Pocos momentos tan agradables como estar en el sofá de casa leyendo, viendo una serie o simplemente estando, sin más. Da igual lo que ocurra fuera, llueve o truene, estamos en nuestro sofá abrazados a nuestro cojín favorito y el mundo parece un lugar mucho más amable. Pero… ¿y si además de estar así de cómodos estuviéramos ahorrando en ese mismo instante? Te adelanto que es posible aunar esa sensación de confort y al mismo tiempo lograr que ahorremos algo de dinero. Hasta ahora los cojines eran una amalgama de algodón, licra e hilos pero la tecnología ha llegado a ese objeto tan tradicional y todo ha cambiado para siempre. La solución proviene de unos cojines térmicos de alta calidad y con un resultado asombroso. Hemos podido poner a prueba un cojín Stoov, modelo Ploov, y aún no lo hemos soltado ni hemos salido del sofá.
Stoov es una marca de origen holandés recién aterrizada en España. Es una empresa comprometida con el medio ambiente y cuyos productos presentan un diseño y un acabado muy cuidados. Han conseguido crear una serie de cojines, mantas e incluso almohadillas para mascotas capaces de transmitir un calor muy agradable. Estos cojines térmicos nos proporcionan una cálida temperatura y consiguen que ahorremos dinero puesto que gracias a ellos bajaremos más de un grado la temperatura de la calefacción.
Grado a grado y día a día el ahorro que lograremos en la temporada invernal será considerable. Podríamos llegar hasta un ahorro del 7 % en nuestra factura y como consecuencia de no realizar ese gasto el cuidado del medioambiente también lo agradecería. A primera vista un cojín Stoov es un cojín normal, elegante y bien construido, pero normal. Todo cambia cuando activamos su calefacción por infrarrojos.
Tiene tres temperaturas distintas fácilmente seleccionables y al instante comenzará a regalarnos calor. Su temperatura puede oscilar entre los 34 y los 42 grados centígrados. La sensación que produce su tacto y su calor es muy agradable e instantánea. Su uso activa la circulación en nuestro cuerpo y añade una gran relajación a zonas normalmente castigadas como son la espalda, las cervicales o el cuello. Ese calor se encarga de activar nuestra circulación sanguínea.
Todos los cojines Stoov se cargan por USB y cuentan con autoapagado para ahorrar toda la energía posible sin desaprovecharla. Estos cojines térmicos sostenibles los podemos encontrar en diferentes tamaños dependiendo de nuestras necesidades y del mismo modo podemos elegir diferentes colores y texturas. Todos ellos cuentan con los mismos niveles de calor y todos encajan en nuestro salón o cama como un cojín tradicional.
Si lo que necesitamos es calentar nuestro espacio de trabajo podemos adquirir la manta térmica Big Hug. Con ella podemos mantener calor en nuestra silla durante cuatro horas o en el sofá. Y si lo que queremos es cuidar de nuestra mascota también cuentan con una gama especial para nuestro animal favorito.
Los cojines parten de un precio de 109 euros, la manta desde los 139 y desde 149 para las mascotas. Sea cual sea la opción que más nos convenga, Ploov, Big Hug o Woov el calor lo tendremos asegurado. Nuestra sensación de confort aumenta de manera notable y estaremos ahorrando sin darnos cuenta gracias a bajar algún que otro grado la calefacción. La tecnología ha llegado a los cojines y ha logrado convertirlos en un accesorio cómodo y calentito.
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