Dos palabras han dado la vuelta al mundo. Literalmente. “Misma pasión”. Dos palabras que definen lo que una jugadora profesional de primer nivel, como es la portera del Real Madrid, María Isabel Rodríguez, sintió al ver cómo sus compañeros de trabajo iban ganando al Liverpool y quiso homenajear a uno de ellos, Marco Asensio, al marcar un gol.
Dos palabras que han ofendido a unos personajes miserables que, por un momento, hicieron que dudara. Que sintiera que había hecho algo malo, que pensara que tenía que esconderse por defender lo que ama. Que llegara a pensar incluso que tenía que silenciar su voz. Una vez más, hombres (que no son profesionales) diciéndole a una mujer (que sí lo es), lo que debe decir, cuándo y cómo. Añadiéndole además esa relación sexual asquerosa que va asociada al insulto y la descalificación.
Nada más lejos de la realidad. Dos palabras que lo han cambiado todo esta semana, y tal vez para mucho más tiempo, gracias a que su compañero dijo en voz alta, “Que nada ni nadie te impida decir lo que piensas”. Y compartió el mensaje que Misa borró. Dos imágenes. Dos palabras. Un mensaje que ha llegado a todos los clubes de España, de todos los deportes, a la FIFA, al Consejo Superior de Deportes, al Barça, a Boca Juniors, al Eintracht de Frankfurt, al Leganés, al Valencia Basket, al Elche, al Toledo, al Cádiz, al Tottenham inglés, al Valencia, al Albacete Balompié, al Sporting, al Huesca, Las Palmas, Everton, Osasuna, Badajoz, Villarreal, Tigres, Sevilla, Real Sociedad, Oviedo, Deportivo, PSV holandés, Granada, al Atlético de Madrid, al Comité Olímpico Español o la Federación de Balonmano.
Un hecho sin precedentes que llegó de un momento que nadie desearía pasar en redes sociales, pero que han convertido el mensaje de Misa en la mejor campaña de publicidad que el deporte femenino podía tener.
Pero, ¿cómo este hecho se hace tan destacado? ¿Por qué? Hablamos con la periodista de AS Amalia Fra, quién se dio cuenta rápidamente de la noticia que tenía delante. “Estaba trabajando y me enteré de la noticia por Twitter, lo bueno que tiene es la inmediatez para enterarte de todo, y fue a raíz de usuarios que siguen el fútbol femenino, que siguen a las jugadoras, porque ella el tuit lo puso por la noche, y de repente desapareció. Pero algunos hicieron capturas, y se pudo ver los comentarios que le habían hecho a la jugadora. A partir de ahí había que denunciarlo”, nos cuenta.
“Las redes sociales son buenas para muchas cosas, pero malas para otras. Comentarios que son muy comunes en el fútbol femenino porque, a día de hoy, pese a los éxitos de la Liga Iberdrola, las semifinales de Champions del Barça, el equipo del Real Madrid que está creando mucha expectación… A pesar de todo, hay mucha gente reacia, y que siguen diciendo que no saben jugar. Y las acaban denominando “macho pirolo” a las que juegan… eso no es así. Sólo hay que verlas, están muy preparadas psicológicamente, físicamente, y pueden ganar a cualquier equipo masculino”, comenta Amalia Fra.
“Es una reacción que me salió, hay que denunciar estos comentarios. Eran muy hirientes, muy vejatorios, y ojalá a esos que pusieron los comentarios se les pusiera la cara colorada estos días al ver la reacción en la sociedad, la reacción que hubo de sus ídolos, que seguro son seguidores del Real Madrid, o de Marcelo, o de Asensio, y que ojalá se les caiga la cara de vergüenza. Y me parece un hecho muy valiente lo que hicieron, hasta la FIFA, que sacó un mensaje de apoyo a Misa, la Selección… que dieron la cara por esa jugadora que, en lugar de denunciarlo, lo borró para no sentirse atacada porque los comentarios si no hubieran seguido. Y me parece un hecho muy valiente que muchos jugadores, equipos, salieran por fin a dar la cara, porque estos hechos en el fútbol femenino siguen pasando”, afirma la periodista.
“Fue además algo que no fue forzado, algo que a Granero le salió, a Marcelo, estoy segura que el Real Madrid no les llamó, estoy segura que dieron este paso adelante para apoyarla. A ver si con estas denuncias se acaban estos hechos. Aunque estoy segura que no van a cesar, porque en Twitter eres anónimo, el insulto es gratis y es muy fácil. Van a seguir así durante mucho tiempo, no sólo con ellas, pasa con las periodistas, con los jugadores, con los rivales… Hay que luchar por denunciar estas cosas, para eso tenemos un medio de comunicación”, dice Amalia Fra.
