Las bodas se han convertido en las grandes protagonistas de la crónica social de las últimas semanas. La temporada arrancó con el sí quiero de Brooklyn Beckham y Nicola Peltz y ha continuado con las tres ceremonias de Kourtney Kardashian. Un no parar de celebraciones en las que hemos visto diferentes estilos de novia. Y es que en lo que respecta a vestidos, las famosas siempre nos sorprenden apostando por firmas y estilos que jamás nos hubiéramos imaginado. Hoy os presentamos el top 10 de los vestidos de novia más icónicos de las celebrities.
Aunque este año le ha tocado ejercer de madre del novio, hace 23 años Victoria Beckham se vestía de blanco para decirle «sí quiero» a David Beckham. La entonces Spice Girl se decantaba por un vestido de la diseñadora estadounidense Vera Wang, en color champán y compuesto por una ajustado corpiño sin tirantes, del que partía una voluminosa falda.
Un diseño con el que lucía espectacular y que remató gracias a los complementos. Realzó el vestido con un velo de seis metros y una tiara de oro de 18 quilates con la que decoró su cortísima melena.
Pero si hablamos de metros de cola, el triunfo se lo lleva Priyanka Chopra. La actriz se casaba en 2018 con Nick Jonas en una espectacular boda de una semana en la India, su país natal, y aunque lució varios vestidos en la boda, su clásico traje blanco ha pasado a la historia.
Para la ceremonia cristiana Priyanka Chopra apostaba por un vestido personalizado de Ralph Lauren decorado con multitud de perlas, cuentas y adornos de cristal de Swarovski en el que se emplearon 1.826 horas de trabajo. Un diseño semitransparente con cuello alto y manga larga, que completó con un gigantesco velo de 22 metros que sostenían hasta cinco personas. Una auténtica locura.
Mucho más discreto fue el vestido que lució Beyoncé en su boda con Jay-Z en 2008. La pareja se casó en una ceremonia íntima en su casa de Manhattan y de acuerdo con esta familiar celebración, la cantante lució un vestido diseñado por su propia madre.
Un diseño confeccionado en tafetán, de color blanco, silueta sirena y escote corazón, que acompañó de un velo que caía desde el pulido moño con el que recogió su melena.
También sencillo pero igualmente icónico fue el vestido de novia que escogió Kate Moss para dar el «sí quiero» a Jamie Hince en 2011. La modelo se decantó por un romántico diseño de John Galliano hecho a medida, de tirantes, detalles trasparentes y pedrería en la falda, que tenía un estilo lencero que recordaba a los vestidos de los locos años 20. Fue una de las celebrities cuyos vestidos de novia se recordarán siempre.
Aunque si hablamos de vestidos de novia icónicos, en esta lista de celebrities no pueden faltar las royals. El vestido de novia de Kate Middleton ha pasado a la historia como uno de los diseños más bonitos de las novias reales actuales.
Para su boda con el príncipe William, Kate Middleton lució un bonito diseño de Sarah Burton para Alexander McQueen, un vestido de satén blanco y marfil que se componía de un corpiño de escote en V, cubierto de un encaje que cubría los hombros y las mangas, y del que partía la falda. Completó el look con un velo hecho con capas de tul y la tiara Cartier Halo que le prestó Isabel II para la ocasión.
Treinta años antes de Kate Middleton, su suegra, Lady Di, ya había hecho historia con su vestido de novia. Para casarse con el príncipe de Gales, Diana escogía un vestido de tafetán de seda en color marfil diseñado por David y Elizabeth Emanuel.
Un espectacular y voluminoso diseño decorado con encaje, lentejuelas, bordados y 10.000 perlas, que destacaba por sus espectaculares y abullonadas mangas, a las que se le sumaba una cola de siete metros. Un vestido que marcó una época en los 80 y que ha pasado a la historia.
Hablando de novias reales, no podíamos olvidarnos de Grace Kelly. La actriz de Hollywood se convertía en princesa de Mónaco en 1956 al casarse con Rainiero III. Todo un acontecimiento para el que escogió un vestido obra de la entonces diseñadora de vestuario de la Metro-Goldwyn-Mayer Helen Rose.
Se trataba de un vestido de tafetán y seda con encaje de Bruselas con cuello alto y maga larga, que se ceñía al cuerpo con un ajustado corpiño, del que partía una voluminosa falda. Un diseño similar al que años después luciría Kate Middleton, pero con un aire más sofisticado.
Sin embargo, no todas las novias han lucido un estilo princesa en sus bodas. Blanca Jagger daba el «sí quiero» a Mick Jagger en St Tropez en 1971 con un conjunto de chaqueta y falda blanco de Yves Saint Laurent.
La anécdota del traje de novia está en que, a pesar de que el diseñador había creado una blusa a juego con el conjunto, Bianca no pudo lucirla, ya que no le valía por su avanzado embarazo. Por lo que la novia ni corta ni perezosa, decidió lucir únicamente la chaqueta sin nada por debajo.
Un estilo alternativo por el que también se decantó Marilyn Monroe. En su caso ni siquiera se apostó por el clásico color blanco y dijo «sí quiero» a Joe DiMaggio en 1954 con un traje de falda negro, en el que destacaba el cuello bebé de color blanco.
Con un estilo totalmente contrario se casó ese mismo año Audrey Hepburn. La actriz fue una de las celebrities de Hollywood que escogió para su gran día uno esos vestidos de novia diferentes. El suyo era de inspiración bailarina y firmado por Pierre Balmain. Un diseño romántico, de largo midi con cuello alto, manga larga, y una cintura que se ceñía a su silueta con un lazo. Y como detalle especial, Hepburn prescindió del velo y lo sustituyó por unas flores en el pelo.
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