Si le preguntas a un hombre de entre 40 y 60 años cual es la joya del hombre, la respuesta más común será el reloj, pero esto está cambiando cada vez más rápido. En los últimos años, y sobre todo desde el lanzamiento del Apple watch, hemos visto como cada año se venden menos relojes, especialmente menos relojes suizos. Esto se debe a diversos factores en los que no vamos a entrar ahora, pero lo que es un hecho es que en tan solo cinco años se ha pasado de vender 28 millones de relojes a 13 millones.
La tendencia de la relojería, especialmente suiza, es mala en general, pero este problema se acentúa cuando hablamos de los jóvenes y millennials. Menores de 35 años, que ya no ven el reloj como la joya de hombre, ni como un símbolo de pertenencia o un accesorio con el que expresarse.
Sin embargo, la joyería masculina está volviendo con fuerza, y aunque las marcas de relojería se están dando cuenta, poco pueden hacer en un segmento que desconocen y en el que la marca no es tan importante.
La joya de hombre está de moda entre los jóvenes, quienes vuelven a las joyas para expresar su individualidad y colectividad. Cada día son más los famosos, cantantes, actores y creadores que lucen orgullosos joyas a diario, joyas familiares o personalizadas que les hacen sentir únicos.
Desde el principio de la humanidad el hombre ha usado joyería como símbolo de estatus y poder, pero ahora también lo usa por estética, pertenencia, buen gusto y sentirse único y especial.
La joyería de caballero está en pleno auge y la joya más elegida depende de la persona y sus gustos. Los movimientos urbanos y la música tienen mucho que ver en todo esto.
El sello de oro, por ejemplo, ha vuelto de la mano de los hípsters para adornar las manos de los hombres y demostrar sus raíces. Las cadenas de oro, incluso el famoso eslabón cubano, esta volviendo a ser un símbolo de éxito gracias al hip hop, rap y reguetón. El resurgir de los pins y alfileres está marcando tendencia en el café racer de todo el mundo, y los pendientes de diamantes cuelgan de las orejas de futbolistas y crossfiteros.
Y aunque es evidente que la joya del hombre joven ha dejado de ser el reloj, son pocas las marcas que está liderando esta nueva tendencia. Quizás porque el hombre actual está buscando el saber hacer del joyero artesano tradicional, no solo para que crear con su ayuda joyas personalizadas que expresen su individualidad, sino porque el hombre de hoy en día quiere conocer qué hay detrás de la creación de esa joya, dónde se hace, y si su fabricación es sostenible con el medio ambiente.
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