Moscú. Punto final a un impresionante Mundial

El próximo domingo en el estadio moscovita Luzhnikí, con el partido entre las selecciones de Francia y la muy sorprendente Croacia, se pone cierre a una muy brillante edición del Mundial de Fútbol, Rusia 2018.

Abel Amón. 13/07/2018

El próximo domingo se pone fin a un Mundial marcado por el VAR, (aunque su incidencia ha sido mayor en los encuentros de la fase de grupos), la buena organización y la excelente presentación de las ciudades rusas como un escaparate turístico para muchos sorprendidos que no se esperaban un país tan moderno, acogedor y de tanto interés en tantos frentes. Grandes elogios recibidos, como el del ex jugador y campeón del mundo con Argentina, Jorge Valdano, que lleva todo el mes del campeonato colaborando para diversos medios de comunicación.

Un imponente estadio
El estadio Luzhniki albergó en su día unos Juegos Olímpicos, en 1980, pero bien es cierto que el país era otro, la Unión Soviética. Por suerte, dicho país y su bloque comunista ya pasó a la historia y precisamente debido a dicha ideología y a la Guerra Fría, soportaron aquellos juegos un boicot por parte de muchos países occidentales, notablemente de los Estados Unidos. Uno de los momentos que quedan en la retina de todos los rusos que vivieron aquellos Juegos fue la escena de la mascota, el Oso Misha, volando en un barco de papel y los espectadores en un llanto colectivo.

Dos años después volvió el llanto al estadio, pues se produjo una tragedia por avalancha de aficionados en un partido de la Copa de la UEFA. Oficialmente perdieron la vida 300 personas. El estadio sufrió una enorme transformación incluido el nombre, ya que era conocido durante la Unión Soviética como Estadio Central Lenin y ahora es un recinto multiusos cuya capacidad total es de 81.500 asientos, todos ellos cubiertos, y se utiliza principalmente para los  partidos del Spartak de Moscú. También fue uno de los pocos grandes estadios europeos que utilizó -debido al clima extremo de Rusia- hierba artificial, contando con la aprobación de la FIFA en 2002, aunque se volvió a instalar temporalmente un campo de césped natural para la final de la Liga de Campeones de la UEFA 2008. Para la Copa Mundial de Fútbol 2018 el terreno de juego es en un 95% de césped natural, con refuerzo sintético.

El estadio es parte del Complejo Olímpico Luzhniki y se encuentra localizado en el barrio del mismo nombre, a unos cinco kilómetros al sudoeste del Kremlin. En esta zona de Moscú, a parte de una espectacular Fan Zone en las inmediaciones del estadio, hay un par de lugares de visita obligada, se vaya o no se vaya a ver fútbol.

El recinto alberga numerosas obras de arte funerario

Cementerio de Novodévichi
Los que tengan unos minutos antes de acudir al estadio a ver la gran final pueden visitar el Monasterio de Novodévichi, una bella construcción a escasos metros, donde quizá lo más destacado en su cementerio, donde están enterradas las principales figuras de la historia rusa. Su cementerio es el más famoso de Rusia. Forma parte del conjunto conventual del Monasterio Novodévichi, que data del siglo XVI, declarado en 2004 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Fue inaugurado en 1898, cuando ya existían muchos enterramientos en los muros del monasterio. Uno de los primeros personajes notables en ser enterrado allí fue Antón Chéjov, aunque también yacen en el espacio el dramaturgo Nikolai  Gógol, el poeta Vladimir Mayakovski, músicos como Shostakovich y Rostropovich, dirigentes políticos como Nikita Krushev o Boris Yeltsin, el director de cine Serguéi Eisenstein o el gran ingeniero aereonáutico, Andrei Túpolev. El cementerio alberga más de 27.000 tumbas y se asemeja a un parque, con pequeñas capillas y grandes conjuntos escultóricos.

Fue el edificio más grande de Europa hasta los años cincuenta

La  Universidad estatal MGU
Los que acudan al estadio de Luzhniki también podrán apreciar muy cerca el colosal paisaje de la Universidad Estatal Lomonosov, que corona desde el año 1958 la Colina de los Gorriones, (llamada Colina de Lenin, entre 1935 y 1999). Este edificio fue diseñado por el arquitecto Lev Rúdnev. Stalin ordenó construir en Moscú siete grandes torres neoclásicas (los denominados Rascacielos de Stalin) y el edificio de la Universidad de Moscú era el mayor de todos, siendo el más alto de Europa en los años 50. La torre principal mide 240 metros, posee 36 pisos y está flanqueada por cuatro grandes alas que albergan facultades e instalaciones diversas. Se dice que posee más de 33 kilómetros de corredores y 5.000 habitaciones. Las vistas desde la azotea de la universidad son espectaculares, con el Estadio Luzhnikí en primer plano.

La Universidad Estatal de Moscú (MGU) es la institución educativa más antigua de Rusia. Fue fundada el 12 de Enero de 1755 en el día de Santa Tatiana, por decreto de la Emperatriz Elizaveta Petrovna por iniciativa del gran científico ruso Mikhail  Lomonosov al que puso su nombre. El día de la fundación de la universidad (12 de enero) se celebra como el Día del Estudiante en Rusia.

UN restaurante diferente y lleno de encanto

Un poco de comida georgiana para descansar
Entre las visitas a esta preciosa parte de la ciudad recomendamos el restaurante de comida georgiana I Pirosmani,  que ha tenido muchos ilustres visitantes, por ejemplo el expresidente de los EEUU, Bill Clinton. La comida georgiana muy variada, en cuanto a vegetales, diversas salsas, y un ingredientes el queso sukhumi clave para la elaboración de la pizza georgiana o khachapuri. Además, los vinos georgianos kizmarauli, saperabi o jmachkará son excelentes. Moscú es una ciudad inmensa y solo en  la parte donde comenzó y concluirá este espectacular Mundial es de una grandeza histórica y turística descomunal. Visítenla.

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