Granada, capital mundial de la poesía
El empresario y poeta Alejandro Guillermo Roemmers ha presentado en Granada su nuevo libro 'Sonetos escogidos por sus amigos' de Editorial Renacimiento.
Granada, una de las villas más hermosas del mundo, es también capital de la poesía, porque tal y como afirma una antología de Esdrújula Ediciones, ‘Todo es Poesía en Granada’. La ciudad de Federico García Lorca, Ángel González, Luis Rosales o García Montero, bajo cuyo cedro, San Juan de la Cruz escribió su cántico espiritual, culmen del misticismo. En la ciudad de La Alhambra, joya y poema de la arquitectura, acaba de celebrarse el Festival Internacional de Poesía, uno de los acontecimientos literarios más importantes del mundo.
Más de diez mil personas acuden cada año a la capital mundial de la poesía para escuchar recitales y compartir momentos con sus poetas de referencia. Coincidiendo con este acontecimiento mundial, el empresario y poeta Alejandro Guillermo Roemmers ha presentado su nuevo libro ‘Sonetos escogidos por sus amigos’ de Editorial Renacimiento. Una recopilación de poemas que sus más allegados han seleccionado, muchos de ellos inéditos y no publicados hasta ahora, y con prólogo de D. Luis María Ansón.
Fueron también sus amigos los maestros de una ceremonia que reunió a más de 200 personas en El Carmen de los Chapiteles. A los pies de la Alhambra, el recital de amistad comenzaba con las palabras de Dña. Marie-Christine del Castillo Valero, traductora, amiga y editora de Roemmers. La melódica voz de D. Roberto Alifano, Premio Pablo Neruda y candidato al Cervantes, daba las primeras pautas de lo que fue una tarde inolvidable: la poesía que no se recuerda es mala poesía. Los sonetos son la forma más maravillosa de la poesía, composición poética preferida por Dante para dedicar a su amada en la Vita Nuova.
Los primeros sonetos escritos en español se los debemos a Góngora y Quevedo, y desde ellos todos los grandes poetas se han expresado a través de sonetos; y puso el ejemplo de su amigo Borges y de Luis García Montero. Alifano habló también de Gil de Biedma y Lope de Vega, de quien dijo haber escrito los sonetos más suaves para compararlos con los de Roemmers «por el amor entrañable que desprenden”. Su intervención fue una hermosísima recopilación de poetas y poemas, de sonetos y sonetistas, “la tarea del poeta es encantar las palabras” decía Roberto Alifano, quizá sin saber que sus palabras siempre están encantadas.
El profesor de literatura Hispano-Americana, D. Ángel Esteban, tomaba la palabra para transportarnos hasta los endecasílabos de García Márquez, una forma magistral que tenía para mantener el ritmo perfecto durante toda la obra. «La literatura une vida con arte», decía alabando el legado literario de Alejandro Roemmers y su énfasis en difundir la poesía. El profesor Esteban recordó algunos de los títulos más famosos de Roemmers, como ‘Soñadores, soñad’, ‘España en mí’ o ‘Más allá’. Palabras especiales para ‘El Regreso del Joven Príncipe’, un libro de auto descubrimiento, espiritualidad y esperanza, que acaba de ser relanzado en Madrid para celebrar su millón y medio de ejemplares vendidos en todo el mundo y su traducción a 30 idiomas. Un libro que Alejandro escribió durante unos días de absoluta reclusión para dar sentido a su propia experiencia vital. Ángel Esteban se despidió con un recuerdo a Rubén Darío, padre de los poetas del siglo XX.
Fue el académico D. Luis María Ansón, divertido continuador de una tarde que se hacía corta: “El soneto de amor es la esencia de la literatura española”. Y con memoria prodigiosa recitó a Quevedo en su “amor constante más allá de la muerte” y a Federico García Lorca, en su ‘Soneto de la Guirnalda de las Rosas’. Cual clase magistral comparaba la literatura occidental, donde el amor continúa después de la muerte, con la poesía oriental donde el amor se hace constante antes de la vida. Para demostrarlo, nada como recitar uno de sus poemas favoritos, el ‘Drama de Cui Ping Sing’. Reconozco que esa parte que dice “con nuestra sangre bordaremos hijos” es sublime, se la había escuchado a Anson hace tiempo, y me gustó recordarla. Él terminó aplaudiendo el acto por ser reflejo de amistad y solidaridad, ya que toda la recaudación de los libros vendidos fue para la Fundación Banco de Alimentos.
La presentación de ‘Sonetos escogidos por sus Amigos’ culminó con el recital del propio autor, quien con poética redundancia, escogió a su vez sonetos para su lectura. Cada soneto de Roemmers fue aplaudido por los asistentes. Tras la presentación se sirvió un cóctel en Los Chapiteles, mientras el autor dedicaba libros sin tregua. La luz de La Alhambra dejaba claro que todas las noches son mágicas en Granada, capital mundial de la poesía.