En bote pequeño buena confitura, pequeño pero matón, lobo con piel de cordero… Son muchas las frases hechas que le sientan como un guante al nuevo Volkswagen Polo GTI. Un utilitario atractivo por fuera y embaucador al volante, con 200 CV y muchas razones que tiene un precio de salida sobre los 25.000 euros. A buen entendedor pocas palabras bastan y es que esta prueba saca de dentro al conductor más tradicional, aquel que disfruta con los refranes que lo dicen todo.
Como sucede con las siglas GTI, tres palabras cargadas de sentimiento, emoción e historia del automovilismo. Una fórmula del éxito que ahora comprobamos en su variante más comprimida, la que exprime al máximo el nuevo Volkswagen Polo GTI. Como iremos descubriendo a lo largo de la prueba, el Polo GTI ha sido una de las mayores sorpresas del año. No es que esperáramos poco de un vehículo con legado propio pero, aún y así, ha conseguido sacarnos una sonrisa adolescente con su carácter desenfadado pero funcional. Sí, es deportivo pero también se puede usar día a día y ahora te explicamos el porqué.
Sus medidas de 4,06 metros de largo por 1,75 de ancho y 1,43 metros de alto responden a la tendencia del segmento hacia el crecimiento de cotas, del mismo modo que abandona la fabricación de la variante tres puertas. Su batalla de 2,54 metros ofrece una habitabilidad interior notable pero el maletero de 305 litros de capacidad es algo escaso. A cambio ganamos una rueda de repuesto que no está disponible en las variantes convencionales. Los centímetros de más se dejan notar en el interior, más amplio que su predecesor pero sin llegar a ser recomendable para 5 adultos.
En el apartado estético cabe decir que estamos ante un verdadero hothatch, pocos sabrán lo que llevamos entre manos. Los elementos decorativos rojos de la parrilla, pinzas de freno y emblemas combinan a la perfección con las molduras negras del parachoques o las enormes llantas Brescia de 18 pulgadas (opcional). La vista lateral se dirige rápidamente hacia el pequeño y gracioso alerón trasero en color negro. No levanta suspiros pero junto al difusor con doble salida de escape le da el toque racing sin caer en la obviedad.
La tapicería característica de esta versión nos da la bienvenida a un interior más digitalizado que nunca. La tela Clark y el freno de mano es lo único noventero que queda en el Polo GTI. La instrumentalización digital llega también al pequeño de la familia, con la pantalla central de 8 pulgadas y el cuadro de mandos personalizable. Navegar por su sistema de infotaintment es coser y cantar, además de la buenísima calidad de los gráficos y la conectividad máxima que permite tener tu iPhone o Android en pantalla.
Sorprende que un modelo de este nivel no lleve algunas soluciones o asistentes de conducción de serie como el detector de ángulo muerto (300 €), la cámara de visión trasera (280 €) o el cierre y arranque sin llave (370 €) entre otros extras. Cierto es que no son opciones caras pero… estamos ante un utilitario de más de 25.000 euros y rivales muy bien equipados. Por cierto, la pintura de nuestra unidad también es opcional.
El sector del automóvil vive tiempos convulsos y de cambio. Cuando nació el concepto GTI nada sabíamos del downsize y nos preocupaban poco las emisiones de los motores de mayor cilindrada. Con la obsesión por empequeñecer los propulsores también aparecieron los tricilíndricos y algunas opciones más o menos alabadas por los aficionados de toda la vida.
El Polo GTI huye de esta tendencia, dejando atrás el anterior 1.8 para calzarse un 2.0 TSI de 200 CV y 320 Nm de par máximo entre las 4.400 y 6.000 rpm. El incremento de potencia ha sido de solo 8 CV pero en su bastidor es donde se encuentran las mejoras claves sin desmerecer los 6,7 segundos de aceleración cero a 100 km/h. Todo ello con un consumo medio homologado de 5,9 litros a los cien kilómetros, alejado de los 7,4 litros que firmó durante nuestra prueba y que tampoco están nada mal teniendo en cuenta el uso.
El cambio DGS de siete velocidades asociado al motor no admite quejas en conducción normal pero es algo lento en momentos de exigencia. En ese caso es mejor hacer uso de las levas tras el volante, activar el modo Sport y disfrutar del margen de maniobra que te concede. Como habréis intuido, el nuevo Polo GTI cuenta con modos de conducción y gracias a su suspensión adaptativa estamos ante cambios notables. Al pulsar el botón situado en la consola central puedes modificar la respuesta del acelerador, el cambio y la dureza de los amortiguadores para convertir al utilitario comedido en un deportivo ágil y divertido con solo 1.079 kg en báscula.
Lejos de ser un coche urbanita -que también- este Polo se ha lucido en tramos revirados. Su paso por curva es fácil y confiado gracias al bloqueo electrónico del diferencial, una ayuda que nos convertirá en pilotos sin licencia. La dirección es directa pero peca de asistida en momentos donde las sensaciones se agradecen más que la comodidad. No se puede tener todo en esta vida y a cambio tienes un escape que suena de maravilla en el modo más deportivo, con petardeo incluido. La tecnología dota al Polo GTI de un aplomo digno de un compacto pero una presteza sorprendente por su peso y tamaño. Será cuestión de utilizar la cabeza y no ponernos en riesgo ya que si es por él, no tendremos fin.
Luxury News Motor.
Agradecimientos: Volkswagen España.
Fotografías: Miguel Ángel Solá.
El competitivo mundo de los smartphones tiene nuevos protagonistas desde hace un tiempo. Compañías que… Leer más
La octava edición de los Solidarity Xmas Tree ha terminado con un éxito rotundo. La… Leer más
Si hablamos de destinos de Navidad, París es, sin duda, uno de los imprescindibles. La… Leer más
Shein, el gigante asiático de la moda online, quiere acercarse a los productores locales y… Leer más
Las estaciones de energía portátil son una nueva revolución en el acceso a la electricidad… Leer más
Una nueva subasta ‘jurásica’ llega antes de la Navidad. En concreto, Christie´s pondrá a la… Leer más