El bolso objeto de todas las miradas

Hace unos días en Madrid comprobé que este modelo sigue siendo objeto de todas las miradas. En un lado de la calle, una vez el semáforo se puso en verde, los peatones cruzaban la calle sin sobresaltos pero no ocurría lo mismo en el sector femenino. Las siete mujeres que estaban cambiando de acera miraban un bolso rojo (algunas con descaro) sin darse cuenta de que quien lo llevaba  era una actriz muy conocida en nuestro país. Eso era lo de menos.

Ese objeto rojo tan observado en pleno centro de la capital era el Bao Bao de Issey Miyake que tras dieciséis años de vida sigue despertando mucho interés. Objetivamente, motivos no le faltan porque no existe en el mercado un bolso de similares características: una malla geométrica que da sensación de rigidez pero sin embargo es de lo más flexible. Por eso es capaz de adaptarse al movimiento y cambiar de forma según lo que se guarde en su interior. Otro aspecto que no pasa desapercibido es su color, llamativos y chillones (y si el tono es neutro el acabado sigue siendo atractivo por su textura brillante).

Cuando salió al mercado se llamaba Bilbao, pero su nombre evolucionó hasta el actual Bao Bao, y formaba parte de la línea de negocio Pleats Please. Ahora ya tiene entidad propia y bajo su nombre se comercializan numerosos modelos de bolsos de este material con toque futurista. Es de destacar que tal y como está el panorama no es un bolso para el que haya que pedir un crédito previamente (a partir de 250€) y además sigue transmitiendo frescura y originalidad a pesar de su madurez en el mundo de la moda. También representa a un diseñador transgresor, que no va al dictado de las modas, de origen japonés (que eso siempre le da un toque exótico) y se llama Issey Miyake. Un creador que hizo del pliegue su leiv motiv en el sector textil. Trabajó para diferentes firmas de lujo francesas antes de convertirse en el referente que es hoy para miles de jóvenes diseñadores que comienzan su carrera como él hizo en 1966.