Cuando queremos cambiar por completo nuestro armario con ropa nueva que esté de moda en esa temporada, podemos tomar diferentes caminos. Por un lado, podemos ir a tiendas donde podemos encontrar auténticas gangas y llevarnos un montón de prendas de vestir. O por el contrario, podemos comprar en tiendas de grandes marcas donde una falda o dos pueden costarte lo mismo o incluso más de lo que habrías gastado en el anterior caso.
Una vez dicho esto. ¿Qué diferencia una falda de 15 euros de una de 100? ¿Cuál es la razón por la que hay tanta diferencia de precios cuando se podría decir que ambas sirven exactamente para lo mismo? En este artículo te queremos hablar de todo lo que tienes que saber sobre la variedad de precios en las prendas de vestir.
Si fuésemos a dar una vuelta a una gran superficie, como un centro comercial, para buscar una falda nos encontraríamos con que en la mayoría de tiendas el precio suele oscilar sobre una media. Sin embargo, en unas marcas podemos comprobar que éste sube extremadamente, mientras que en otras es exactamente lo contrario, baja tanto que incluso nos pensamos el comprar dos o tres para que pueda servirnos como fondo de armario.
Existen muchos motivos por los que una prenda puede ser más o menos cara. Esto también puede ocurrir, por ejemplo, con los teléfonos móviles. Un terminal de una marca puede llegar a tener un coste muy superior a los mil euros, pero, por otro lado, tenemos un modelo muy similar y que harán prácticamente lo mismo por unos doscientos o trescientos euros.
Aquí muchas veces juega un papel determinante la marca. Llevar una falda de una marca reconocida mundialmente va a ser más valorado que, por ejemplo, comprar en la sección de moda de un supermercado. El valor de la marca es esencial para esta subida de precios, pero según nos comentan en TopAlternativas, esto es algo que cada vez se está devaluando más, puesto que se prefiere pagar por algo más económico, en lugar de soltar tanto dinero por una prenda de vestir.
Por supuesto que el valor de una marca es importante, pero no lo va a ser todo para determinar el precio de la ropa que compramos. Conviene saber la procedencia de la prenda de vestir y también cómo se desglosa su precio. Debes de pensar que cuando pagas 15 euros por una falda, dentro de esa cifra estará incluido el tejido con el que se ha elaborado y la mano de obra que lo ha fabricado. Además de esto, habrá que añadirle el IVA correspondiente, el coste de las instalaciones donde se encuentra la tienda, los dependientes, y otro largo etcétera.
Cuando analizas muy bien esto, el precio que recibe el empleado que está fabricando la prenda de vestir que vas a llevarte es mínimo. Este es uno de los principales motivos por los que, como nos comentan en VeronicaChic, las mejores marcas de ropa de mujer han decidido ajustar sus precios. De esta manera los empleados pueden recibir un salario digno y justo, según lo que está estipulado en la normativa.
No todas las marcas han hecho este reajuste. Por ello nos encontramos con otros precios que realmente son muy bajos para la prenda que vas a comprar. Como se suele decir, cuando vas tirando del hilo, vas descubriendo cómo las fábricas que se encuentran en Oriente y que son de de grandes empresas textiles cuentan con muy poca seguridad. Además de un salario y condiciones muy por debajo de lo recomendado. En muchos casos, se ha comprobado que el porcentaje más alto va para los bolsillos de los empleados, mientras que el trabajador o trabajadores reciben un precio muy por debajo.
Para documentarnos mucho mejor sobre el coste real de la ropa, hemos analizado el artículo de SModa. Efectivamente nos encontramos con que muchas empresas de ropa han creado un movimiento para que los empleados cuenten con un salario digno. El fin es que todos puedan vivir con unos ingresos correctos para que puedan mejorar su calidad de vida.
Aunque en ciertos estudios se ha podido comprobar que la calidad del tejido que hay entre una falda de 15 euros y una de 100 euros es prácticamente igual, cambiando por supuesto el diseño y otros detalles, lo que va a variar es todo lo que conlleva el precio bajo, es decir, un coste de producción más bajo, contratando a mano de obra muy barata para realizar el trabajo, sin seguridad y con una calidad laboral muy por debajo de lo que marca la Normativa en este tipo de negocios. Sin embargo, son muchos los empresarios que se aprovechan de estos casos para llevar las fábricas a la India, a China, entre otros países en los que este tipo de trabajo no está regulado y, por lo tanto, el coste puede ser muy bajo.
En el caso de las faldas de 100 euros nos encontramos con que las fábricas están en España o en países europeos. Los empleados reciben exactamente lo que está estipulado por la Normativa y cumplen con todas las normas necesarias de higiene y seguridad.
Una vez analizado esto, la diferencia está en la moral del consumidor. Si prefiere comprar muchas prendas de vestir a bajo coste, sabiendo que de esta manera se está estimulando que los empresarios sigan aprovechándose de otras personas que trabajan por una miseria, o por el contrario, buscan comprar prendas de vestir que van a contar con toda la normativa vigente, no solo en seguridad para sus empleados, en la utilización de los tejidos y tintes para su fabricación; sino también aquellas marcas de ropa que buscan cuidar el medio ambiente con productos que no van a contaminar tanto y que sus fábricas están pensadas para eliminar de manera sostenible aquellos contaminantes que sobran.
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