Al empezar un año nuevo, la mayoría hacemos listas de propósitos. Listas interminables y plagadas de grandes deseos, muchos con la consciencia de que serán inalcanzables pero que nos llenan el vaso de la buena esperanza para los primeros meses. Debo confesar que uno de mis rituales cada 365 días es leer detenidamente el significado numerológico del año entrante. No entiendo demasiado de numerología, pero es una costumbre afianzada en mi.
Aunque reconozco que esta vez he sentido la tentación de romperla, después de un tiempo dudoso, lo leí: 2021 –»Es un año 5 ¡Implica grandes cambios!»- es lo primero que leo y no sufro reacción alguna, más bien pienso que el 2020 se le adelantó porque no creo que éste ofrezca mayores cambios que los sufridos por la pandemia de la Covid-19. Después de la breve reflexión desconfiada, vuelvo a interesarme por la numerología anual –»Un tiempo para querer iniciarlo todo. Deseos de libertad»- De nuevo me detengo decidida a dejar de leer.
Me parece suficiente que definan así el año «Deseoso de libertad». Todo lo demás que me puedan contar me sobra. De inmediato coloco en el top de la lista de propósitos 2021: recuperar la libertad perdida. Cruzo los dedos y miro al infinito mirando en los míos; en los que me han faltado y los abrazos y besos a resguardo de todo. Cierro la lista y por primera vez la dejo incompleta. Puede que sea un modo de dejar que el año pase libre por nuestras vidas, aunque sucedan cosas en los primeros días tan impensables como ‘el asalto al Capitolio’ en Estados Unidos y, por primera vez, el presidente saliente confesando su disconformidad con los resultados electorales y de abandonar el despacho Oval.
Reflexiono de nuevo sobre esa libertad prometida del año: si eso significa un -me paso por paso por el forro todo…- no me convence y me aterra en cierta manera. De los números paso a las subscripciones de cada principio de año. Es lo siguiente que hago tras la numerología y la lista de propósitos. Con la era tecnológica nos hemos vuelto unos Hommo Suscriptor. ¿A cuántas cosas no estamos suscritos? Incluso para los megas de nuestra nube que archiva nuestros datos. Pelis, música, libros, audiolibros, periódicos, revistas y toda una variedad de aplicaciones que es, a mi parecer, una auténtica perdición y tentación.
Suelo apuntarme, como si fuera la carta TEC de los Reyes Magos, las aplicaciones o suscripciones que deseo tener en el nuevo año. Cumplo un año más y he decidido suscribirme a una FIT (para seguir manteniendo la forma), añadir otro periódico (deformación profesional) y el gran descubrimiento: un suscripción para vinos y experimentar durante un año de la experiencia de conocer y probar nuevos vinos. Salir de la rutina de elegir los mismos y explorar fronteras. Mis Reyes TEC se han portado, mis propósitos listos y este 2021 abierto a ofrecernos esa libertad con todos los riesgos que conllevan sus propias letras. ¡Feliz 2021!
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