“Salieron los que quisieron a defender a Misa, los que se enteraron. No ha habido comunicado del Real Madrid, y hay que darles un aplauso a ellos que cada vez reconocen más la labor que tienen sus compañeras de equipo. Los jugadores saben la importancia que tienen, que son profesionales como ellos, y chapeu lo que hicieron”.
“Tuvo más repercusión por el hecho de ser del Real Madrid, por supuesto, aunque creo que hubiera sido igual si le toca a una jugadora del Barcelona, o del Atlético de Madrid o de la Real Sociedad, Valencia… Pero creo que si le pasa a una jugadora del Granadilla, del Logroñés, sí hubiera habido noticia, pero la repercusión no hubiera sido la misma, ni el movimiento mediático. Pasó, y pasó, todo llega”.
No es una frase más, es el título del libro de la periodista Danae Bonorat, quien analiza la evolución precisamente del fútbol femenino en nuestro país, y que no puede ser más necesario leerlo como ahora mismo, un libro de verdades incómodas que no es ficción. Y, para muestra, lo que ha sucedido estos días. “Creo que lo sucedió evidencia que todavía muchos aficionados al fútbol no están preparados, no están dispuestos que una jugadora de fútbol se sitúe en el mismo plano, en la misma altura, que un jugador del Real Madrid, que es lo que se atrevió a hacer Misa. Muchos aficionados no quieren aceptar ese atrevimiento, que se presente como alguien igual a su homólogo masculino”.
“Es muy importante el gesto de Marco Asensio. Pero estaría bien que no fuera sólo en situaciones como esta. Sería fundamental que los futbolistas las apoyen públicamente, por eso estoy muy contenta porque en el libro Iker Casillas, Antoine Griezmann, Borja Iglesias, Andrés Iniesta, por primera vez las defienden, y hacen autocrítica. Espero que marque un antes y un después, y que muchos más jugadores se impliquen y entiendan que cualquier gesto suyo da la vuelta al mundo, y cualquier gesto de situar a sus compañeras al mismo nivel que ellos, es muy relevante, y puede ser trascendental, para que los clubes, aficionados, medios, las valoren y las vean del mismo modo que a ellos. El gesto de Misa hizo que se unieran clubes en todo el mundo, y esa es la importancia, que un pequeño gesto tiene tanto poder, que tienen que ser conscientes de eso”.
“Es muy triste que Misa tuviera que retirar el tuit. Pero la entiendo, hay muchos hombres que le están diciendo que no debería haber retirado el tuit, es muy fácil decirlo siendo un hombre. Pero entiendo perfectamente que Misa no soportara las vejaciones, las humillaciones, las faltas de respeto que tenía que leer. La entiendo, apoyo 100 % a Misa”.
“Más jugadores tienen que atreverse a hacer eso, presentarse al mismo nivel, estaba súper bien escogida la imagen y el lema. Si ellas tienen esa valentía, con el apoyo de ellos, esos que le faltaran el respeto, cada vez se atreverán menos, se escondan, y que ese machismo que les impulsa a decir cualquier barbaridad, se haga pequeño, que puedan seguir siendo machistas, pero no se atrevan a demostrarlo en público”.
Marta Fernández, ex jugadora de baloncesto, internacional, quien ha recorrido Europa con los mejores clubes, y ha militado también en la liga profesional norteamericana WNBA, en el equipo de Los Angeles Sparks, fue de las primeras en dar su apoyo público en redes. “Es una pena que sigamos viendo este tipo de reacciones, que parece que vivan en una época de hace 30 años, donde no se daba la importancia que tenía la mujer deportista. Ahora mismo, afortunadamente, da igual el género, los valores del deporte de sacrificio, pasión, esfuerzo, se puedan trasladar y poner cuando tú quieras. Misa lo que hizo fue mostrar su pasión y tuvo que borrar por todos los insultos que recibió. Me dio mucha tristeza porque hemos avanzado mucho, y algunos viven en el pasado”, nos cuenta Fernández.
“Me quedo con la parte buena, la del mundo del deporte en general, que demuestra que el deporte femenino está calando hondo. Estamos avanzando por suerte hacia una sociedad que se da el valor a la mujer deportista; no dudé en ponerlo rápidamente, y vi después cómo mucha gente se unía a esta bonita iniciativa”.
