Cómo tomar decisiones vitales durante este verano
Las vacaciones de verano se han convertido en una imparable consecución de planes para llenar de actividad los días. Pero en los últimos años triunfa cada vez más la idea de darle cabida al descanso.
El verano es uno de los momentos en los que despreocuparse, pasear, leer o meditar, si es lo que queremos. Y pensar con calma en lo que vendrá cuando esas semanas de relax acaben. Porque, sean cuales sean las vacaciones elegidas, tras ellas vuelve irremediablemente la rutina. Una rutina que en muchos casos deseamos mejorar. A veces incluso cambiar de forma radical. Y es septiembre el momento usado por muchos para ponerse realmente a ello. ¿Por qué en esta época nos replanteamos la vida? ¿Cómo debemos actuar en verano para tomar grandes decisiones?
El verano invita a pensar y tomar grandes decisiones
Preguntamos sobre esta tendencia a Antonio Herrero Estévez, autor de ricosylibres.com, que lleva el desarrollo personal a la práctica más rigurosa. “Las vidas se replantean en dos momentos clave. O bien cuando tenemos un fuerte revés o cuando tenemos tiempo para pensar. El verano da pie a lo segundo”, explica.
Y continúa: «Vivimos rodeados de ruido, de distracciones, de rutinas. En el momento en que paramos, reflexionamos de manera natural y nos cuestionamos qué estamos haciendo, hacia dónde estamos yendo, y si es allí hacia donde queremos ir”.
Hay que pensar en positivo
La clave no está en huir de lo que no queremos en nuestra vida, de ese trabajo que odiamos o de los malos hábitos que nunca eliminamos. Fieles a un pensamiento positivo, se trata de visualizar lo que realmente queremos: el empleo que soñamos o las actividades que queremos incorporar en nuestro día a día.
“Lo que verdaderamente nos llena es acercarnos a aquello que deseamos ver materializado en nuestra vida”, dice el experto. Es en lo que debemos aprovechar para dedicar nuestras vacaciones, pensar en lo que queremos experimentar, en eso a lo que queremos dedicar nuestro tiempo una vez finalice agosto.
Mirarnos al espejo y reflexionar
Pero… ¿cómo sabemos si realmente estamos pensando en un cambio de vida? Antonio nos invita a hacer un ejercicio sencillo, mirarnos al espejo. Una vez que nos enfrentamos a nuestra propia imagen reflejada empezamos a pensar: “¿Quién es esta persona? ¿Me he convertido en lo que soñaba? ¿Quién soy? ¿Quiero ir mañana a este lugar? ¿Quiero quedar con estas personas otra vez? ¿Quiero ir al mismo bar? ¿Quiero hacer el mismo recorrido que los últimos años?”
Tras haber respondido con sinceridad a estas preguntas toca tomar decisiones, el aspecto más difícil de todos antes de un gran cambio. Y cuando estas decisiones son importantes merecen dedicarles el tiempo adecuado, no tomarlas a la ligera.
Algo que, según Herrero Estévez, “parece obvio, pero es realmente la clave”. Cuando se está ante dos decisiones hay que estudiar con detenimiento cada una de ellas. “Hay que cerrar los ojos e imaginar cada una de las opciones con toda la viveza de nuestros sentidos. Nuestra imaginación es muy potente y si la usamos sabiamente no existirá decisión demasiado difícil para nosotros”.
¿La meditación es una gran aliada?
La meditación ayuda de forma certera en todo lo que tenga que ver con la mente, y tomar una decisión es algo eminentemente mental. Meditar ayuda a concentrar la mente. Para saber discernir entre una decisión u otra debemos estar concentrados durante el tiempo necesario en cada una de las opciones para así llegar a profundizar en ellas.
¿Cómo afrontar la vuelta a un trabajo que no queremos?
Prefiero pensar en que intentamos cambiar más por acercarnos a aquello que queremos, que por alejarnos de aquello que no queremos. No volver al trabajo que odiamos puede ser importante para nosotros, pero lo que verdaderamente nos llena es acercarnos hacia aquello que deseamos ver materializado en nuestra vida.
Un año sabático antes de la Universidad: ¿para quién?
El año sabático se lo toma quien se ha parado a reflexionar durante unos segundos si ir directamente a la universidad es lo más sensato que puede hacer a sus 18-19 años, o si no sería mejor conocer el mundo que luego dirá no tener tiempo para conocer.
¿Qué consejos nos podría dar para afrontar la vuelta al cole con una mentalidad más saludable?
El colegio es un reto. En lugar de verlo como algo negativo o como un lugar donde aprender cosas poco útiles, veámoslo como un lugar donde aprender a pasar pruebas, a retarnos, a fortalecernos, a mejorarnos a nosotros mismos, a ser un poquito más capaces de lo que éramos ayer, a refinar nuestros buenos hábitos y a desechar los malos. Con la perspectiva adecuada, el colegio es uno de los mejores gimnasios para el desarrollo personal.