El sexo tras la infidelidad, ¿se puede llegar a perdonar?
Cuando se descubre, la infidelidad se vive como una de las peores formas de traición, poniéndose a prueba la capacidad de volver a confiar en el otro para perdonar y retomar la intimidad.
De todas las crisis que puede soportar una pareja, la infidelidad es quizá la más dura de superar al sentirse como una alta traición y dar paso a un trauma difícil de curar. ¿Cómo recuperar la confianza en el otro? ¿Cómo curar esa herida y retomar el sexo tras la infidelidad? Analizamos con expertos los motivos que subyacen al engaño, las reacciones y secuelas que producen en la pareja, junto a las posibles soluciones que harán posible el volver a hacer el amor con la pareja tras una infidelidad. A ojos de la mayoría, se es infiel cuando se hace el amor con una persona distinta a la pareja.
Sin embargo, esta concepción reduce la infidelidad a los casos en los que hay penetración cuando, en realidad, «el aspecto más importante de la infidelidad está en la violación de un compromiso de exclusividad establecido entre dos personas», indica el psicoanalista e investigador mexicano Jorge Sánchez Escárcega. Es precisamente en la percepción de traición donde el sistema de valores de la pareja se ve más afectado. Aparecen en su lugar sentimientos de dolor y de fracaso, producto de la mentira y el engaño vividos. Tales sentimientos son difíciles de gestionar. A menudo se traducen en las recriminaciones mutuas y distanciamiento emocional y sexual.
Reacciones distintas ante el engaño
Las consecuencias que suceden al comportamiento infiel cuando es descubierto pueden ser variadas e impredecibles: «Al shock sentimental le sigue todo un proceso de asimilación en el que las reacciones de uno y otro miembro de la pareja no se hacen esperar. El engañado, por su parte, presentará reacciones que puedan ir desde la indiferencia a la cólera, pasando por la venganza». Al infiel, en cambio, le asediarán los sentimientos de culpa y en muchos casos dejará la aventura para recuperar a su pareja. Según Mireia Martínez i Artola, psicóloga y sexóloga en Barcelona «hay una pérdida de confianza en la pareja y en uno mismo, y esto repercute, a nivel general, en la relación de pareja, y, específicamente, en el ámbito sexual».
Las teorías herederas de la Selección Sexual de Darwin explican que los seres humanos, como otros animales, buscamos de forma instintiva la transmisión de genes. A través de sus preceptos se puede llegar a entender un poco mejor la infidelidad masculina. El hombre está interesado en fecundar a cuantas mujeres pueda. Mientras que las mujeres, que cargan con el embarazo y con los hijos, no se toman a la ligera las relaciones sexuales y son más selectivas. Pero también desde el psicoanálisis se observa esta falta de equidad en los sexos.
¿Los hombres son más tendentes a la infidelidad?
Algo que nos explica Helena Trujillo, psicóloga y terapeuta de parejas del Grupo Zero: «El hombre tiene una libertad sexual que no tiene la mujer; no en vano existe una doble moral para él, que se manifiesta, por ejemplo, en la prostitución. A la mujer, sin embargo, no se le permite tal grado de libertad sexual, y por ello padece con más frecuencia la insatisfacción sexual o la enfermedad». Las investigaciones sociológicas y sexológicas manifiestan también la hipocresía en esta materia. Aunque las relaciones extramaritales se condenan y se valora la fidelidad, muchas de esas mismas personas que opinan en las encuestas han sido infieles a su pareja, pero jamás lo admitirán públicamente.
Y es que, las relaciones sexuales son un ingrediente fundamental en la pareja. Cuando fallan, el que se siente insatisfecho tiende a buscar fuera de la relación lo que no encuentra en su pareja. Basándose en su experiencia clínica, el psiquiatra norteamericano Levine explica cómo, tras la infidelidad, la pareja que decide superarlo retoma su vida sexual como uno de los instrumentos de reparación de aquella confianza que se rompió: «El infiel se siente arrepentido al darse cuenta del dolor que ha causado y desea hacer el amor con su pareja para mostrarle gratitud. La persona engañada busca recobrar la relación a través de una intimidad psicológica renovada a través del contacto sexual».
