Be Funny, Be Moschino!
Excéntrico, revolucionario… Jeremy Scoot nos invita a disfrutar de la moda con una visión diferente pero no lejana a la del fundador de la casa italiana.
No hay celebrityo It girl que se resista a sus particulares diseños. Prendas y accesorios sorprendentes que miran al pasado más reciente con personajes de ficción llevados a la costura. Ésta podría ser la clave del éxito del diseñador americano que atrapa al consumidor con sus creaciones y divertidos desfiles porque para Jeremy Scoot todo es Fun, fun, fun!
Llega la temporada de cambiar el armario, un cambio que no tiene por qué ser aburrido, el otoño no es sinónimo de monotonía cromática. El color irrumpe con fuerza en las propuestas de la casa italiana. Si queremos crear looks diferentes, que no pasen desapercibidos, originales pero con estilo… sumergirse en el mundo Moschino es garantía de éxito.
Y para los nostálgicos, una de las prendas más trendy y estrella de la colección, que las fashionistas ya visten, es el jersey con los dibujos animados de nuestra infancia, los Looney Tunes, que saltan de la pequeña pantalla a la calle. ¿Qué hay de nuevo, viejo?
El trabajo de Jeremy Scoot para la casa italiana está siendo recibido con aplausos, para sorpresa de muchos. Su último éxito, la apertura de la primera tienda de Moschino en EEUU. Nueva York acoge un espacio que no deja indiferente aunque no sea apto para todos los bolsillos. Los precios varían desde los 70 dólares por una funda de móvil hasta los más de 2.000 que cuesta un vestido de noche.
Con una visión empresarial que aleja a la moda de ciertos estereotipos, el diseñador americano continúa con la firma que lleva su nombre y acaba de presentar sus propuestas para la próxima primavera en la recién terminada fashion week de Nueva York. Una colección llena de referencias pop que pretende transformar a la mujer en diva con minivestidos y maxi pelucas, inspirado en Brigitte Bardot, Barbarella o las chicas Bond.
Con una carrera imparable, Jeremy Scoot, no solo tiene el reconocimiento de la crítica y el público. En 1999, el Concilio de Diseñadores de Moda de América (CFDA, siglas en inglés) le otorgó el galardón al mejor joven diseñador.