El frenazo de la relojería de lujo lastra las cuentas de Richemont
La dueña de Cartier registra una caída de ventas interanual del 17 % en sus casas de alta relojería.
La crisis del lujo en China no se limita solo a la moda. También las grandes casas relojeras están sintiendo las consecuencias del descenso de ventas en el gigante asiático. En algunos casos de una forma muy acusada. El ejemplo de ello son las cuentas que ha presentado Richemont, propietaria de firmas como Cartier, IWC Schaffhausen, Jaeger-LeCoultre o Vacheron Constantin.
Según ha desvelado, la compañía ha registrado una disminución de las ventas de sus casas de relojería de un 17 % a tipos de cambio reales. Caen hasta los 1.700 millones de euros durante su primer semestre fiscal, finalizado el pasado 30 de septiembre.
Las marcas de joyería de Richemont compensan el descenso en relojería
De hecho, en su junta de accionistas ya se puso sobre la mesa el hecho de que mercado mundial de relojes está experimentando una desaceleración, particularmente en China. Situación que está afectando a todas las marcas de relojería a nivel mundial, por lo que subrayan la «necesidad de disciplina y cautela con respecto a la sobreproducción».
En el otro extremo se sitúa la joyería, que se mantiene resiliente en medio de un contexto económico internacional complicado. Con un crecimiento global de las ventas del 2 % (+4 % a tipos de cambio constantes), las casas de joyería de Richemont, como Buccellati, Cartier y Van Cleef & Arpels, siguen mostrando fortaleza y ganando cuota de mercado. Obtienen un resultado operativo de 2.300 millones de euros, lo que permite compensar, en parte, la caída de la venta de relojes.
Así, el grupo ha cosechado unas ventas en su primer semestre de 10.077 millones de euros, apuntándose así un ligero descenso del 1 %, pese a que han crecido en todas las regiones, excepto Asia Pacífico. Además, la firma ha destacado el crecimiento de dos dígitos en América, y refuerza la posición de Estados Unidos como mayor mercado de la casa, pese a que Asia es el primer mercado del grupo por volumen de negocio.
Unas cifras que no son suficientes para seguir sumando ganancias, pues el beneficio operativo se situó en 2.200 millones de euros, un 12 % menos a tipos de cambio constantes (-17 % a tipos de cambio reales), lo que refleja el enorme impacto de la caída de las ventas de relojería.