Este era el segundo año que se celebraba la genial iniciativa de Ariadna Vilalta, Hats & Horses, y la expectación era máxima. Yo llegué como invitada y para hacer entrega del primer premio del día. No suelo hablar de mis estilismos, pero como toda la isla hablaba del evento y de la forma de acudir a él, os lo cuento para contagiar las sensaciones que se vivieron previo a la cita ecuestre.
El código de vestimenta era acudir elegante y con sombrero, pamela o tocado. Así que opté por un vestido de seda con pechera en organza de Josep Font, probablemente del siglo pasado, pero de diseño atemporal. Los tonos me parecieron muy acertados con la isla de Menorca, las amapolas de su primavera y el dorado de sus playas. Para combatir el viento, el día era soleado pero ventoso, me decidí por una capa de Juan Duyos, también del siglo pasado. Así que para dar el toque de actualidad me decanté por unas sandalias de la firma riojana Las Pacas y un sombrero casquete de Montesinos Vilar Sombrerería.
Confié en ella, Inés, por varios motivos. El sentimental ya que es de Caravaca de la Cruz, Murcia, y es aquella una hermosa tierra ligada a mi familia. Pero además porque es una de las mejores sombrereras de Europa y sus diseños adornan las carreras de Ascot y otros grandes acontecimientos internacionales. Es elegante y sus modelos tienen alma y una sensibilidad muy especial.
Feliz con mi elección comencé la jornada entregando el primer premio del día, Premio Pons Morales, que fue para Goliat de Clide. María León, Espido Freire, Nuria Roca y Enrique Solís también entregaron premios en las sucesivas carreras patrocinadas por Pons Morales, Holiday Menorca, Bonnin Sanso, Hipódromo Torre del Ram, Coca-Cola y Estrella Damm. El momento más emocionante se vivió cuando todo el hipódromo rindió homenaje al caballo Sourir D´Avril en su retirada definitiva de las competiciones.
Los caballos trotones tienen un paso característico, el conocido como trote, siempre dos patas en el suelo. No galopan. La peculiaridad de las carreras de trotones es que el jinete que lo maneja no es un jinete al uso sino un conductor subido en un carro ligero de dos ruedas al que llaman “Cabriol” y que se engancha al lomo del caballo. La estrategia es fundamental, así como el sprint final, ya que la velocidad apenas varía de un trotón a otro.
En realidad, se trata de una raza que se fue creando poco a poco a partir de trotones franceses. Con el tiempo los fueron mezclando con otras razas europeas como los Pura Sangre ingleses, y otros caballos españoles, daneses y holandeses. Así surgió el Trotón Español, una raza robusta de grupa oblicua y patizambos. Además de para las famosas carreras también se utilizan en el campo. Sus cuidadores coinciden en que es un animal muy listo, cariñoso y noble.
Fue en julio de 1971 cuando en Menorca se celebró la primera carrera de trotones de la isla, precisamente en el hipódromo que nos acoge. Desde entonces se celebran estas carreras todas las semanas desde febrero hasta octubre. Merece la pena ir a verlas, a mí me dio la sensación de que el conductor va como suspendido, como si flotara, ya que el trote repercute en el cabriol con suavidad. Es difícil de explicar, pero resulta muy gratificante y curioso.
El segundo Hats & Horses de Menorca duró todo el día. Las carreras se sucedieron cada hora, y mientras tanto otra de las actividades preparadas para la ocasión era disfrutar de paseos por el ruedo en coches clásicos de coleccionistas menorquines que mostraron con simpatía sus joyas a todo aquel que estuviera interesado. También se habilitó una zona Market para vender artesanía y productos locales como los sombreros de Menorca Flower, pero también otros llegados del resto de España. Tal es el caso de la caravaqueña sombrerera Inés de Montesinos Vilar, gafas de sol, los deliciosos postres de Estela, los productos de alpaca Tunki o Go Clothed.
La música en vivo no paró de sonar. Imposible no estar entretenido en todo momento durante esta cita que une equitación con moda, música y gastronomía. Hats&Horses marca así la diferencia; apoyar el turismo ecuestre que los caballos merecen, así como dar protagonismo a las marcas locales tanto de calzado (Mascaró, Pons Quintana, Pretty Ballerinas) Como de ropa (Riccy), marcas de sombreros como Menorca Flower, peluquerías como Princep Stil, maquilladoras como Roisso. O gastronomía local con sus fabulosos quesos, vinos, cerveza y platos típicos. Firmas que sin duda ayudaron a aportar sentido y originalidad a la iniciativa creada por Ariadna Vilalta, propietaria de la agencia de comunicación Driven Associates.
Fue una jornada inolvidable que puso un gran colofón a un largo fin de semana en Menorca, donde entre otros planes que ya os contaré, pude disfrutar de la espectacular cocina y bodega del Hotel Torralbenc. Turismo de Menorca apoyó este evento junto a otros colaboradores como el propio Hipódromo de Torre del Ram, Biel Olivar, Riccy, Adolfo León (personal shopper), David Bell (fundador de Pretty Ballerinas), Tecnográfico, S’Algar Cátering, Pons Quintana, Melià Cala Galdana, Origens Gardens o los hoteles Lago Resort, Torralbenc y Port Ciutadella.
Una iniciativa que sin duda aporta a la isla otro motivo para visitarla, poniendo en valor sus famosas carreras de trotones como un evento más para disfrutar de la isla. Destino turístico, moda, calzado, gastronomía y glamour en una de las más bellas islas de nuestro Mediterráneo.
*Foto principal: Esperanza Kahle
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