La ciudad de los muy chocolateros
Zaragoza es el único lugar de España con una ruta turística dedicada en exclusiva al chocolate.
Para una chocoadicta como yo es oír hablar de la capital aragonesa y perder el sentido. Igual le ocurre a otras miles de personas. La prueba está en las numerosas pastelerías y chocolaterías que, fundadas hace más cien años, continúan abriendo cada día sus puertas a los clientes más golosos.
La tradición chocolatera en la zona comenzó después de que en 1520 llegase al Monasterio de Piedra el primer cacao procedente de México acompañado de la receta del chocolate. Fue por tanto en este lugar, en los fogones de su cocina donde se hizo chocolate por primera vez en Europa.Los cisterciences argumentaban que no debía considerarse alimento porque no era citado en el Antiguo Testamento. Por tanto su consumo no rompía los ayunos que debía hacer el monje.
En la actualidad en este templo se realizan degustaciones de este maravillosoquitapenas además de acoger una exposición de la historia del chocolate en la cocina monacal. El Monasterio, por cierto, ¡es también un excelente lugar para observar estrellas! (Oriónidas en octubre, en noviembre se ven Leónidas y en diciembre Gemínidas).
La tradición chocolatera de Zaragoza es utilizada como reclamo turístico a través de Chocopass, un bono (9€) con el que puedes degustar cinco especialidades a elegir entre 21 establecimientos colaboradores (aceitunas negras deshuesadas bañadas en chocolate, chocolates con azafrán, rodajas de naranja con chocolate, fruta de Aragón convertida en bombón…). Esta ruta no apta para diabéticos es única en España y en casi toda Europa ya que tan sólo otra ciudad, Turín, tiene una atractivo similar.
En 2009 se puso en marcha otra iniciativa, ChocoTour, para visitar los establecimientos más emblemáticos mientras se degusta el chocolate en sus distintas texturas: líquido, sólido, caliente y helado. En la ciudad se pueden encontrar chocolates en sus más variadas versiones: a la taza con jengibre, regaliz, canela o frambuesa, negro al azafrán, a la sal…
Pero hablar de la capital del Ebro es hacerlo también de la Hispanidad, cuya patrona es la Virgen del Pilar. Por eso estos días celebra sus fiestas patronales con numerosas actuaciones musicales de artistas nacionales e internacionales, teatro y danza en las calles, actividades infantiles… pero, sin duda, el plato fuerte es la Ofrenda de Flores del 12 de octubre. Desde primera hora de la mañana miles de ciudadanos zaragozanos y de todo el mundo desfilan ante la Virgen para depositar a sus pies siete millones de flores como homenaje a la patrona de los aragoneses. En la antigüedad, únicamente claveles, nardos y rosas perfumaban la Santa Capilla de la Basílica.