No es un trastorno ni una enfermedad, sino que se trata de un rasgo de personalidad característico. Las personas altamente sensibles tienen una particular forma de procesar la información. Esto les afecta a nivel emocional, convirtiéndolos en individuos de los que podría decirse que “sienten demasiado”. Los adultos van aprendiendo a gestionarlo con el tiempo, pero los niños PAS pueden tener una mayor dificultad para manejar esta alta sensibilidad. Te explicamos qué significa ser una persona PAS, sus repercusiones y lo que puedes hacer ante la sospecha de que alguno de tus hijos tenga alta sensibilidad.
Gracias a la psicología de la divulgación cada vez estamos más familiarizados con ciertos términos clínicos antes totalmente desconocidos. Así, los conceptos como TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo) o TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) forman parte de cualquier conversación habitual entre personas no expertas.
Entre estos acrónimos seguramente has oído hablar de ser una persona PAS. Estas letras se corresponden con la descripción de “Personas Altamente Sensibles”. En los niños es habitual verlo también escrito como NAS, significando entonces “Niños Altamente Sensibles”.
Las personas PAS tienen una capacidad superior para percibir lo que pasa a su alrededor. Por ello, sienten más en comparación con los demás. Esta sensibilidad superior es para bien y para mal, y aplica tanto a las emociones, como a la misma percepción sensorial de los estímulos.
Para entendernos, las personas con alta sensibilidad es como si tuvieran una capacidad de sobreestimulación permanentemente activada. Una especie de antena hipersensible capaz de captar lo que sucede en el entorno. En consecuencia, esta extrema receptividad las hace responder más que a los demás.
La mayor referente en la materia es estadounidense y se llama Elaine Aron. Ella es también autora del libro El don de la sensibilidad: Las personas altamente sensibles, un best seller con el que se dio a conocer a nivel mundial. En este libro define la personalidad PAS como un don, explicando todas las facetas de la alta sensibilidad y sus dificultades.
La autora hacer ver también que, bien gestionada, esta puede considerarse una bendición, y aportar mucho a los demás. En su libro, Elaine Aron describe los pilares de las personas PAS, más conocidos como D.O.E.S. y que atienden a las siglas de Deep processing, Overstimulation, Strong Emotions y Sensitive to subtleties.
Las personalidades PAS hacen un excesivo análisis y procesamiento de lo que pasa a su alrededor a partir de las sutilezas que perciben en el ambiente y que son generalmente ajenas a los demás. Esto las hace reflexionar profundamente antes de actuar. Habitualmente presentan también una respuesta emocional más intensa y son personas que tienden a emocionarse a menudo.
Su amplitud perceptiva puede complicarse para los PAS en algunas situaciones, llegando a agobiarlos. Ya sea porque la circunstancia aporte un exceso de información, porque lo haga durante demasiado tiempo o porque tenga demasiada intensidad, algunos escenarios les pueden resultar abrumadores. Esto puede aplicar a circunstancias sociales, a condiciones desordenadas, pero también a estímulos como los ruidos fuertes o el exceso de luz.
La tercera cualidad, correspondiente a la letra “E” de los D.O.E.S., se refiere tanto a las emociones como a la empatía. Parte de su gran sensibilidad empática responde a una intensa activación de las conocidas neuronas espejo, responsables de captar las emociones en los demás y de imitarlas.
Fruto de su reflexión sobre lo que sucede y su capacidad para ponerse en el lugar de los demás, las personalidades PAS responden con mayor magnitud emocional.
El cuarto pilar es la capacidad para percibir las sutilezas de lo que acontece en el ambiente y a las personas que están en él. Las personas altamente sensibles son capaces de notar cosas en las que los demás no reparamos o pasamos por alto.
Los estudios cerebrales analizando la forma en que procesan y reaccionan a la información los individuos PAS han hallado que la alta sensibilidad responde, más que a un incremento de sus sentidos, a un mayor procesamiento a nivel del sistema nervioso central.
Como su nombre indica, ser PAS supone tener un nivel de sensibilidad muy superior a la media. Dicho esto, es importante considerar esta alta emotividad como una cualidad y no como un defecto. Es decir: a las personas PAS no hay que considerarlas diferentes por tener algún tipo de carencia, de trastorno físico o del desarrollo.
En este sentido, debemos recordar que no hay dos personas iguales, ni unos somos mejores que otros por mostrarnos diferentes respecto a la mayoría de la población. En psicología y en medicina, de hecho, es corriente hablar de niños normotípicos y neurotípicos, que son los que responden al perfil más habitual en lo que se refiere al desarrollo e hitos físicos e intelectuales, respectivamente, pero no por ello “mejores” que los que no se ajustan exactamente a ese patrón.
Comprender que la personalidad PAS no es un defecto sino una forma de ser es fundamental para ayudar a los niños con estos rasgos y favorecer su inclusión. Al contrario que los adultos, los pequeños PAS (o NAS) son niños que se emocionan constantemente y que llegan a empatizar tanto que sufren más que la mayoría.
Además, tampoco son capaces de gestionarlo porque su percepción del entorno y su empatía surgen espontáneamente, en una suerte de lectura natural, consecuencia de su superior capacidad sensitiva.
Sin embargo, de cara a los demás, y concretamente a otros niños de su grupo de edad, esta forma de ser puede ser malinterpretada y generar algunas suspicacias o incluso el rechazo. A nivel sensitivo los niños con alta sensibilidad (NAS) pueden reaccionar mal y agobiarse ante estímulos en los que hay mucho jaleo, como ruidos o mucha gente. También puede molestarles que les toquen, inquieran cosas o sientan que deben responder de alguna manera.
Recordemos que sus cinco sentidos están muy agudizados . Captarán los y sutilezas en todo. En el olor, el sabor, la luz, e incluso en el tacto de la ropa. Si crees que tu hijo es NAS, lo primero que debes hacer es cerciorarte de ello a través de un test. Preferentemente acudiendo a expertos donde puedan explicaros la mejor manera de llevar esta forma de personalidad.
En España existe una asociación de carácter nacional, Asociación de Profesionales y Psicólogos de Alta Sensibilidad de España, donde es posible informarse sobre lo que quiere decir ser una persona PAS, hacer un test para comprobarlo y encontrar la ayuda necesaria. Desde esta asociación abordan este rasgo de la personalidad buscando la integración y la normalización de estos niños desde el entorno tanto familiar como social y escolar.
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