La leyenda de la buena suerte
Sus leyendas hablan de buenos augurios y de buena suerte, convirtiendo a las mariposas y las libélulas en una de las mayores representaciones del arte de la joyería.
Representan al alma femenina y los espíritus victoriosos. Culturas de todas partes del mundo las han adorado, dedicándoles dibujos y esculturas a modo de plegarias. Sus leyendas hablan de buenos augurios y de buena suerte, convirtiendo a las mariposas y las libélulas en una de las mayores representaciones del arte de la joyería.
Las mariposas y las libélulas se relacionan con la metamorfosis y con la capacidad de ser nexo entre la vida y la muerte. Son capaces de preservar las vidas del pasado, de transformar las almas y darles la oportunidad de regresar a la vida bajo el campaneo de las hadas.
Emperatrices japonesas y reinas de todo el mundo las han portado siempre cerca del corazón para mantenerse saludables y mejorar todos los aspectos de sus vidas y reinados. La Reina Letizia se ha apuntado a esta creencia, actualizando y renovando esta tendencia nacida de una crisálida. Para ello ha elegido distintas piezas de la prestigiosa firma joyera:Van Cleef & Arpels. Para atraer la buena suerte, energías positivas y buenas vibraciones de estos insectos cuyo aleteo puede cambiar el mundo, es mejor seguir el ejemplo de las reinas y tenerlas cerca del corazón.
Por ello, aunque podamos encontrar muchos tipos de piezas de joyería (desde anillos hasta coronas), son los broches y los colgantes los más indicados para aumentar su poder de atracción. Dodo, la firma de joyería italiana que está triunfando en todo el mundo ha democratizado y han hecho que hoy en día cualquier persona se pueda apuntar a esta tendencia. Un must para esta temporada.
En la naturaleza podemos encontrar estos insectos de multitud de colores, pero son el blanco, el amarillo, el rosa y sobre todo el azul los que atraen la buena suerte. En joyería se esculpen en cualquier tipo de oro y piedras, pero son el color amarillo y el azul los que predominan cuando se quiere dotar al arte de la joyería de la capacidad de serenar y colmar de buenos augurios a los novios recién casados.