El Ferrari 250 GT Coupé de 1958 siempre ha gozado de una especial posición entre los seguidores de la marca. Entre otras cosas porque este vehículo forma parte de la icónica serie Ferrari 250. En ella se incluyeron varios modelos destacados de la década de los 50 y principios de los 60. Este coche en concreto fue diseñado por Pininfarina, la famosa casa de diseño italiana. Y de la fábrica de Ferrari en Maranello solo salieron 350 unidades.
Se trata de un coche muy seguido por los coleccionistas, que suelen estar muy atentos a cualquier oferta disponible. No es el más buscado, pero su adquisición siempre es una buena opción. No es de extrañar, por lo tanto, que cuando Christie’s anunció la subasta hace unas semanas de uno de sus modelos, los seguidores de la marca se pusieran a analizar los detalles del coche.
Concretamente, la casa de subastas anunció que el Ferrari 250 GT Coupé de 1958 que iba a sacar a subasta pertenecía a Angelina Jolie. Todo un reclamo que podría elevar las pujas por encima de los 1,2 millones de dólares en los que como máximo se suele colocar este coche en subastas de alta gama. La venta se iba a producir en París el próximo 20 de noviembre… pero Christie’s ha sacado esta pieza del catálogo.
El motivo ha sido el revuelo formado en foros de Internet donde los apasionados de la marca comenzaron a cuestionar algunos aspectos del coche. Sobre todo, que Angelina Jolie fuera realmente su propietaria. Así que se puso en marcha una investigación que ha revelado datos cuestionables sobre la pieza en venta.
Este Ferrari de color negro salió de Maranello pintado de blanco y ya participó en una subasta organizada por RM Sotheby’s en 2015. En los archivos públicos disponibles de la casa se afirma que su último propietario fue la casa Copley Motorcars, afincada en Boston. Cuestionada la propiedad de Angelina Jolie, desde Christie’s no encontraron evidencias gráficas ni documentos que demostraran que el coche es realmente de la actriz.
Según cuentan ellos mismos, ha sido el propio equipo de la actriz el que ha solicitado la retirada del Ferrari para «posicionarlo mejor para una venta futura». No es la primera vez que la actriz acude a una casa de subastas para vender alguno de sus objetos personales. De hecho, una de sus ventas más rentables fue un cuadro de Winston Churchill que le regaló Brad Pitt y que vendió en Christie’s por 11,5 millones de euros.
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