Semana Santa en España

Un jueves de hace casi veinte siglos tuvo lugar en la por entonces romana Jerusalén, un suceso que pasó casi desapercibido fuera de aquella ciudad. Fue el juicio y posterior ejecución de un tal Jesús, más conocido como «El Nazareno». Con el tiempo aquellos días se acabaron convirtiendo en los mas importantes para gran parte de la humanidad y esa fecha conocida como la Semana Santa- se recuerda actualmente en casi todas partes. De todo el mundo cristiano es en España, debido a las procesiones, donde alcanza su máximo esplendor.

A la Semana Santa se le puede dividir en dos grandes apartados: famosas y multitudinarias de grandes ciudades y pequeñas y originales en lugares pequeños. Los desfiles procesionales más largos y de mayor participación son los andaluces que destacan por su colorido y riqueza como Sevilla o Málaga-, mientras que los de ciudades castellanas Valladolid, Zamora o León- suelen emocionar por su sobriedad. Pero lo que más impresiona son los ritos penitenciales como los empalaos de Valverde de la Vera (Cáceres), los picaos de San Vicente de la Sonsierra (Rioja) o los sudarios de Bercianos (Zamora). Y luego esta el barroquismo murciano, los tambores y trompetas que resuenan día y noche sobre todo en el Bajo Aragón, pasiones vivientes representadas por gentes del pueblo, desfiles paganos, antiguas danzas de la muerte, o curiosas imágenes articuladas que dan la bendición a los devotos… la lista es interminable.

La secta de disciplinantes que se flagelaban fue prohibida hace siglos en Europa, pero en España siguen saliendo en Semana Santa por promesa en la localidad de San Vicente de la Sonsierra, donde se les llama «picaos». Los penitentes caminan descalzos ante el Cristo y la Dolorosa azotándose con una madeja de lino su espalda. Llevan cubierta la cara para no ser reconocidos y se cubren con hábito blanco, mientras un cofrade les abre camino entre los cientos de personas que contemplan la penitencia. Al final les pinchan las ampollas doce veces -por el número de apóstoles- para que brote la sangre.

Otro tipo de penitentes son los llamados «empalaos» de Valverde de la Vera (Cáceres). El vestirles para la dura penitencia es todo un ritual. Primero sujetan a cada uno a un tronco at·ndole con fuertes sogas. Luego le colocan una falda blanca y cubren el rostro con un velo para que no se le reconozca. Tras la nuca le ponen dos sables y sobre la cabeza una corona de espinas. AsÌ recorre el pueblo ayudado por el llamado cirineo que suele ser un familiar que va iluminando el camino con un farol para que no tropiece. El empalao cumple una promesa, una ìmandaî que dicen aquí. La penitencia es dura e impresiona ver su cuerpo cuando se quitan la soga que han llevado durante horas. Esta penitencia se celebraba ya en el siglo XVI.

Las celebraciones más sonoras son las de las localidades del Bajo Aragón que celebran todas ellas lo que aquí se conoce como romper la hora. Aunque Calanda es la mas conocida, Híjar es el lugar de mas tradición y la más impresionante. Los tambores y bombos sonaran desde la noche del Jueves la rompida es el momento de mayor emoción- al Domingo de Resurrección. El Viernes Santo se forma la procesión en la colina del Calvario y los nazarenos vestidos de negro con sus tambores y bombos se agrupan alrededor de las im·genes que bajaran lentamente hasta el pueblo, mientras el sonido se escucha a varios kilómetros. El roce de los palillos deja  las manos heridas y los bombos manchados de sangre.

El Jueves Santo se celebra el Vía Crucis durante el cual los hombres con gruesos cirios en las manos portan las pesadas capas pardas alistanas. El Viernes es la procesión del Santo Entierro cuando los cofrades visten las blancas mortajas con las que en su día ser  enterrados. La imagen que forman estos con el seco paisaje como fondo es impresionante. A primera hora de la tarde, en la plaza de la iglesia, un predicador pronuncia en medio de un gran silencio el sermón tras del cual dos sacerdotes desclavan a un Cristo articulado de la cruz al que seguidamente introducen en una urna de cristal, acompañándole en procesión todos los penitentes. Durante el recorrido hasta el cercano Calvario van cantando un miserere.

