Siete de cada diez españoles perdemos estas cosas en vacaciones
Dos de cada diez familias admiten que llegan a perder a un hijo durante las vacaciones, aunque sólo unos minutos.
Con la llegada de las vacaciones llegan los selfis más esperados del año, las maletas, los bronceados… y también los descuidos. Porque en ninguna época del año se producen tantos despistes y pérdidas de objetos personales como en las vacaciones de verano. Una época en la que millones de españoles nos movemos de aquí para allá buscando unos días de ocio y descanso y en los que no siempre estamos del todo atentos.
Y es que casi ocho de cada diez españoles tienen pensado viajar este verano. Así lo afirma un reciente estudio elaborado por el buscador de vuelos y hoteles jetcost.es. Un informe que también ha dejado claro que a medida que avanzan los días de verano nos volvemos más despistados.
Los objetos perdidos en vacaciones son muy diversos
Tanto que siete de cada diez españoles admite que al término de las vacaciones ha perdido algún objeto personal. Perdemos principalmente ropa. Pero también objetos tecnológicos, juguetes y gafas. Por regla general, los bolsos, mochilas o carteras son fruto de algún despiste, pero también los libros o las llaves. Más infrecuente es perder joyas, relojes o dinero.
En el top 10 de objetos perdidos durante las vacaciones están sin duda las gorras. Podríamos decir que todo español tiene en casa una gorra que algún día perteneció a otro compatriota.
También nos dejamos donde no sabemos bañadores o ropa interior. Compitiendo con todo ello están los cargadores del móvil o los auriculares. El 80 % de los encuestados reconoce que no vuelve a recuperar nada de lo que pierde.
También perdemos a nuestros hijos
Curiosamente, los españoles también perdemos a nuestros hijos. El 20 % de los encuestados admite que alguna vez ha perdido a alguno de sus hijos en vacaciones, aunque sea por unos minutos. La mayoría de estos despistes suceden en la playa o en las piscinas. También olvidamos a los más pequeños, aunque sea por cinco minutos, en los centros comerciales, los parques temáticos o en los hoteles.