Piérdete por los Cerros de Úbeda
Las ciudades de Úbeda y Baeza distan sólo nueve kilómetros entre ellas y son un ejemplo de historia, patrimonio y gastronomía andaluza.
Paisajes cantados por Antonio Machado que inmortalizó en sus poesías estos plateados campos de olivos. Fue San Isidoro -y no Santiago- quien se apareció aquí a los cristianos, animándoles a conquistar la ciudad de Baeza, por entonces en manos árabes, la cual fue tomada a mediados del XII. No se sabe quién se apareció a los árabes quienes, al poco tiempo, recuperaron la ciudad. Medio siglo después, Alfonso VIII -vencedor de las Navas de Tolosa- llegó hasta Baeza.
Su relación con la nobleza no era buena y le dejaron plantado ante las puertas de la ciudad. Cuando, irritado, el monarca preguntó a los capitanes por dónde andaban, le contestaron: «Por esos cerros de Úbeda, Señor». Parece ser que prefirieron la compañía de jóvenes moras que ayudar al rey en la lucha. El caso es que Baeza siguió siendo mora hasta que Fernando III el Santo -que se llevaba mejor con la nobleza- la conquistó definitivamente en 1227.
El enfrentamiento de Baeza y Úbeda -las separan nueve kilómetros- viene de antiguo, como reflejó en sus versos el poeta Antonio Machado, que estuvo de profesor en el instituto de Baeza y escribió más sobre el paisaje que sobre sus monumentos. Baeza tuvo una nobleza temprana y Úbeda más posterior, ya en los siglos XV y XVI. Ambas son cuna del Renacimiento andaluz.
La obra cumbre en Baeza es la Catedral, levantada sobre la antigua mezquita. Al lado, el Antiguo Seminario de San Felipe Neri y el palacio de Jabalquinto. Pero la mayor parte de los monumentos se encuentran en la plaza del Pópulo: Alhóndiga, Casas Consistoriales, Antigua Carnicería (con enorme escudo imperial en su fachada), casa y arco del Pópulo y la fuente de los leones, monumento procedente de la ciudad romana de Cástulo. La figura femenina que la preside es seguramente, Imilce, la mujer de Aníbal. Aquí te cuentan que las murallas de Baeza las mandó quitar Juana la Loca para ver mejor la villa.
En cuanto a Úbeda, es una de las mejores muestras del Renacimiento civil en España, pero sus palacios son privados (algunos hoteles). La mayor parte son obra del arquitecto Vandelvira: Hospital de Santiago, Palacio Vázquez de Molina, Palacio Dean Ortega, Sacra Capilla del Salvador, Hospital de los Honrados Viejos del Salvador… Úbeda -que es famosa por su cerámica de color verde- hay que verla por la noche con sus monumentos iluminados.
Las Eras del Alcázar en Úbeda es uno de sus principales reclamos turísticos. Además es uno de los yacimientos arqueológicos más antiguos e importantes de Andalucía. Se han encontrado restos que datan de hace seis mil años, lo que convierte a Úbeda en una de las ciudades más antiguas de Europa Occidental.
Úbeda celebra en las Fiestas del Renacimiento, el esplendor de la ciudad en el siglo XVI, con danzas, exposiciones, conciertos, cenas de época, mercado y tabernas medievales.