Bentley pospone su electrificación total hasta 2035
El fabricante ha avanzado que habrá que esperar a 2026 para conocer su primer coche cien por cien eléctrico, un SUV urbano de lujo.
El mundo del motor mira con cautela su camino hacia la electrificación. La falta de infraestructuras sólidas hace que los compradores no terminen por decidirse por lo que los fabricantes amplían sus objetivos de electrificación más allá de 2030. De hecho, el fabricante británico Bentley ha presentado su nueva hoja de ruta, Beyond100+, posponiendo hasta 2035 su objetivo de vender únicamente coches eléctricos a partir de entonces.
Bentley trabaja en su primer coche de batería de lujo
Sin embargo, esto no quiere decir que lo abandone por completo, sino que ralentizará la marcha en su proceso de descarbonización para adaptarse a la demanda. Según ha destacado su consejero delegado, Frank-Steffen Walliser, sus objetivos podrían ser modificados en función de la demanda, ya que “algunas regiones” se están electrificando “más lentamente”.
De momento, ha avanzado que ya trabaja en su primer coche de batería que lanzará al mercado en 2026 y que será un “SUV urbano de lujo”, al que le seguirán varios lanzamientos de un modelo híbrido enchufable o totalmente eléctrico cada año durante la próxima década.
A día de hoy, el grupo vende los modelos Continental GT Coupé, Convertible y Flying Spur con un sistema de propulsión híbrido enchufable, tras el cese de la producción del emblemático motor W12 de Bentley tras de más de 20 años.
Mirada puesta en la sostenibilidad
Sin embargo, pese a que la empresa seguirá vendiendo híbridos, no abandona sus compromisos con la sostenibilidad pues ha dado pasos de gigante en la reinvención de las instalaciones de Crewe. Ha creado un centro líder en el sector, certificado como neutro en emisiones de carbono, y ahora se centra en la construcción de una “Dream Factory” para un futuro totalmente eléctrico.
Se trata de un centro de diseño de última generación, un taller de pintura y una línea de montaje, que transformará una planta de 85 años de antigüedad y así adaptarse a una nueva era en la que la electrificación es más que necesaria.