Con altas temperaturas y clima seco la camisa de lino es el mejor aliado para el hombre. Ayuda a combatir el calor y los rigores del verano. El lino es mucho más antiguo incluso que el algodón. Es una camisa cara, por lo que en ocasiones se mezcla con fibras sintéticas. Pero pierde su esencia: ligereza, frescura y transpirabilidad. No tiene buena venta entre el público masculino por una de sus principales características: la arruga. Ya dijo Adolfo Domínguez aquella mítica frase que quedará para la historia: “La arruga es bella”. Pero no todos los hombres piensan igual.
Suele estar formada por uno o dos cabos enrollados entre sí. Si es así, aporta resistencia al tejido y longevidad a la camisa. En verano se combina habitualmente con pantalón y americana del mismo tejido. Aunque esto hace que nuestro look pueda parecer desenfadado. Con lo cual puedes mezclarlo con otros tejidos, por ejemplo, pantalón y americana de algodón.
Es muy frecuente el cuello mao, pero tampoco es extraño verlo sin entretelas y totalmente desestructurado. El color por excelencia es blanco. Aunque se pueden ver en todos los colores lisos, cuadros, estampados y rayas.
Su hechura nunca será muy entallada, o eso es lo aconsejable. Se puede llevar incluso por fuera del pantalón con el puño remangado, con lo que nos olvidamos de la manga corta. Acompañado de un mocasín de borlas o un zapato de hebillas harán de nuestro outfit la admiración de quien nos rodea. Pero recuerda, el lino es para llevarlo arrugado.
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