De un tiempo a esta parte hemos empezado a ver como la inteligencia artificial se metía de lleno en nuestros hogares para seguir haciéndonos la vida más sencilla. Uno de los ejemplos más conocidos, y que más éxito está teniendo entre la población, es el de los asistentes virtuales, como el de Amazon, Alexa.
Estos novedosos dispositivos funcionan de forma similar al tradicional ordenador que utilizamos cada día, la única diferencia es que en lugar de interactuar con ellos a través de un teclado o del ratón, se hace a través de la voz. Simplemente con lanzarles en voz alta una orden, los asistentes digitales son capaces de identificarla y acatarla, como si estuviéramos hablando con otro ser humano.
En concreto, según la consultora Gartner, España cuenta con 6,5 millones de objetos conectados, lo que ha supuesto un incremento de un millón de dispositivos, con respecto al año 2018. Sin embargo, frente a la comodidad que supone que estas tecnologías puedan controlarse de forma remota, cada vez son más las personas que desconfían de la cantidad de información que los asistentes almacenan. Peden conocer con exactitud tus horarios de conexión a Internet, tus vídeos favoritos de YouTube o, incluso, tus datos bancarios.
Frente a este miedo por perder la privacidad, muchas personas han decidido atajar el problema y poner solución al trasvase de información de los asistentes digitales. Netatmo es una empresa que diseña productos adaptados a las demandas de los usuarios, en términos de seguridad de datos y privacidad. Para ello, esta compañía aplica sus principios básicos de “seguridad por diseño” y “privacidad por diseño”, es decir que la seguridad de los datos y el respeto de la privacidad son elementos pensados desde la fase de creación de productos.
Atendiendo a sus principios, los productos de Netatmo recopilan la mínima información del usuario. La empresa solo solicita los datos que necesita para garantizar el correcto funcionamiento de los sistemas, por lo que no solicita el nombre del usuario o su edad.
Un claro ejemplo de ello es la cámara interior de Netatmo, un dispositivo que, a diferencia de las cámaras normales que registran todos los movimientos, esta solo graba vídeos de acuerdo a las preferencias establecidas por los usuarios. Gracias a su función de reconocimiento facial, es capaz de identificar a los sujetos que le interesan y activar la grabación. Además, para garantizar la máxima seguridad de la información almacenada, Netatmo guarda los datos en tarjetas microSD encriptadas, impidiendo que los intrusos tengan acceso al material almacenado.
Y es que en el mundo actual todo este tipo de seguridad es necesaria. A través de virus o hackeos, los intrusos pueden acceder a nuestra información confidencial que, en algunos casos, puede ser no relevante, pero que en otros casos puede guardar datos decisivos para el desarrollo de nuestro día a día.
Por estos motivos, debemos poner en práctica refranes como: “mejor prevenir que curar”, y apostar por dispositivos que desde su diseño y desarrollo se centren en proteger al máximo nuestra privacidad.
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