“Una de las colecciones más importantes de joyas reales y nobles de las cortes de Europa central que se hayan subastado jamás”. Así describe Sotheby’s la gran subasta de las joyas de la familia del zar Fernando I de Bulgaria que realizará en Ginebra el próximo 13 de noviembre.
No en vano, la venta ha sido titulada El tesoro de un zar: Fernando de Bulgaria. Todo siguiendo la estela de Viena 1900: Una colección imperial y real, celebrada en el Hotel Mandarin Oriental de Ginebra los días 6 y 7 de noviembre de 2023. Una venta exclusiva que aglutinaba joyas de la dinastía Habsburgo.
Esta colección cuenta con 114 lotes, que abarcan casi un siglo de historia de la familia del zar Fernando de Sajonia-Coburgo-Gotha. Se configura como un magnífico testimonio del gusto del zar Fernando, que fue alimentado por su madre. Ella fue la princesa Clementina de Orleans, una gran amante de las joyas.
Junto con las piezas propiedad del zar Fernando y las reliquias de su madre, esta colección excepcional y única incluye joyas transmitidas de generación en generación por miembros clave del linaje inmediato del zar. Además de piezas hechas para sus hijos, especialmente sus hijas, las princesas Eudoxia y Nadezha.
Hay que destacar que esta colección tiene una característica especial. Tiene un marcado carácter internacional, con piezas producidas por varios joyeros austrohúngaros, así como por los joyeros internacionales más importantes de su época. Es el caso de Bapst, Eugène Fontenay, Froment-Meurice y Castellani.
Junto a ello, destaca la predilección de la familia por las piedras preciosas y los diamantes. Estos elevan objetos personales típicamente masculinos y prácticos, como gemelos, alfileres de corbata y pitilleras, a la categoría de obras de arte.
De hecho, el lote estrella de la subasta, con valor estimado entre 500.000 y 700.000 dólares, es un alfiler de corbata. Elaborado en oro amarillo, tiene una flor de lis engastada. Esta cuenta con un diamante Fancy Gray-Blue en forma de pera de 2,08 quilates y cuatro diamantes de colores. En concreto, un diamante Fancy Pink de 0,65 quilates, un diamante Fancy Green de 0,52 quilates, un diamante Fancy Deep Brown-Orange de 0,47 quilates y un diamante Fancy Intense Green-Yellow de 0,13 quilates.
Además de los numerosos artículos encargados por el zar, esta venta incluye tiaras, broches, pulseras, pitilleras o gemelos. Todos reflejan la evolución de los gustos y diseños de joyería creados para las familias gobernantes más influyentes de Europa Central, desde mediados del siglo XIX en adelante.
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