¿Se llega a perdonar el engaño? Los factores implicados en la recuperación de la pareja
El tiempo:
¿Cuánto tiempo tiene que pasar para retomar la actividad sexual tras una infidelidad? «El tiempo que debe transcurrir es un factor que depende de cada pareja. Para retomar la actividad sexual es necesario haber recuperado la confianza y seguridad que nos permite sentirnos deseados y dejarnos seducir», indica Mireia Martínez. Por tanto, no se puede dar una respuesta categórica, ya que incluso se podría favorecer un acercamiento. Esto último sucedería en los casos en los que el reconocimiento de la infidelidad supusiera un nuevo acercamiento emocional, tras encontrarse las causas y ponerse sobre la mesa los posibles motivos que llevaron a traicionar el compromiso.
La frecuencia:
Generalmente la frecuencia sexual disminuye como fruto del conflicto de pareja. Por parte del engañado existe una desconfianza básica, y por parte del infiel, un poso de tristeza el que inhibe el acercamiento sexual. «No olvidemos que las relaciones sexuales son una forma de compartir y demostrar los sentimientos hacia la otra persona«, aclara la experta. Es por ello que sólo con el paso del tiempo y con la resolución del problema se irán produciendo acercamientos sexuales que ganarán en calidad. O al menos, se normalizarán en frecuencia respecto a los hábitos que tenía la pareja antes del incidente.
La calidad:
Además de en la frecuencia, el impacto negativo de la crisis por infidelidad puede acusarse también en la calidad de la relación. «En ocasiones, el efecto rebote es una posible disfunción sexual, siendo la más habitual la de deseo sexual inhibido». De hecho, tal puede ser el efecto devastador de una infidelidad puesta al descubierto, que, según los sexólogos, puede afectar al propio ciclo de respuesta sexual. Y lo hará de forma diferente en uno y otro sexo: «En el hombre puede producirse, además de la falta de deseo, un problema de disfunción eréctil, y, en la mujer, un vaginismo o la anorgasmia».
Fases tras la infidelidad: Qué se puede hacer para tratar de restaurar la relación
Levine describe varias fases que se suceden en la pareja tras conocerse la infidelidad, y aconseja cómo afrontarlas para reanudar la relación sexual:
- Tras el conocimiento vendrá un estado de shock que podría llevar a ciertas exigencias por parte del engañado. Por ejemplo, cuando este insista en conocer los detalles eróticos de la infidelidad. En este sentido, el hombre infiel nunca dirá toda la verdad, por saber que con ello dañará a su pareja. Por su parte, si la infiel es la mujer, temerá una reacción agresiva por parte del hombre, que cohibirá su respuesta. El consejo de Levine es evitar los detalles, que pueden brindar más ansiedad y generar inseguridad respecto a la propia sexualidad y autoestima.
- También podría suceder que el infiel deje su aventura para recobrar su relación, pero experimentando una gran desazón. Ante este hecho, el engañado encontrará muy difícil y doloroso aceptar estos sentimientos de nostalgia de su pareja hacia otra persona. Sin embargo, no le quedará otra que «valorar los sentimientos de culpa del que ha sido infiel, y tratar de entender su incapacidad de reacción inmediata ante la situación», explica el psiquiatra.
- Otra de las casuísticas más habituales es la interferencia externa que se produce cuando los amigos y familiares opinan o aconsejan sobre el divorcio o separación. Levine previene, no obstante, de estas fuentes de opinión: «Es muy fácil decirle a otro que se separe. Pero esa misma recomendación seguramente no la cumpla aquel que la receta, por lo que debe ser una decisión exclusiva de la pareja».