En noviembre de 2007 Amazon presentó su primer modelo de Kindle y desde ese instante el mundo de los libros cambió para siempre. La lectura y el modo en el que nos enfrascamos en ella se vio alterado por las nuevas posibilidades que nos brindaba ese dispositivo. Los libros en papel siguen con nosotros, y lo seguirán haciendo, pero la comodidad, posibilidades y facilidades que aportaba ese pequeño aparato generó un terremoto en la industria editorial que aún sigue resonando.
Han pasado los años y la tecnología ha seguido avanzando imparable. Ahora, la compañía con sede en Seattle quiere volver a revolucionar el mercado de los lectores de libros electrónicos con el nuevo miembro de la familia Kindle. Se llama Kindle Scribe y hemos podido ponerlo a prueba durante los últimos días.
El Kindle Scribe es un dispositivo donde podemos leer libros electrónicos de un modo sencillo, pero este modelo no se queda solo en eso. En este modelo también podemos escribir, tomar notas, dibujar o apuntar todo aquello que queramos.
Del mismo modo que la pantalla imita la iluminación de una página en papel, con el Scribe podemos escribir como si de un cuaderno se tratara. Incorpora un lápiz con el que podemos escribir con una facilidad pasmosa. La sensación es tan placentera e inmediata como hacerlo sobre un papel. No existe ningún tipo de retraso entre nuestra escritura y su aparición en pantalla.
Es sencillo, fácil, sin problemas y al alcance de cualquiera. Podemos crear notas sobre los libros que estemos leyendo y apuntar lo que consideremos oportuno, a mano, escribiendo con total normalidad sin tener que recurrir a ningún teclado en la pantalla.
La pantalla del Kindle Scribe es de 10,2 pulgadas, Paperwhite y con una resolución de 300 ppp. Un tamaño más que generoso para cuando estamos leyendo nuestros libros o documentos y muy cómodo cuando usamos el dispositivo como centro de nuestros escritos. Todo lo que escribimos se queda guardado de forma automática. Podemos crear cuadernos, diarios, listas… con fondos de papel rayado, cuadriculado o liso.
Una vez que hemos terminado de escribir podemos enviar nuestras notas o documentos por correo electrónico. El tacto del lápiz es realmente llamativo, lo bien que funciona y lo sencillo que es acostumbrarse a su uso. Siempre lo tendremos disponible y será difícil perderlo puesto que de manera magnética se adhiere al lateral del Kindle para no tener que preocuparnos por él.
Dependiendo del modelo de Kindle que elijamos podemos optar por un almacenamiento de 16, 32 o 64 gigas. El precio comienza en 369 euros en el modelo de menor capacidad. Todos ellos vienen con el Lápiz básico y por 30 euros más tendremos el denominado Lápiz Premium. Esta versión superior incorpora un botón de acceso directo que podemos personalizar y en la parte trasera tiene un botón que nos sirve para borrar lo escrito simplemente con frotarlo sobre la pantalla, como si fuese una goma de borrar.
Ninguno de los dos modelos de lápices necesita ser cargado. En la parte dedicada puramente a la lectura la experiencia sigue siendo muy buena. Tipografías y tamaño de letra se pueden configurar a gusto de quien lea. En esta nueva versión la pantalla cuenta por primera vez con luz cálida ajustable. Con el Kindle Scribe lo tenemos todo en un único dispositivo, los libros que estamos leyendo y nuestras notas documentos escritos por nosotros mismos. Versatilidad y comodidad.
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