Una casa cueva de lujo, luminosa y con vistas al mar, lo último de Airbnb en Granada
El Airbnb ha llegado para quedarse y tenemos un variopinto abanico de residencias de vacaciones, como esta maravillosa casa cueva en Granada.
La importancia de un fenómeno arquitectónico o estilo transciende los límites del tiempo y el espacio, y convierte una particular forma de interpretar la construcción, en un hecho atemporal utilizado por una cantidad ingente de personas. En otras palabras, lo que gusta se repite hasta el infinito y más allá. No hay duda alguna y en España tenemos el ejemplo de un genio arquitectónico sin par: Gaudí.
Tal es el poder e influencia de su estilo, que lo estudian y practican diseñadores y arquitectos de todo el orbe. Aunque es especialmente satisfactorio cuando esto se hace en nuestro país y lo podemos disfrutar en formas tan variopintas como las que os enseñamos hoy: La casa del acantilado en Salobreña, Granada.
Una casa cueva que puedes alquilar para tus vacaciones
Este edificio fue diseñado por el estudio de arquitectura Gil Bartolomé, quienes se apoyaron en el ingeniero Manuel Rojas para ejecutar esta maravilla arquitectónica, con vistas al mar, piscina, luz y muchísima personalidad. Una casa llena de detalles que cualquiera puede disfrutar alquilándola en Airbnb por unos días.
Volviendo al edificio, lo primero que llama la atención es su cubierta metálica. Ésta continúa la faz de la ladera, dotando a la casa de una personalidad distinta, pero encajable. Las tejas de zinc que ocupan la superficie de la cubierta se fabricaron artesanalmente, encajándolas sobre rastreles fijados mecánicamente. Estas tejas o escamas provienen del reciclaje de bobinas de zinc.
Una proeza arquitectónica
Y es que la artesanía se ha utilizado mucho en esta construcción, suplementando los elementos industrializados con los artísticos. De hecho, los arquitectos han buscado sinergias con los profesionales involucrados en la construcción con una meta clara: reivindicar las herramientas manuales frente a las industriales. Es decir, poner en evidencia que la automatización de procesos en la arquitectura sea el mejor camino.
Sin duda, la casa del acantilado representa un ambicioso reto, muy bien armado y con buena terminación. Un ejemplo es la envolvente metálica de bajo precio y elevada durabilidad que encontramos sobre una cubierta con un novedoso sistema de encofrado metálico, proporcionado por la empresa Elesdopa, que facilitó la visible ondulación del techo, que cubre la práctica totalidad de la fachada.
Cuenta con amplias terrazas y hasta una piscina
La vivienda posee dos plantas. Un voladizo en planta baja sirve como terraza y piscina, aunque éste no es el único, dado que en la planta primera también aparece otro para terrazas. La fachada-cubierta se apoya en dos muros de carga exteriores, dejando un ancho libre de cargas donde transitar. Ahí encontramos los tres dormitorios, baños y la gran sala con cocina y espacios de ocio comunes.
La gran sala con cocina, bautizada como teatro doméstico, posee una superficie de 150 metros cuadrados y puede albergar hasta 70 personas. Arriba, los dormitorios dan a la fachada, y tienen unas vistas increíbles, terrazas y ventanas tipo buhardilla donde disfrutar de un café mañanero.
La casa cueva mantiene una temperatura de 20 grados constantes
El tener el edificio embebido por terreno natural en todos sus laterales sirve como eficiente protección térmica, manteniendo 20 grados de temperatura constante. Una temperatura que han garantizado dejando un espacio libre de 40 centímetros entre los muros de carga y las paredes naturales, regulando la calidad del aire del edificio y alejando la humedad del inmueble.
La cubierta-fachada, que posee un ángulo de 42 grados de inclinación, se ejecuta en losa de hormigón doble, con un aislamiento de 40 centímetros en su interior, lo cual provee de mayor aislamiento al interior. Tal es ese aislamiento, que los técnicos aseguran que la casa no utiliza ningún tipo de calefacción para calentar o enfriar el interior.
La cubierta de la casa cueva recuerda a los dragones de Gaudí
Otras empresas que colaboraron con esta maravillosa vivienda fueron ElZinc, Asturiana de Laminados S.A., la fabricante de muebles S’Decor y la Cerrajería Salinero S.L., que colaboró en la cubierta. Como contrata principal, la empresa Hispánica de Morteros, y en la parte técnica, Juan Diego Guarderas como arquitecto técnico y Beatriz Moreno como jefa de proyecto.
Este edificio fue incluso catapultado a la fama por la BBC, que lo incluyó en uno de sus reportajes como una de las viviendas más extraordinarias del mundo. Aunque si nos fijamos en la piel metálica, la cuestión va más allá. Nos recuerda los dragones de Gaudí y nos enseña que todo puede pasar en la arquitectura, incluso que las montañas se cubran de escamas de metal.
*Fotografías de Jesús Granada.