El futuro pueblo vertical de París

El arquitecto Sou Fujimoto ha diseñado para la Ciudad de la Luz un espectacular edificio donde primarán la luz, la eficiencia y la comodidad.

La palabra innovación no siempre va de la mano del tan famoso de I+D+i. De hecho, se puede decir que algo innovador no tiene por qué lograrse invirtiendo malsanas cantidades de dinero. A veces, es tan sencillo como lanzar un concurso de arquitectura y esperar los resultados. Así lo han hecho las empresas La Compagnie de Phalsbourg y REI Habitat, que van a construir en París uno de los complejos de viviendas más llamativos e innovadores: El Pueblo Vertical.

El proyecto se ha elaborado para el oeste de París, en Seine-Saint-Denis

El diseño, del vanguardista arquitecto Sou Fujimoto (al que ya conocen los lectores más habituales), en compañía de Nicolas Laisné Y Dimitri Roussel, antiguos socios en el estudio de arquitectura Laisné Roussel, fue el ganador de un concurso para ubicar una nueva torre en Rosny-sous-Bois, una población de 45.000 habitantes al oeste de París, en Seine-Saint-Denis, desde donde se puede llegar en treinta minutos a la Torre Eiffel, al Museo Louvre o al Centro Pompidou.

El diseño es del vanguardista arquitecto Sou Fujimoto

El maravilloso complejo de usos múltiples ocupará una superficie de 28.300 metros cuadrados, dentro de los cuales se destinarán a viviendas 17.000, siendo al menos 5.000 para viviendas sociales, unos 5.300 metros cuadrados para uso de oficinas y pequeños comercios y, la bomba: 6.000 metros cuadrados para usos comunes, distribuidos entre la planta baja y la azotea.

El interior de los apartamentos es muy luminoso

The Vertical Village, su nombre original, será una estructura de madera y metal de 120 metros de largo y se convertirá en la nueva puerta de esta zona de la ciudad. La idea es convertir este edificio en un punto de atracción de la metrópolis, complementando los servicios circundantes (tiene muy cerca el centro comercial Rosny 2), y dando un nuevo impulso dinámico a los habitantes del lugar.

Aunque no se han definido las partidas económicas para la ejecución del proyecto, se prevé que éste empiece antes de junio del año 2020, para terminar en septiembre de 2023. El alcalde, Claude Capillon, asegura que “es un proyecto audaz, innovador y ecológico” y, sobre el famoso arquitecto japonés Sou Fujimoto, dice (alegremente) que “es uno de los mejores arquitectos del mundo. Es un gran orgullo haberlo traído a Rosny-sous-Bois, donde nunca había puesto un pie” (cosas de políticos).

Posee multitud de zonas comunes para servicios

El complejo se dividirá en dos edificios, alcanzando el más alto los 50 metros gracias a sus 17 plantas. En la zona inferior, dos plantas de aparcamientos bajo rasante, en sus plantas bajas, multitud de zonas verdes y espacios abiertos, las oficinas ocuparán las primeras cuatro plantas de la torre mayor, además, existirá un bar-restaurante en la azotea. A todo esto lo acompañarán zonas de comidas, una guardería, centros comunitarios, zonas de juegos y, por supuesto, un centro deportivo con un espectacular rocódromo, fútbol sala, pádel y gimnasio (120 metros de largo dan para mucho).

Se puede realizar escalada en su interior

Fujimoto no se esconde nunca, y el diseño lleva, eminentemente, su visión del Mundo. Un Mundo poblado por columnas blancas de escaso porte, que sostienen doseles orientados de diferente forma, con mucho cristal, intentando que la construcción parezca lo menos pesada posible (¿lo consigue?). Es evidente, también, que trata de introducir las mayores conexiones naturales posibles, creando multitud de balcones donde albergar zonas verdes.

También tiene instalaciones deportivas

Mirando el diseño, se puede pensar que todo es un poco “alocado” y falto de criterio, nada más lejos de la realidad, la presencia de los balcones y pérgolas desalineadas producen multitud de sombras, al mismo tiempo que sirven para devolver luz a la superficie, así se mejora el rendimiento térmico de la fachada, favoreciendo la introducción de la luz, pero no del calor (¡Bravo!). Sirven, estos elementos, para proteger a los usuarios del viento, además, las distintas barras horizontales y verticales, son, en ocasiones, tuberías de conducción de aguas pluviales o sucias.

Se ha escogido una flora peculiar para las terrazas

Los residentes de los 150 apartamentos que se ejecutarán, tendrán que aprender algo de botánica, dado que uno de los intervinientes en el proyecto, el estudio paisajístico Atelier Georges, ha puesto todo su buen hacer a funcionar. De esta forma, han elegido la flora (que no fauna) según la orientación de las fachadas: abedules blancos, hiedras, lúpulos o eurfobias cipreses al oeste (hacia la Avenida del General de Gaulle), en clara contraposición con el este, donde habrá cornejos, madreselvas brácteas, o peonías de China.

Un espacio singular para un edificio peculiar

Como en toda obra de envergadura que se precie, los diseñadores han tenido ayuda de varios profesionales de distintas ramas, en este han colaborado Elioth Structure, Apave, Casso & Associés, Ascaudit o los especialistas en acústica Méta Acoustique. El proyecto se enmarca dentro de la nueva forma de hacer arquitectura, interrelacionando espacios residenciales de lujo, con viviendas sociales, ocio con cultura deportiva, bienestar con zonas de oficinas o comerciales, espacios para el aprendizaje y la innovación con el fomento de zonas verdes (existen áreas de coworking y agricultura urbana).

Imágenes cortesía de © Sou Fujimoto, Nicolas Laisné, and Dimitri Roussel

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