Cuando uno lee el odio y desprecio de esos mensajes, de lo que tuvo que leer la portera, se le revuelven las tripas. ¿Qué ocurre para tener ese nivel de bajeza mental? Hablamos con el antropólogo Juan Francisco Sanjuán Gallego, quien nos da el contexto: “tiene que ver mucho este tema con las conflictividades relacionadas con las redes, las identidades, donde se vuelcan una serie de bandas que se articulan en torno a discursos previos, no hay nada inventado, nos sumamos, las redes sociales son otra dimensión más del debate social”, nos cuenta.
“El deporte es una esfera de lo social y no es posible separarla de lo político, porque no somos capaces de separar nada de la política, es el orden de las cosas, es nuestra manera de entenderlo todo, lo que aglutina la cosmovisión. El deporte es un fenómeno más, y como tal, tiene los rasgos sociales que tiene esa sociedad”.
“Durante décadas la incorrección política la representaba el progresismo, no era conservadora, era algo que quería romper moldes, romper con las sociedades de sus padres, desde los hippies, nuestra adolescencia… Pero, de un tiempo a esta parte, en las ideologías dominantes de los estados más importantes de nuestro entorno, ha calado ya por fin el respeto a las minorías, el respeto a los derechos de la mujer, y lleva a que las mismas instituciones que no hacían caso se den la vuelta y se conviertan en abanderados de una nueva manera de entender las relaciones sociales, derechos de la mujer, colectivo LGTBI”.
“Ese cambio lo que produce es que el hombre blanco enfadado, el garante del género, la clase, ahora se siente capacitado para romper el discurso dominante, porque se ve fuera, y se apropia para sí de la incorrección política. Es lo que pasa en las redes, la confrontación más militante que hay en redes viene de este sector más conservador y más reacio a los cambios. Son conservadores, reaccionarios a los cambios y a las nuevas maneras de entender la familia, el trabajo, la maternidad… todo lo que implica la ampliación de derechos. En redes es todo muy fácil, la gente tiene que soltar su idea de cómo funcionan las cosas, que es contrario a lo que ve en televisión, y lo sienten además como un peligro para sus propios privilegios”.
“¿Por qué ha pasado lo que pasa? Porque precisamente ese colectivo de hombres enfadados, tan activos en redes, tan orgullosos de sus incorrección política, donde parece que prima ver quién es más bestia, parece que da puntos romper la idea dominante de los progresistas. Y llega al fútbol porque el fútbol masculino ha sido reducto del conservadurismo y de algunas conductas más propias de las masculinidades tóxicas de toda la vida, el alcoholismo, la violencia… cosas que antes nos podían hacer gracia pero que a medida que pasa el tiempo envejecen un poco mal. Ya no hace tanta gracia ser un hooligan, aunque para los adolescentes sigan siendo modelos de conducta”.
“Y respecto al fútbol femenino, si eres una persona conservadora en contra de los roles de género, de eso que se pretende imponer según la derecha, si eso incluye sobrepasar lo que tú consideras tus derechos religiosos, lo que es la familia según tú, lo que eres tú, lo que crees, tus derechos identitarios, la cuestión del fútbol femenino es otro escenario donde remarcar y relanzar esos discursos, porque lo que buscan es más y más representatividad, y como no la tienen en los medios, en las redes, sin ese intermediario, tienen acceso directo a poder decir lo que les dé la gana. Se sienten amenazados en el hecho de que el fútbol deja de ser una cuestión solo masculina, un reducto donde ser hombres y machos y tener ese ideal masculino que acaba siendo tóxico y acaba perpetuando relaciones de género desiguales”.
“La polarización de toda la sociedad llega a absurdos como es el caso de esta chica, ¿cómo se puede ofender alguien con esto? Porque lo ha puesto una chica, porque ha pretendido ponerse al mismo nivel que un hombre, y eso el hombre blanco enfadado de las redes lo penaliza, lo que se llama la cultura de la cancelación, cancelan su cuenta, su tuit, porque se ha atrevido a compararse con un hombre, y se lanza una campaña de cosificación. Los tuits de respuesta no tienen nada que ver con lo que ella ha dicho, es otra cosa absolutamente diferente”, finaliza.
El psicólogo Richard Martínez aporta un punto más, “las mujeres siempre han tenido que demostrar mayor esfuerzo en todos los campo para ser reconocidas. No sólo tienen que hacerlo bien, sino que tienen que ganar muchas veces para que se las reconozca en su deporte, como Conchita Martínez, Arancha Sánchez Vicario, Carolina Marín, Blanca Fernández Ochoa… son reconocidas pero como de segunda categoría. En Roland Garros, la final femenina es el sábado, día que se trabaja, y el domingo es la masculina, donde todo el mundo libra, por ejemplo”, recordándonos la importancia que tenemos los medios de comunicación en el apoyo al deporte femenino.
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