Foto: Sotheby´s
121 millones de dólares de Hong Kong o 13,3 millones de euros. Esta es la apabullante cifra por la que se ha vendido en Hong Kong un Diamante Ovalado de 102,39 quilates con un aspecto “impecable, con un excelente pulido y simetría”. Una pieza única que ha subastado la casa Sotheby´s acompañada de una carta de clasificación que indica que es un diamante de Tipo IIa.
Se trata del octavo diamante blanco de color D Internally Flawless o Flawless de más de 100 quilates vendido en una subasta. Una auténtica maravilla especialmente codiciada por su rareza, tamaño, color y brillo. Así lo comentan desde el Instituto gemológico de América (GIA): “Es raro que un diamante posea un color D y una claridad impecable. Y mucho menos uno de 102, 39 quilates”. De hecho, para comprender la excepcionalidad de esta piedra explican que “menos de la mitad del 1% de todas las piedras preciosas de más de un quilate que recibimos anualmente en la GIA tienen un color D, Internally Flawless o D Flawless”. Por eso este diamante es tan atractivo y su precio ha sido tan alto.
No obstante, el espectacular diseño de este Diamante Ovalado de 102,39 quilates no es obra solo de la naturaleza. “Transformar un bruto voluminoso en una gema elegante y brillante es un arte exigente que requiere experiencia, visión y una tremenda cantidad de paciencia”, explican desde GIA. Así, el ingenio y la pericia humanas sumadas a la calidad inicial de la pieza han dado como resultado una gema elegante con los mejores colores y calidad.
En cuanto a su naturaleza, también se cree que pueda ser especial. De hecho los científicos de la GIA piensan que este diamante pudo formarse en el manto inferior de la tierra, a profundidades cuatro o cinco veces mayores de lo que se creía hace décadas. Así se desprende de las investigaciones sobre diamantes grandes como éste de 102,39 quilates, que añadiría valor a su legado.
En una acción sin precedentes, Sotheby´s ha realizado la puja, anunciada hace semanas, sin reserva. Es la primera vez que la casa de subastas actúa de esta manera cuando se trata de un diamante de este calibre, una obra de arte u objeto de tal importancia y valor inherentes. Antes que este diamante se vendieron otros siete de más de 100 quilates. Sus precios oscilaron entre los 12 y los 71 millones de dólares.
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