Instalar un mercado medieval en una población que está celebrando sus fiestas patronales en verano ya no es algo exótico. Todo lo contrario. Sin embargo, la fiesta de la que hablo hoy en esta sección es única aunque se desarrolle en un ambiente ya por todos conocido. No sólo la ciudad, Ribadavia (Orense) se engalana hoy sino también la gran parte de los visitantes, que visten ropas acordes a la época. La organización es muy pulcra en la selección de productos que se venden e incluso se atreve a editar una moneda propia, el maravedí, que se puede utilizar para alquilar trajes de época, comprar comida u objetos de artesanía.
Esta fiesta muestra oficios artesanales desaparecidos, exposiciones de objetos medievales así como actividades dirigidas a los niños además de teatro de títeres y juegos populares.
El acto inicial de la Festa da Istoria es el multitudinario Desfile en el que participan el Rey acompañado de sus caballeros, el Cetrero Mayor y el paje portador de la espada. La Reina marcha unos pasos atrás, acompañada de las doncellas y damas importantes del reino. Tras ellas, el adelantado Mayor de Galicia, también Señor de Ribadavia, que aparece acompañado de sus caballeros a pie. La representación eclesiástica va encabezada por el Obispo de Tui al que acompañan diferentes ordenes religiosas. Posición destacada tienen los Notables de la Historia, miembros del gobierno de la Villa y los defensores (soldados y arqueros) de la fortaleza de Ribadavia y sus murallas.
Esta amplia comitiva es acompañada por los saltimbanquis, malabaristas y grupos de animación de calle. El recorrido del desfile se realiza por calle principal de la villa y finaliza en la Plaza Mayor, donde el Rey, la Reina y el Adelantado Mayor de Galicia tienen sus tronos preparados para dar comienzo a los actos de la Istoria.
Los sonidos y cantos propios del medievo se puede escuchar desde primeras horas de la mañana a través de la megafonía instalada en todo el casco histórico. Pero no es hasta por la tarde y en la Iglesia de Santiago (aforo limitado y rigurosamente vestido de época) cuando se celebra un concierto de contenido estrictamente medieval, con un repertorio que muestra ritmos sacros así como la lírica trovadoresca.
Y en el Campo da feria se desarrollan torneos medievales que recrean a los que se empezaron a celebrar a partir del año 1060. Según cuentan las crónicas de la época, las contiendas eran entre grupos de nobles y caballeros formando dos pequeños ejercitos y con unas normas básicas (por ejemplo, el primero en caerse del caballo tenía que entregar su armadura y pagar un rescate como en la guerra). También en esa misma explanada hay competiciones de tiro con arco en la que participan arqueros de toda Galicia.
Pero en esta “Festa da Istoria” la cetrería es de las actividades más vistosas y esperadas por el público. Y es que halcones, águilas, azores y búhos reales con la destreza de los cetreros encandilan con sus proezas a los allí presentes.
Uno de los momentos en los que se da buena cuenta de la gastronomía de la época es en la cena medieval que se ofrece dentro de la Iglesia de la Madalena, en pleno casco histórico. Con un límite de 1oo comensales a un precio de 55 euros se sirve cecina,empanadas de anguilas y vieiras, truchas en escabeche, lamprea ahumada rellena, cabrito al espeto con guarnición, dulces hebreos, aguardientes de hierbas y licores varios. Por todo ello, esta fiesta ha sido declarada de Interés Turístico Nacional.
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