Moda 2017: ¡Sabemos lo que queremos!

Pilar García de la Granja nos hablaba recientemente del Greenery, el verde 2017. Y me puse a pensar: «¿Acaso nos han preguntado si queremos que sea el color de la temporada?» En la encuesta que he realizado recientemente hice una sola pregunta de carácter abierto con el fin de favorecer la amplitud y sobre todo, la espontaneidad en las respuestas.

Los resultados cualitativos de la encuesta se pueden resumir en 10 puntos:

1. Identifican ‘tendencias’ exclusivamente con aspectos estéticos.
2. Reclaman diseños que atiendan a necesidades reales.
3. Critican una estética con patrones sexistas.
4. Buscan comodidad.
5. Si estuviera en su mano la tendencia estaría marcada por la elegancia, feminidad, practicidad, no estridencias, ni extravagancias.
6. Las encuestadas reclaman en sí mismas un modelo de mujer femenina, romántica y elegante. Que no llame la atención.
7. Arrasa la calidad sobre la cantidad.
8. No destacan ninguna prenda en particular, pero cualquiera de ellas sin estridencias, ni extravagancias.
9. Predomina la pereza para pensar sobre estos temas: a la mayoría le ha costado esfuerzo pararse a pensar.
10. Sofisticación, elegancia y líneas puras y femeninas.

Me ha hecho especial gracia la respuesta de la encuestada nº 2, que afirma taxativamente: “Acabaría con la teoría ‘moda y elegancia = sufrimiento’. Me gustaría que la moda fuera elegante, femenina, cómoda y práctica, sin estridencias ni extravagancias, wearable, creada para quien va a llevarla, no para alguien en un estudio de diseño que no tiene idea ni de qué diseña ni de si es llevable o no”.

Las encuestadas son muy claras al expresar sus opiniones, la Nº1 propone como tendencia una moda “romántica etérea, femenina, realista.  Menos cantidad y más calidad”.  Por su parte, la nº 11 se posiciona sin rodeos: “No creo mucho en la moda, pienso que cada mujer se debe vestir acorde a lo que más le favorezca, que se sienta a gusto y femenina. Tendencia libre… Que cada uno se ponga lo que quiera”.

De acuerdo con la opinión de las encuestadas, el uso de las prendas estará determinado por la función “que indistintamente use pantalón y vestido y se sienta siempre cómoda”. Todo ello dependiendo del objetivo con el cual elabora sus outfits. Me ha llamado la atención lo explícito de algunas respuestas como por ejemplo la encuestada nº 19: “Que se trate a la mujer con la dignidad que tiene y no hacer un escaparate de carne fresca. Y que se tenga en cuenta a las personas que no tienen esos tipazos que también nos gusta ir arregladas” .

En general, reclaman propuestas que sean ponibles y sienten bien al cuerpo. La  nº 36 expresa así su opinión: “Yo pienso como en cocina: haz lo que te guste, ¡hay que innovar! Pero sobre todo ropa ponible, diversidad de colores y… ¡cortes que sienten bien al cuerpo!”.

Las respuestas ponen de manifiesto que si nos preguntasen estaríamos encantadas de responder, porque sabemos lo que queremos. He querido destacar algunas de las respuestas:

• Nª 41. “Si pudiera decidir la tendencia de la moda, propondría a los diseñadores que busquen la armonía, que es belleza, en el conjunto de las piezas con las que nos vestimos. Ropa para ir bien, pero sin tiempo para arreglarse”.
• Nº 43. “Poca ropa en el armario pero elegante. Tendencia normal, que no nos disfracen”.
• Nº 61. «Una moda en la que estuviera presente la elegancia a precios asequibles y en la que las adolescentes no salieran desmoralizadas de las tiendas porque no tienen medidas de pasarela«.

Las mujeres saben lo que quieren. Predominan el espíritu propio y las ideas claras. Que nada tienen que ver con las propuestas generales. La que el cliente va a reclamar, ha de presentarse también en el núcleo de las macro-tendencias.

De acuerdo con el objetivo de esta encuesta, la tendencia de mujer real 2017 podría estar definida por tres macro-tendencias:

• Feminidad: stop attacks on women!
• Comodidad y libertad de estilo
• Calidad: cantidad

He echado de menos más presencia de intangibles en la formulación de tendencias. Solo un par de casos han hecho referencia a cualidades como la autenticidad, la solidaridad y la honestidad, por ejemplo. Aunque sí se ha reivindicado la libertad de estilo.