La carta de Einstein que desembocó en la bomba atómica alcanza un precio récord
La misiva remitida por el científico al presidente de EEUU, Franklin D. Roosevelt y había permanecido en manos de Paul G. Allen, cofundador de Microsoft.
Nunca una carta escrita por Albert Einstein ha alcanzado un precio tan alto en una subasta realizada por Christie´s. La importancia histórica de la misiva que remitió el Premio Nobel al presidente de Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, ha hecho que finalmente se vendiera por 3.922.000 dólares (3,56 millones de euros).
En ella, el científico avisaba al líder estadounidense de la posibilidad de que los nazis estuvieran desarrollando una bomba atómica. Esto dio lugar a una carrera armamentística cuyo resultado es de sobra conocido. Hiroshima y Nagasaki fueron arrasadas el 6 y el 9 de agosto de 1945.
Paul G. Allen, cofundador de Microsoft, era el propietario de esta carta de Einstein
Pero para llegar a este terrible desenlace hay que retrotraerse hasta agosto de 1939, cuando Albert Einstein dirigió esta carta a Franklin D. Roosevelt. En ella reclamaba su atención sobre las investigaciones realizadas por los científicos Enrico Fermi y Leó Szilárd, mediante las cuales el uranio podría convertirse en una nueva e importante fuente de energía.
“La carta más influyente escrita en el siglo XX”, según la definió la casa de subastas, avisaba a Roosevelt de la posibilidad, más que cercana, de que nos nazis utilizaran esta energía para crear un arma devastadora. Szilard, un antiguo alumno de Einstein, había concebido y patentado la idea de la reacción nuclear en cadena y Einstein comprendió la amenaza que suponía en un contexto militar.
Dada la amenaza de este desarrollo, Einstein instó al gobierno de los Estados Unidos a iniciar su propia investigación sobre la fisión nuclear. Algo que desembocaría después en el denominado Proyecto Manhattan, que bajo el mando del físico estadounidense Robert Oppenheimer desarrolló las potentes bombas atómicas.
No obstante, y una vez que se conocieron los resultados, Einstein, abiertamente pacifista, se arrepintió de haberla enviado. Lo consideró “el gran error” de su vida, por las terribles consecuencias que tuvo. La misiva subastada por Christie´s formaba parte del enorme patrimonio del difunto Paul G. Allen, filántropo y cofundador de Microsoft.
La subasta contenía numerosos objetos históricos
Un volumen de objetos que recaudó más de 10 millones de dólares en su primera sesión. Destacó también un menú de almuerzo del Titanic, que se vendió por 340.200 dólares, más de diez veces su estimación más baja. Estableció un precio récord para cualquier menú vendido jamás en una subasta.
En el caso de la carta de Einstein, también se ha batido un récord que hasta ahora ostentaba la llamada ‘Carta de Dios’ y estaba fijado en 2,8 millones. Esta misiva del físico al filósofo judío alemán Eric Gutkind, fechada en 1954, mostraba las opiniones del científico acerca de la religión.
En ella, expresaba con rotundidad que “la palabra Dios no es para mí más que la expresión y el producto de la debilidad humana“ y calificaba a la religión judía de “encarnación supersticiosa“ como lo son todas las religiones y la Biblia “una colección de leyendas venerables pero bastante primitivas”.