10 estaciones de tren que no puedes dejar de visitar en España

Disfruta del viaje más fantástico, el que te proporcionan las vías ferroviarias españolas a través de su territorio y descubre sus maravillosas estaciones.

Esta semana nos vamos a permitir disfrutar de un viaje por la piel de toro más antigua de Europa, un viaje entre vías ferroviarias, descubriendo las estaciones de tren más bonitas e inspiradoras de España… ¿Te apetece? Pues sigue leyendo, no te arrepentirás.

Partimos desde un sitio muy especial, donde se gestó la Constitución española de 1812… sí, lo has adivinado, estamos en la provincia de Cádiz, más concretamente en el municipio de Jerez de la Frontera, donde en 1854 se construyó la primera estación de ferrocarril de Andalucía, una nave de 103 metros de largo que servía, sobre todo, para transportar el (famosísimo) vino de Jerez. Su aspecto actual se lo debemos al proyecto de Aníbal González en 1928, un palacete mudéjar recubierto con abundantes azulejos, ladrillos vistos y rejas, desde luego, no podíamos empezar en un lugar mejor.

La de Almería es una de las estaciones de tren más antiguas de España

Continuamos nuestro viaje, en contra de las agujas del reloj, y nos paramos en el Mediterráneo, en la antigua estación de Almería. Ubicada cerca la moderna estación intermodal que la ha dejado sin uso y su diseño de 1892 de la compañía francesa ‘Compagnie de Fives-Lille’ es realmente espectacular, con un cuerpo central de estructura metálica y vidrieras de hermosas dimensiones, todo producto del moderno brillo industrial de la época, fusionado con el característico modelo francés. Este edificio es un monumento que bien merece ser catalogado como BIC (Bien de Interés Cultural).

Modernismo y elegancia para la estación de Murcia

Viajamos ahora a Murcia, a la histórica ciudad de Cartagena, donde a principios del siglo pasado (en 1906) se construyó la estación que tenemos en frente (figuradamente, claro). Un edificio modernista cuya elegancia salta a la vista y que te mira sonriente con sus arcos de medio punto y sus frontones triangulares. El edificio de dos plantas y forma de ‘U’, como es usual en las estaciones terminales, está coronado con un reloj y la palabra Cartagena, para no perdernos.

La estación de tren de Valencia es una hermosa parada

Metidos en pleno mediterráneo, llegamos a la Estación del Norte, en Valencia, donde otro imponente edificio modernista, esta vez del año 1917, nos recibe con los brazos abiertos. La Estació del Nord, construida por la Compañía de Hierro del Norte de Españ, es un edificio catalogado como BIC en 1983 cuya cubierta principal tiene forma de arco, que no podrás dejar de admirar, así como sus cerámicas vidriadas, sus trencadis y el resto de materiales que conforman la estación (madera, metal y mármol principalmente). Una hermosa parada, sin duda.

Bronce y mármol para la Estación de Francia, en Barcelona

Llegamos ahora a Barcelona, a la Estación de Francia, Estació de França, otra estación terminal inaugurada en 1929 por el rey Alfonso XIII. Esta monumental construcción posee una gran estructura metálica y muchísima ornamentación de lujo en su interior. El bronce y el mármol son los materiales más utilizados para dar realce al estilo modernista que impera en el edificio (como en el resto de la ciudad). Cuando pases por su vestíbulo no vas a poder dejar de subir alguna que otra foto a Instagram, te lo aseguro.

Una estación de tren única y sin uso actualmente que podría albergar un hotel de lujo es la de Canfranc

Seguimos respirando aire francés, esta vez, junto a la frontera del país galo, con la maravillosa Estación Internacional de Canfranc, inaugurada en 1928, también declarada BIC en el año 2002, y, aunque ya no opera con Francia, es un elemento imprescindible si queremos apreciar la arquitectura palaciega francesa en España. En nuestro viaje ferroviario es una parada obligada, más aún después de descubrir que el grupo Ingennus está preparando un proyecto para transformar la estación en un hotel cinco estrellas de 100 habitaciones.

La estación de la Concordia en Bilbao destaca por su fachada, un alarde de la época en la que fue construida

Hacemos parada en la otra punta del país, en Bilbao, donde podemos descansar en la siempre acogedora Estación de La Concordia. Construida en 1902 con los cánones de la época (véase Belle époque), posee un enorme rosetón y una bellísima fachada, parte de la historia del rio Nervión, aunque la estación cercana de Abando le ha quitado protagonismo, sigue siendo un lugar de tránsito imprescindible, aún más desde que, en 2007, se reformó, modernizando su fachada trasera mediante la apertura de miradores acristalados y potenciando el paso de peatones y viajeros.

Sobriedad y tradición en Puebla de Sanabria, una estación llena de encanto

Una de las más exquisitas estaciones de tren la vamos a visitar en Puebla de Sanabria, Zamora, exquisita por su tamaño y su arquitectura, cálida por su chimenea, y por la confección a base de sillares de piedra. Su cubierta, de pizarra, nos enseña que la arquitectura tradicional siempre gusta, además de ser duradera, o, como se dice ahora, sostenible. Se inauguró en 1958 para comunicar Madrid y Galicia por Zamora.

Atocha es más que una estación de tren

Estamos ya en Madrid, penúltima parada de este recorrido, por supuesto, nos dirigimos a Atocha, la estación ferroviaria más popular de la capital, una pura obra de arte, donde el ladrillo se funde con el hierro dando paso un jardín tropical que nos dejará boquiabiertos, la sorpresa es parte del encanto de esta estación. Los más afortunados son los asiduos usuarios del AVE, dado que se remodeló en 1992 para darle paso a este medio de transporte, de la mano del popular arquitecto Rafael Moneo, al que hace poco encargaron su tercera intervención.

Un edificio de gran vistosidad la estación de Toledo

Y como última parada, de este recorrido, llegamos a la monumental Estación de Toledo, un edificio construido en 1.919, que fue reformado en 2.005 para que pudiera pasar por allí el AVE. Está declarado BIC desde el año 1991, fue obra del arquitecto (y conde) Narciso Clavería, que dio al inmueble ese el estilo neomudéjar por el que tanto destaca. Es un edificio de gran vistosidad, formado por tres cuerpos, donde el central es más voluminoso y el extremo Oeste presume de una peraltada torre con reloj. Culmina así nuestro recorrido ferroviario, ahora toca hacerlo realidad… ¿Te apuntas?

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