El BMW Serie 2 Gran Coupé es la apuesta de la marca bávara para desarrollar una berlina de estilo coupé, a caballo entre el Serie 1, del que utiliza su plataforma, y el BMW Serie 3. Tras el éxito de las carrocerías de 4 puertas en otros modelos de la gama, la firma no han querido desaprovechar la ocasión de llegar a un público joven, al que le encanta las carrocerías tipo hatchback, pero que busca algo más de espacio y confort.
BMW afirma que las versiones Gran Coupé dentro de sus gamas son todo un acierto. Prueba de ello son los más de 450.000 BMW que se han vendido en el mundo con una carrocería de estilo coupé, pero con cuatro puertas. Esta denominación empezó en la Serie 6, para llegar de forma progresiva la Serie 8, Serie 4 y a la Serie 2.
Comparte la plataforma del nuevo Serie 1 (FAAR), a la que está claro que le han podido sacar gran partido, creando una silueta de tres volúmenes, con motor transversal y tracción delantera. Sin embargo, puede que los más puristas y fans de la marca no estén del todo de acuerdo en que se haya perdido la tracción trasera en ambos modelos.
Su diseño no pasa desapercibido, y siendo en esta versión un M Performance, denota su carácter deportivo allí donde lo mires. En el frontal destacan los grandes faros con tecnología LED y un marco achatado, que da paso a una gran parrilla delantera que, además, es activa, mejorando así la refrigeración del motor en función de sus necesidades. También el paragolpes que dispone dos generosas entradas de aire en los laterales.
En la vista lateral destacan las cuatro puertas sin marco, algo típico de las carrocerías coupé, así como la línea de media cintura. Esta versión de serie equipa unas llantas M de 19”, calzadas con unos neumáticos en medidas 235/35/19, que dejan entrever el sistema de frenado, firmado para esta ocasión por M Performance.
En la zaga vemos una firma lumínica similar a la de su hermano mayor, el Serie 8 Gran Coupé, además de dos generosas salidas de escape a los lados del difusor trasero.
En el habitáculo encontramos un salpicadero que luce el diseño en V que ya hemos visto en otros modelos de la marca. Aquí es donde vemos que BMW hace muy bien las cosas, pues dentro de su segmento, el Serie 2 ofrece un ambiente premium con unos acabados excelentes y un nivel tecnológico a la última.
El cuadro de mandos esta representado en una pantalla de 10,25” (BMW Live cockpit) totalmente digitalizada que permite ver también el sistema de navegación, así como cambiar los colores en función del modo de conducción que hayamos escogido. En la parte más alta del salpicadero encontramos una segunda pantalla del mismo tamaño desde la que se controla todo el sistema de infoentretenimiento.
Aunque el funcionamiento de esta pantalla es 100% táctil, encontramos en la parte más baja de la consola el mando iDrive, siendo este uno de los mejores del mercado por su intuición a la hora de hacerlo funcionar y llegar de forma rápida a todas las funciones. Este sistema es compatible con Apple CarPlay y Android Auto. También cuenta con el reconocimiento de voz inteligente BMW Intelligent Personal Assistant, actualizaciones OTA, y posibilidad de apertura del coche mediante tarjeta o smartphone si quisiéramos crear varios usuarios para que lo utilizaran.
En la parte trasera encontramos lo que cabía esperar en una berlina, más espacio para los pasajeros. Las puertas tienen un tamaño razonable que permite el acceso a estas plazas de forma sencilla. Aquí podrían viajar tres personas, aunque como en la mayoría de estos coches, la plaza central no es ni mucho menos tan cómoda como las otras dos.
El maletero es una de las grandes bazas de esta berlina. En él encontramos 430 litros, o lo que es lo mismo, 50 litros más que en un Serie 1, y 50 menos que en un serie 3. Lo mismo ocurre con sus dimensiones, ya que es 20 centímetros más largor que el Serie 1, pero 20 centímetros más corto que el Serie 3. Podemos decir que este nuevo Serie 2 queda a caballo entre dos alternativas muy reñidas.
Bajo el capó encontramos un motor 2.0 Turbo que rinde 306CV, asociado a una transmisión Steptronic Sport de doble embrague y ocho velocidades. Para transmitir la potencia al asfalto, esta versión recurre al sistema de tracción integral xDrive de BMW para vehículos de motor transversal, o lo que es lo mismo, tracción delantera con el eje trasero conectable. Esta solución la comparte con sus dos máximos rivales, el Mercedes-AMG CLA35 y el Audi S3. Este sistema está basado en el uso de un embrague multidisco capaz de acoplar progresivamente el eje trasero, dotándole de un máximo del 50% del par. El eje delantero, actor principal, dispone de un diferencial de deslizamiento limitado de tipo Torsen.
Elementos como el control vectorial de par o el diferencial delantero con deslizamiento limitado están ahí para velar por la seguridad cuando quieres conducirlo. Eso sí, como cualquier BMW precedido de una M, es fácil encontrar la solución para pasar de conducirlo a pilotarlo y, la verdad, es que este Serie 2 se deja pilotar.
Esta berlina se siente ágil en conducción deportiva, pero no tanto como la misma versión en el Serie 1, la M135i. Con esto no queremos decir que el Serie 2 no sea divertido, porque lo es, y más todavía teniendo en cuenta que la marca ha trabajado mucho para poner a punto un chasis que evite el subviraje en toda medida. Esto también se consigue gracias al nuevo control de tracción ARB implantado en el eje delantero, lo que te lleva a querer jugar con la zaga y con el sistema de tracción xDrive, para permitir ligeros deslizamientos de la trasera de forma controlada, y enfatizar así su lado más gamberro. Sin embargo, es cierto que nos ha faltado un poco más de realismo en la conducción con respecto al Serie 1.
Este modelo cuenta con un tren de rodaje específico, barras estabilizadoras, y un sistema de suspensión deportiva M, Estos elementos garantizan en todo momento un aplomo y un guiado muy plano a la hora de afrontar las curvas más cerradas.
El motor y sus 400 Nm de par te dan mucho juego para estirarlo, lo que unido a unas transiciones de un cambio muy rápido te hacen ganar velocidad en la transición entre curvas. Todo ello, acompañado de un sonido ronco que en todo momento te hace recordar que llevas entre manos.
Es tanto deportivo como cómodo. De ahí, que en autovía o autopista sea lo que pretende ser una berlina confortable para hacer kilómetros y kilómetros, disfrutando de la esencia y del placer de conducir que todo BMW ofrece.
Hemos probado las versiones M135 i del Serie 1, Serie 2 y X2 y, sinceramente, quizás por el lado emocional nos decantaríamos por el Serie 1, ya que de los tres fue el que más nos cautivó en lo que a sensación de deportividad se refiere. Ahora bien, buscando más versatilidad, espacio y confort, entre el X2 y esta berlina, nos quedaríamos con esta última.
*Escrito por Miguel Ángel Solá.
*Agradecimientos: BMW España.
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