El curioso motivo por el que Isabel II siempre viste de colores llamativos y chillones

La reina Isabel II es única por muchas razones. La primera, porque es la monarca que más años lleva en el trono. La segunda, porque a sus 95 años sigue estando al frente de una de las familias reales más importantes y que más interés suscitan en todo el mundo. Y la tercera, por su inconfundible e icónica imagen. Todos tenemos en la mente a una Isabel II vestida con un sombrero y un abrigo de un color chillón, acompañado de un bolso de Launer. Un inconfundible outfit de colores que va más allá de los gustos de la monarca.

Isabel II siempre luce total looks de colores llamativos y chillones

Los vestidos, abrigos y sombreros de colores se han convertido en una seña de identidad para la reina Isabel II. Desde hace años se ha decantado por uno de estos outfits para acudir a sus actos oficiales, y la razón no sería solo que le sientan bien, sino algo que va mas allá.

Según ha revelado la condesa Sofía de Wessex en el documental La Reina a los 90, los colores de los outfits de Isabel II son una estrategia para destacar entre la multitud. «No olvides que cuando aparece en algún lugar, las multitudes son dos, tres, cuatro, diez, quince veces mayores, y quien va a verla quiere poder decir que vio un poco del sombrero de la reina cuando pasó. Necesita destacar para que la gente pueda decir ‘vi a la reina».

Una estrategia para destacar entre la multitud

Isabel II se viste de colores chillones para llamar la atención del público, una estrategia que la hace visible entre miles de personas vestidas con colores más neutros y menos llamativos. Además, debido a su baja estatura, 1.63 aproximadamente, la monarca combina esos outfits con un sombrero del mismo color para ser más fácil y rápido de localizar. Una especie de punto de color entre la multitud.

Y es que con estos colores no solo busca que el público la vea, sino que su equipo de seguridad no la pierda el rastro en ningún momento. Un color amarillo, rojo o rosa llama la atención entre una gran masa de gente que se acerca a ver a Isabel II, por lo que facilita el trabajo de seguridad en caso de que haya algún problema. Sin duda, una estrategia muy inteligente con la que Isabel II busca ser siempre la protagonista.