Cinco esqueletos, a ritmo de tambor realizan en la noche del Jueves Santo la llamada «dansa de la mort» (danza de la muerte). Los danzantes, que se cubren la cabeza con una calavera, llevan una malla negra  en la que va dibujado un esqueleto. Uno lleva una guadaya, otro una bandera negra, dos son niños portando platos con ceniza (sÌmbolo de lo efÌmero de la vida) y el último un reloj sin agujas sÌmbolo de eternidad. A cada golpe de tambor los personajes saltan y dan un cuarto de vuelta, mientras avanzan lentamente. La danza resto de un auto sacramental- forma parte de la representación que recorre luego las calles, algunas adornadas con conchas de caracoles encendidas, de la pequeña localidad acompañando a la procesión.

Dos cofradías: Blancos y Azules, compiten en vistosidad e ingenio en Murcia y llevan para distinguirse claveles blancos o azules (el color de estos últimos se consiguió en 1974 debido a un injerto químico). Esta rivalidad hace que las procesiones sean vistosas y muy apasionadas. Los pasos son en su mayor parte escenas de la Biblia, sobre todo del Antiguo Testamento y, en muchos casos, algo ajeno a la Semana Santa como carrozas de egipcios, cuadrigas, emperadores romanos, dioses, o caballistas que hacen caracolear a sus monturas. También desfilan vírgenes de ricos mantos bordados y lujosos estandartes. El principal desfile es en la Carrera el Viernes con unos 200 caballos y cientos de personajes bÌblicos.

Desfiles Bíblicos. El Apostolado de Puente Genil (Córdoba) 
Los protagonistas son figuras del Antiguo y Nuevo Testamento ñmas de cuatrocientas- que desfilan con rostrillos (caretas) cubriéndoles el rostro y llevando en las manos el sÌmbolo de a quien representan: Noé con el arca, San Pedro con el gallo, el rey Nabucodonosor con un pergamino, Sansón y el templo destruido… y también personajes simbólicos como el Judío Errante. Junto a ellos el Imperio Romano (soldados) con sus relucientes corazas. Los desfiles son varios dÌas pero el mas importante es el del Viernes Santo. En la madrugada de este los soldados romanos suben a buscar a Jesús Nazareno, conocido como El Terrible ante el cual todos los personajes se irán acercando para hacerle la reverencia.

Las más famosas.
Se sacan a la calle imágenes de gran valor artístico, que el resto del año suelen estar en museos. Las mas conocidas son Sevilla por la riqueza de sus pasos, Valladolid por su sobriedad y Murcia con el barroquismo de los pasos de Salcillo.

En Sevilla el olor del azahar lo llena todo y si hay algo que destaca especialmente son sus Vírgenes bajo palio. Se trata de imágenes barrocas que despiertan grandes devociones, con coronas de oro o plata, mantos ricamente bordados y técnicas de terciopelo que apenas dejan ver el rostro y las manos sosteniendo un pañuelo de encaje. Durante la Semana Santa desfilan mas de 60 procesiones en las que participan miles de devotos que se visten de nazarenos o van de costaleros llevando los pasos.

Los momentos más emocionantes son la salida de las imágenes en las primeras horas del viernes santo -la madrugá-, cuando en Sevilla nadie duerme. Las mas emocionantes Jesús del Gran Poder, El Cachorro, la Esperanza Trianera y sobre todo la Macarena, de la que dicen que tiene rostro de pena y ojos de alegría. Los gritos de fervor solo se interrumpen con el canto de las impresionantes saetas.

En la mañana del Jueves es la Procesión del Santísimo Cristo de la Luz con un impresionante Crucificado (siglo XVII) de Gregorio Hernández. El Viernes sale el cortejo de pregoneros a caballo para convocar al pueblo al Sermón de las Siete Palabras en la Plaza Mayor. Por la tarde es la Procesión m·s larga, la de la Sagrada Pasión del Redentor que reúne a veinte cofradías y hermandades. En la madrugada del Sábado la de la Soledad con la Virgen de las Angustias de Juan de Juni.

Decir Semana Santa en Murcia es como decir Salcillo. Los pesados pasos barrocos del imaginero son llevados en andas por nazarenos en traje de huertanos que dejan ver las caladas medias. A su paso por las calles van repartiendo caramelos. El día de los Salcillos es el Viernes Santo y la procesión comienza con el primer rayo de sol.