Artesanía, creatividad y nuevo lujo en Cartagena de Indias

Hace unos meses, en el transcurso de una conferencia, hablé del nuevo concepto del lujo surgido tras el cambio social que provocó la crisis. Un nuevo lujo basado en la exclusividad, la excelencia, la calidad y la originalidad, pero ya no tan relacionado con el precio de las cosas, ni con la necesidad de presumir de grandes marcas. La excelencia está vinculada a las personas y el nuevo lujo se cubre de alma.

Hoy os acerco una idea apasionante, emocionante y cargada de nuevo lujo. Se trata de El Centro Artesano de Cartagena de Indias, ciudad donde estuve recientemente para asistir al Hay Festival. Se trata de un espacio dedicado al diseño, producción y promoción de productos artesanales locales con el fin de ayudar y promover a las comunidades indígenas colombianas.

Los talleres son pura creatividad

Durante varios días pude asistir a los talleres que imparten para mostrar cómo trabajan en las diferentes comunidades y cómo crean nuevos modelos de producto. Un trabajo de constante creatividad para adaptar la artesanía popular a las tendencias de la moda y conseguir así complementos muy atractivos que inciten a su compra.

Las comunidades indígenas colombianas encuentran en El Centro Artesano un lugar donde aprender a modernizar sus creaciones pero que además, vela por sus intereses comerciales controlando el justo precio para evitar los abusos que desgraciadamente ocurren en otras entidades. Los indígenas tienen la oportunidad de explicar su trabajo a todos los visitantes, dando valor a su producto y logrando así que su artesanía sea entendida y apreciada.

El Centro Artesano ofrece cursos, talleres y exposiciones para brindar a los visitantes una nueva perspectiva de las tradiciones artesanales que les permita conectar con las comunidades de una manera diferente e interactiva. Además, fomentan el talento natural y ofrecen asesoramiento empresarial a los artesanos. El Centro Artesano colabora con la Fundación Woman Together que en estos momentos expone en en centro su exposición ‘El Mundo en un hilo’ (hasta abril 2019), un recorrido geográfico por las comunidades indígenas que trabajan con la chaquira en todo el mundo. Desde Asia hasta América Latina pasando por África.

Las creaciones de chaquira siguen fascinando

Un fascinante viaje a través de la chaquira que nos lleva desde las primeras civilizaciones hasta su adaptación a la moda del siglo XXI. Los abalorios con cuentas de semillas, comenzaron a elaborarse en Egipto, Mesopotamia e India con piedras, huesos o pepitas de oro. Luego se utilizó también la arcilla y lo más frecuente hoy en día es su formato en bolitas de cristal.

Pero miles de años después, las creaciones de chaquira siguen fascinando y uniendo pueblos. Seguir su desarrollo es descubrir sus múltiples modalidades y un fascinante viaje por el mundo. La exposición ‘El mundo en un hilo’ rinde homenaje a la creatividad de las comunidades indígenas y a un objeto cargado de simbolismo y referencias etnológicas. Con esta muestra se quiere recalcar también sus múltiples oportunidades para los actuales diseñadores de moda.

La propia Joana Caparrós, fundadora y alma máter de Woman Together, atendía a todo aquel que visitaba la exposición y de sol a sol organizaba los talleres. Una mujer entregada a la paz, que transmite paz y que es paz. Mundialmente conocida por su labor en Naciones Unidas, su trabajo en el desarrollo de los microcréditos y su lucha por la igualdad y los derechos humanos, era increíble verla al pie del cañón, rodeada de cuentas de colores, patrones y tejidos. Tuve la gran suerte de llenarme con su energía, ver trabajar la chaquira, aportar mis ideas y empaparme del espíritu creativo y emprendedor que proyectan tanto Joana como El Centro Artesano.

Artesanía de lujo para todos los gustos

Fue muy estimulante conocer a Luis Alcalá,  fundador de República Alegría, un pequeño taller donde mujeres cartageneras hacen muñecos reliquia, juguetes para rescatar la simplicidad del juego y que a la vez formen parte de la vida de los niños. Cada muñeco tiene nombre propio y una historia que contar. Sus ropas y complementos se hacen también a mano, con sumo cuidado, porque llevar alegría es tan importante como delicado. Conocí a Luis en El Centro Artesano al que acudió para aprender a trabajar la chaquira y poder usar la técnica en su República Alegría.

Compartí varias jornadas con mujeres de la región del Cauca, en concreto de la comunidad Misak. Ataviadas con sus trajes y sombreros típicos, como el bellísimo “tampalkuarí”, mostraban al público la forma en la que tejen las mochilas “urasr” con lana de sus propias ovejas, que primero esquilan, después lavan, secan, peinan, hilan y por supuesto tintan ellas mismas para tejer luego los bolsos con pompones.

Conocí a otra gran mujer, Arelis Pana Epieyú, quien fundó hace 15 años Susú Wayüu y ahora da trabajo a más de 50 mujeres de la comunidad Wayüu de La Guajira. Tejiendo mochilas con dibujos y técnicas milenarias han conseguido mejorar notablemente su calidad de vida y la de toda su comunidad. Arelis recorre todo el país con sus mochilas a cuestas para venderlas en las mejores tiendas colombianas.

En el tiempo que estuvo en El Centro Artesano le arrebataron de las manos todas las piezas que trajo. En la fundación Susú Wayüu apuestan por la cultura de las comunidades indígenas caribeñas y por la calidad de sus mochilas. En definitiva, por la esencia del nuevo lujo, aquel del que os hablaba al principio.

El Centro Artesano de Cartagena de Indias tiene un café que ofrece un menú variado de sándwiches, ensaladas y diferentes variedades de cafés de pequeñas granjas colombianas, así como una selección de chocolates y dulces tradicionales. Un lugar perfecto para descansar tras recorrer las bellísimas calles y monumentos de la ciudad colonial más importante de Colombia.