Matchmaking personal, una forma distinta de buscar pareja

Alcanda Matchmaking te ayuda a buscar pareja a través de entrevistas personalizadas, con unas normas estrictas a la hora de relacionarse, para asegurar que las citas funcionan.

Laura Martín. 18/07/2019

El amor es amor, cuatro letras que nos vuelven locos. Hay flechazos, hay encuentros, hay parejas que surgen y no sabes cómo y hay parejas que necesitan una ayuda, porque tenemos que reconocer que o bien todos nos hemos vuelto más exigentes, o bien todo es más difícil. Y es ahí donde hemos encontrado una empresa casi única en su sector, con un proyecto pionero y que lleva años funcionando en diferentes ciudades del mundo con gran éxito.

Estamos hablando del matchmaking personal, un proyecto liderado por Verónica Alcanda, quien se ha convertido en una gurú de las relaciones personales y de conocer un perfil diferente de cliente, porque aplica las mismas técnicas que un headhunter profesional en una empresa, pero al amor. Y funciona.

El matchmaking personal es un proyecto creado por Verónica Alcanda y que tiene como objetivo aplicar las técnicas del headhunter de una empresa en el amor

El método del matchmaking personal

No es un servicio accesible a todo el mundo, estamos hablando de altos directivos, empresarias, que buscan una pareja, pero no quieren ni que aparezca su foto, ni sus datos. No es un LinkedIn, ni por supuesto es una red de contactos rápidos. Es mucho más, y todo a través de entrevistas personalizadas, exhaustivas y normas estrictas para que todo el proceso funcione.

Se firma un contrato, se establece lo que se puede y no puede hacer (como no darse los teléfonos particulares, no tener sexo la primera cita, tener cuidado con la bebida aunque los nervios puedan jugar una mala pasada…)

A través de esta técnica, grandes directivos y empresarios buscan pareja, con la seguridad de que su foto y datos no se van a compartir libremente

El 85 % de los clientes de Alcanda Matchmaking han encontrado pareja

Se analizan las citas con ambas partes por separado, se afina mucho la búsqueda porque de lo que se trata es de encontrar pareja a alguien que no tiene tiempo, y sí ganas de que su inversión tenga un buen resultado. Desde Alcanda Matchmaking afirman encontrar pareja hasta el 85 % de sus clientes. Eso sí, lo que duren, es cosa suya, como toda relación.

Y pensaréis, ¿qué no se puede hacer en una primera cita? En los informes previos que se preparan ambas partes ya saben el pasado, no hace falta hablar de divorcios, ex por supuesto que no, hijos… casi nada pilla por sorpresa. Es mucho más efectivo centrarse en lo que se tiene en común, en las afinidades y gustos.

Antes de la cita, cada persona recibe un informe con información detallada sobre el pasado de su acompañante

En las citas se recomienda hablar de las aficiones y gustos comunes, dejando el pasado de lado

El cliente puede ser cualquiera, siempre que quiera de verdad encontrar pareja y se deje guiar. Como se suele decir, hay que llegar llorado de casa y con las penas superadas. Si no… es mejor esperar otro momento antes de lanzarse a la búsqueda. Ahora Alcanda, junto a su socia Raquel Magdalena, lanza Matchmaking Corporation, para difundir y regular los servicios de matchmaking en Europa y América Latina. “Esta industria está poco regulada: agencias matrimoniales, coach lovers, orientadores sentimentales… demasiados perfiles sin una formación y una metodología contrastada. Por eso queremos formar y certificar a aquellas personas que quieran dedicarse a este sector de actividad”.

El contrato es estricto, el trabajo es serio, nadie quiere perder el tiempo. Estamos hablando de perfiles profesionales muy cualificados en cualquier ciudad del mundo. ¿Y donde se encuentran a los y las candidatas? Alcanda tiene una red de contactos amplia, conoce a muchos perfiles profesionales diferentes en sectores dispares, cultura, arte, cine, o tal vez un día te pregunte por la calle si te interesa conocer a una persona que busca un perfil como tú. Si sucede, coge la tarjeta, seguro que la experiencia merece la pena.

Subir arriba