A veces los propios profesionales liberales no tenemos en cuenta que somos la propia imagen de nuestro negocio, marca o despacho profesional. Todos somos marca propia, por eso debemos hacer constantemente branding.
Hace décadas, la marca se definía como un nombre, eslogan, letrero, símbolo o diseño, pero hoy la marca es un poco más compleja. Es la percepción que tiene un consumidor cuando escucha o piensa en el nombre, servicio o producto de su empresa. Cómo te vean, verán tu empresa, negocio o comercio. Y según te vean, contratarán o no tus servicios.
No distinguir entre las horas del día que estamos trabajando y las de ocio, puesto que el autónomo o profesional liberal suele mezclar ambos aspectos de su vida, puede hacernos cometer errores. En función de tu profesión, podrás decantarte por un tipo de vestimenta u otro.
Si no se requiere dress-code muy estricto, puedes optar por el llamado business casual. Es decir, no necesitas traje y puedes combinar chaqueta, pantalón y camisa. Pero sea cual sea tu elección, cuida que las prendas estén bien planchadas, limpias y en perfecto estado. Igual de importante, y no siempre es un aspecto tenido en cuenta, es tu aseo personal: Péinate bien cada mañana, aféitate en condiciones o, si llevas barba, recórtala adecuadamente. No estaría mal que pudieras poner colonia en tu piel. Tu aroma corporal te abrirá o cerrará muchas puertas con tus clientes.
Esta menor rigidez puede hacernos relajar nuestro umbral de elegancia y entra en juego saber combinar distintas tonalidades, texturas y tejidos. No combines nunca chaqueta de cuadros con camisas de rayas, o blazer con camisa casual. Para saber combinar estas tres premisas influye de sobre manera el ámbito que nos movemos, por donde nos movemos y con quien nos movemos. El mejor refrán es “Allá donde fueres, haz lo que vieres”.
No será lo mismo si visitas una obra, que debes ir con colores claros para minimizar el efecto polvo y la suciedad, que si eres un comercial de servicios funerarios que debes vestir colores oscuros por respeto a los familiares del fallecido. En ambos casos, estamos vistiendo en función de las circunstancias. El primero, encargado de obra, llevará combinaciones discretas en colorido y acorde al ambiente laboral por donde se mueve. El segundo, jugará con la cercanía y, a su vez, seriedad del cargo que representa.
Cuando se cumple poco más de un año del fallecimiento de Vivienne Westwood, el legado… Read More
La princesa Leonor ya ha empezado la cuenta atrás de su vida en Zaragoza para… Read More
Una escapada a un mundo privado de lujo. Esa es la propuesta de Marriott, que… Read More
La prestigiosa Guía Michelin no solo premia con sus estrellas a los mejores restaurantes del… Read More
Su experiencia personal en las rutinas de cuidado de su piel han sido la fuente… Read More
En La Fundación Querer lleva a cabo varios proyectos centrados en mejorar la vida de… Read More
Este sitio utiliza cookies para prestar sus servicios y analizar su tráfico. Las cookies utilizadas para el funcionamiento esencial de este sitio ya se han establecido.