¿Te atreves con la moda de las zapatillas usadas?

Primero fueron los ripped jeans, que se pusieron de moda a finales de los 90; luego las camisetas deshilachadas, las cazadoras raídas… y ahora, las zapatillas viejas invaden el mercado como must have de la temporada. ¿Qué pasa cuando una zapatilla de deporte no es solo una zapatilla de deporte? Con esta idea, la compañía italiana Golden Goose, especializada en el diseño y producción de zapatillas usadas y la exclusiva tienda de lujo neoyorquina Barneys, se han lanzado a tumba abierta al gusto por lo nostálgico, la moda vintage en el difícil mundo de la deportiva, como clara alternativa de consumo a lo cotidiano.

El valor del tiempo convertido en tendencia en el terreno de la moda; algo opuesto, con acento bohemio y en la idea de que la moda es un concepto muy amplio y que a veces actúa como una reacción a tendencias pasadas en un sector de la sociedad que lleva la originalidad y la rebeldía en el ADN. Zapatillas viejas, sucias y deterioradas se han convertido en lo más cool del momento, en un homenaje al estilo de la cultura skater, con una visión retro del negocio, que hace parecer nuevo lo viejo y moderno lo usado.

Influenciado por la tendencia del poder de fascinación de lo antiguo, que hasta ahora era propiedad de coleccionistas, asistimos a una reinvención de lo fashion. La moda vintage empieza a ser entendida como un símbolo de exclusividad y estilo. Los jóvenes ven la ropa usada como una novedad, pero también lo viejo les genera autenticidad y, esa idea de proyectarse sobre tendencias arriesgadas, es lo que lleva al éxito.

Entre 600 y 1.700 dólares es el precio por el que ustedes podrán comprar las Distressed Superstar que Golden Goose ha puesto en el mercado como ejemplo de ese boom de la zapatilla desgastada, vieja y aparentemente sucia. Con una estrella a cada lado, con la parte superior de cuero y suela plástica y que adquiridas en la lujosa tienda Barneys NY les pondrá en el mismo plano que Justin Bieber, Jude Law o Miranda Kerr. Un calzado exclusivo, fabricado a mano por la empresa veneciana y con el que deberán convencer a sus amigos de que la arruga es bella y que lo desgastado imprime carácter.

Frente a estas nuevas tendencias que irrumpen en el mercado con la idea de proyectarse a un público joven, con aire wannabe y con gusto por lo nostálgico: ¿Cómo han reaccionado las grandes multinacionales que lideran el sector? Dejándose llevar por la corriente vintage y el poder de fascinación de lo atrevido.

Adidas ha decidido viajar en el tiempo actualizando la versión clásica de las emblemáticas Gazelle, unas zapatillas que se hicieron famosas hace 50 años y que la marca alemana ha querido desempolvar para competir en el nuevo escenario de lo antiguo. Esta zapatilla es una reedición de la mítica sneaker, fabricada en piel, con detalles del mismo tono, forro de material sintético y suela de goma.

No le ha ido a la zaga en este intento desesperado por explorar viejos estilos, a la compañía americana Nike que, como Adidas, puso a funcionar la máquina del tiempo para actualizar las famosas Nike Cortez, la primera gran obra de Bill Bowerman. 44 años después de ser diseñadas como icono por su amortiguación, impermeabilidad y ligereza, han recuperado su protagonismo en este nuevo y sorprendente reto fashion. Con suela exterior de goma y diseño en forma de espiga, ofrece un look atemporal.

La moda se ha apropiado de lo vintage. Vestir lo antiguo, lo viejo o lo arrugado, ha pasado de estar mal visto a ser símbolo de estilo y exclusividad. De los pantalones rotos, las camisas deshilachadas a las zapatillas desgastadas ya son tendencia en nuestros días. Lo más in está en lo usado, lo más divertido en lo viejo, aunque como alguien dijo una vez, la moda es un paradójico fenómeno social donde el éxito anuncia ya su caída y la consagración, sus funerales.