Cuando Bruce Springsteen cantaba: “De las cosas pequeñas, mamá, un día llegan las grandes”, podría haberse referido a las gafas de sol ecológicas Hawkers. Unos artículos que están disponibles y más de moda que nunca gracias al inversor Alejandro Betancourt López. Él ha facilitado que la empresa dé el gran paso que necesitaba para convertirse en un actor importante en el sector de la sostenibilidad.
“Hay que tener las herramientas adecuadas, el momento oportuno, las personas adecuadas, el apoyo adecuado”, dice. “Si eso está en la ecuación, creo que puedes hacer que algo suceda con eficacia y ser un buen líder. Creo en el buen liderazgo, pero también creo en las personas. Si no tienes el equipo adecuado, no llegarás a ninguna parte”.
Las gafas de sol ecológicas de Hawkers están dando que hablar. Cada día más personas buscan productos que respeten el medio ambiente, por lo que estos elegantes artículos están llamando cada vez más la atención. Una de sus líneas más recientes, H20, utiliza en su fabricación plásticos reciclados, incluidos residuos de plástico extraídos de los océanos. Además, el empaquetado de sus seis nuevos diseños utiliza materiales sostenibles o biodegradables, como botellas de plástico y papel y cartones reciclables.
“Tanto los armazones como las lentes de los seis modelos H2O se fabrican con materiales que respetan el planeta”, explica la página web. “Desde materiales innovadores y biodegradables hasta plásticos reciclados preexistentes. El empaquetado también es 100% sostenible”.
Las gafas de sol Hawkers son de una construcción impresionante, y están diseñadas ergonómicamente para ofrecer comodidad. Sus armazones están fabricados con acetato de celulosa de primera calidad, son muy duraderos y no tóxicos, y cuentan con acero inoxidable en su interior. Esto las hace resistentes, sostenibles y elegantes. Pero, ¿cómo se abrieron paso a lo grande? La respuesta corta es Alejandro Betancourt y su destreza en las redes sociales.
Bajo la hábil dirección de Betancourt, la empresa lanzó sus productos y aumentó su demanda apostando por las redes de influencers, logrando que sus gafas de sol llegaran a las personas que tenían un gran número de seguidores. Con el tiempo, la empresa se hizo un nombre no sólo como una línea accesible de gafas de sol, sino como una opción fresca y de moda. Según la revista Fault, las gafas Hawkers han sido vistas protegiendo los ojos de celebridades internacionales como el cantante Usher, el DJ Steve Aoki y la estrella del fútbol Leo Messi.
Cuando Betancourt encabezó la primera financiación de la empresa como inversor ángel, creyó que podía utilizar el potencial de la empresa para expandir su marca, creando oportunidades adicionales de recaudación de fondos. Trabajó para establecer una relación comercial sólida y estratégica que, en última instancia, ayudaría a los fundadores de la empresa a hacer llegar los productos a una gran audiencia de posibles compradores.
Al principio las ganancias de la empresa no crecían tan rápido como el reconocimiento de su marca. Sin embargo, las gafas de sol Hawkers tenían a Betancourt trabajando en un plan. Utilizó las redes sociales para captar la atención de toda una generación de compradores. Fue uno de los primeros en hacer una gran campaña publicitaria en las plataformas de las redes sociales como Facebook e Instagram.
Hawkers ofreció incentivos a los influencers y les ayudó a seguir promocionando los productos y la propia marca. Estas recompensas mejoraron la visibilidad de Hawkers frente a un público mucho más amplio de posibles clientes.
Hoy, la marca cuenta con un público global que ha llegado a Norteamérica, Europa y los mercados asiáticos. La última línea de gafas de sol ecológicas de Hawkers es una forma de que la empresa siga satisfaciendo las necesidades de su público objetivo. Y con Alejandro Betancourt al timón, siempre atento a los cambios de las mareas, el único camino de Hawkers es hacia arriba.
“Creo que hay que entender que el mundo está cambiando muy rápido y con el mundo de los mercados, los apetitos, las culturas, todo cambia y con más tecnología, hay que adaptarse más”, dice. “Hace unos 25 años, era normal recibir un fax. Las nuevas generaciones ni siquiera entienden qué es un fax. Así que las cosas están cambiando muy rápido y la forma en que la gente se comunica, la forma en que la gente le gusta hacer las cosas. Algo como TikTok ha cambiado el mundo en tres años”.
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