hacer oscilar el ventilador en 350º hacia un lado y al otro. Sirve para distribuir el aire por toda la habitación, en especial en aquellas que son grandes. Aunque puede personalizarse el rango que queremos que gire, no podemos elegir la dirección específica y a veces resulta un poco frustrante. En la parte superior se aloja magnéticamente un mando a distancia metálico que agrupa todas las funciones a golpe de clic.
El purificador de Dyson convence, pero no enamora
Esta máquina de Dyson es curiosa, porque gana muchos más puntos como purificador que como ventilador. Aunque quizá refrescando las estancias pueda quedarse un poco corto en estos calurosos días de verano, está siendo mi elección cada noche para descansar más a gusto sin los contras del aire acondicionado.
Y valoro muy positivamente la monitorización y limpieza constante del aire en mi habitación, además del mimo y cuidado que indudablemente han puesto al proceso de diseño.
Es útil y funcional, eso desde luego. Pero quizá le falte algo más para terminar enamorando. El ruido que genera a máxima potencia o el requerir la app para acceder a ciertas funcionalidades juega en su contra, pero en mi opinión no resulta determinante. Como siempre que hablamos de Dyson, habrá que pensar si los 599€ que cuesta este aparato compensan para nuestro uso y expectativas. Si cumple con ellos, es sin duda de lo mejor de su segmento.