A la nieve más seguros

¿Es usted uno de los cinco millones de esquiadores que el año pasado disfrutaron de la nieve en alguna de las 38 estaciones de esquí que tenemos en España? ¿Está pensando en mejorar su seguridad? ¿Ha planeado comprar un casco y no sabe cómo elegirlo? Aquí le damos algunos consejos sobre lo último del mercado.

En plena temporada de esquí, aunque lastrada por las escasas precipitaciones de nieve caídas, más de 2 millones de españoles (un 6% de la población) se preparan para acudir a alguna de las estaciones habilitadas en España para la práctica de este deporte. Quizá es el momento para recordar que el esquí se considera una actividad peligrosa, que comporta un riesgo en sí mismo que el esquiador debe asumir y que, según un estudio de la Universidad de Austria, el traumatismo craneal es la principal causa de muerte en las pistas nevadas.

Aunque el uso del casco no es obligatorio entre los adultos en España, cada año aumenta el número de esquiadores que deciden, de forma voluntaria, hacer uso de un elemento clave que puede salvar vidas. ATUDEM (Asociación turística de estaciones de esquí y montaña) considera muy recomendable utilizarlo teniendo en cuenta que una quinta parte de las lesiones de esquí se producen en la cabeza y, en el 99% de los casos, el uso del casco disminuye las consecuencias de algún tipo de lesión en esa zona.

Ante este panorama, el casco se ha convertido, más allá de un complemento, en una parte fundamental del equipo del esquiador y las empresas se han lanzado al mercado posicionando su uso como un eje estratégico en la oferta. El equilibrio entre seguridad, confort y diseño es el objetivo, pero siempre marcado por la necesidad de reducir la aceleración de la cabeza durante un impacto.

Cuatro reglas básicas que deberíamos tener en cuenta a la hora de comprar un casco de esquí:

1. AJUSTE. El casco debe ajustar perfectamente a las medidas del esquiador para evitar moverse en caso de accidente y obtener una perfecta estabilidad.
2. COMODIDAD. Para no comprimir el rostro y permitir una audición lo más clara posible.
3. VENTILACIÓN. Con aireaciones frontales o laterales que permitan la transpirabilidad.
4. LIGEREZA. Que evite la fatiga de los músculos del cuello y el  movimiento de la cabeza.

La marca francesa Cébé presenta el Contest Visor Pro, una nueva colección con colores vivos para romper la serenidad del invierno. Muy ligero (apenas 390 gramos), transpirable y con la tecnología Inmold que mejora la confortabilidad. A un precio de 89,99 euros, se vende con visera integrada y orejeras extraíbles.

Frente a la oferta de Cébé, su gran competidor Bollé presenta un casco con tecnología Bluetooth, que permite hablar por teléfono y escuchar música mientras esquías y sin necesidad de quitarse los guantes. El casco posee una cubierta híbrida y un extractor por el que sale el aire caliente y húmedo que desprende la cabeza (cuesta entre 94,99 y 179,99 euros). Dispone de forro interior asociado a un sistema de talla regulable que permite adaptar la talla del casco a la cabeza, para un confort absoluto.

Una tercera oferta en el sector es la que presenta la marca Salomon con el Venom Mint Matt. Un casco abierto, con sonido de alta calidad, forro convertible de una pieza y desmontable, cascos de música integrados y ultra-ligero. Cuesta 159 euros.

Una pieza, el casco, indispensable ya para una práctica segura y confortable del esquí, que incorpora los diseños más vanguardistas y atrevidos, aunque, como suele ocurrir, nada como una conducta razonable a la hora de practicar nuestra auténtica pasión.