Curiosidades de la camisa, el básico de armario que lucimos los 365 días del año
La camisa es una prenda que no puede faltar en el armario, pero debe ser diferentes si vamos a lucirla con corbata o sin ella.
La camisa ha evolucionado mucho a lo largo de la historia. Desde las primitivas que se ponían como un camisón pasándose por la cabeza, hasta la actualidad. Al principio era considerada como una prenda interior. Hoy, debido a la subida de las temperaturas medias durante todo el año, es un básico en el vestir del hombre.
El cuello de la camisa, la primera característica a tener en cuenta
La camisa actual ha cambiado poco a lo largo de la historia. En todo caso, el elemento que más ha cambiado ha sido el cuello. En su momento, y al ser una prenda interior, llevaba cuellos postizos, puesto que era lo único que se lucía de cara a los demás.
A la hora de comprar una camisa debemos tener claro qué función va a cumplir en nuestro look. Si se trata de una camisa para vestir formal con corbata, el cuello debe ir sin botones y con la suficiente separación entre picos para anudar la corbata y lucirla cómodamente.
Los botones, siempre colocados de izquierda a derecha
Si la camisa que vamos a comprar tendrá una función sport o casual en nuestro look, quiere decir que en muchas ocasiones irá como única prenda de la parte superior de nuestro cuerpo. Con lo cual el cuello y el puño tendrán mucho protagonismo. En igual circunstancia que si nos cubrimos con un jersey, quedarán igualmente a la vista el cuello y los puños.
El mayor hecho destacable de una camisa de hombre es el sentido de los botones. Los de hombre abrochan de izquierda a derecha, es decir, tienen los botones en la derecha y los ojales en la parte izquierda de la camisa. Según cuenta la tradición, esto es porque así en la antigüedad los hombres podían desabrocharse la camisa con la mano izquierda mientras sostenían la espada con la derecha.