La normalidad y la pasión llenan las gradas de Wimbledon, la NBA y la Eurocopa
La Eurocopa 2020, Wimbledon y la final de la NBA han arrastrado, después de muchos meses, a masas de aficionados a sus gradas. Algo que por desgracia no pasará en los próximos Juegos de Tokio.
Este mes de julio ha arrancado con una serie de eventos deportivos de altísimo nivel. Éstos no solo han hecho las delicias de millones de aficionados que se han congregado cerca del televisor, sino que han traído, por primera vez desde el inicio de la pandemia a una gran cantidad de público a las gradas. Un gran contraste con lo que va a suceder en los juegos Olímpicos de Tokio a los que según se ha informado recientemente, no asistirá público. En un principio las restricciones iban a afectar solo a los visitantes extranjeros. Sin embargo, las autoridades del país, en el que la tasa de vacunación es muy baja, acaban de anunciar que no habrá público.
Una vibrante Eurocopa
La Eurocopa 2020, campeonato continental de selecciones de fútbol, se había retrasado un año por la pandemia y su diseño presentaba ya de por sí la novedad de que se iba a celebrar en diversos países europeos. Ha sido un éxito tanto por el nivel de juego desplegado, como por parte del numeroso congregado público, sobre todo en aquellos estadios en los que se ha permitido el aforo masivo como fue el caso de Budapest o Copenhague.
La semifinales, con presencia española, y la final se disputaron en el londinense estadio de Wembley con prácticamente el aforo completo. Curiosamente, ninguno de los semifinalistas (Italia, Inglaterra, Dinamarca y España) lo fue en la anterior edición del torneo. La Selección Española ha realizado un gran papel en el campeonato y, aunque no ha habido unanimidad acerca de la calidad del juego, ni del nivel obtenido, lo que es indudable es que hemos llegado a semifinales luchando hasta el último segundo por una plaza en la final contra un potente equipo italiano.
España ha quedado por delante de potencias como Portugal (el anterior campeón de la Eurocopa), Alemania o Francia, actual campeón del Mundo. Por ello ha sido muy loable la actuación tanto del entrenador Luis Enrique, como de los jugadores elegidos por él mismo. Un bloque que derrochó entrega y compañerismo. Un colectivo joven y con un futuro brillante.
La final se disputó entre Inglaterra e Italia en Wembley con mayoritaria presencia de aficionados ingleses dadas las restricciones que impuso el gobierno de dicho el Reino Unido a la entrada de visitantes extranjeros. El triunfo recayó en Italia, en una final que no defraudó, con un gol inglés en el minuto 2 del encuentro, reacción italiana y un victoria en los penaltis, como sucedió frente a España con Donnarumma, el portero italiano, de héroe.
Djokovic domina Wimbledon
También en Londres ha tenido lugar un increíble torneo de Wimbledon. En él se ha impuesto el serbio Novak Djokovic al italiano Matteo Berrettini, con gran presencia de público en las gradas. Los espectadores tenían que estar vacunados para poder asistir y se pudo ver una amplia grada sin apenas mascarillas.
Al igual que pasó en la Eurocopa, se vieron muchas caras nuevas entre los cuatro semifinalistas, pues salvo Djokovic el resto era el jugadores nuevos con respecto al último año. Llamó la atención la eliminación de Roger Federer por parte del polaco Hurkazs que luego fue derrotado por el italiano Berrettini en semifinales. En la otra semifinal el canadiense de origen ucraniano, Shapovalov, dio mucho trabajo a Djokovic, que presentó una solidez en su juego y un estado físico muy por encima de todos sus rivales.
La actuación española fue muy discreta. En primer lugar por la ausencia de nuestra figura mundial, Rafa Nadal. Por otro lado, Roberto Bautista que había llegado a semifinales en la última edición, se quedó en octavos de final. Lo mismo le pasó a Paula Badosa en el cuadro femenino, una tenista que tiene un tremendo potencial. Marcel Granollers, por su parte, alcanzó junto al argentino Ceballos la final de dobles, aunque no la pudieron ganar. En la final femenina, la australiana y número uno del mundo, Ashleigh Barty, se impuso a checa E.Plishkova. Nuestra Garbiñe Muguruza, que consiguió el título en 2017, fue eliminada en la tercera ronda del torneo.
La final de la NBA, fuera de la burbuja
Hace poco menos de un año se celebraba la final de la NBA en la llamada burbuja de Orlando. Un evento sin público muy bien organizado con máximas medidas de seguridad contra el covid-19. Este año el público ha vuelto a las últimas eliminatorias del campeonato norteamericano que ha enfrentado en su final a los Suns de Phoenix frente a los Bucks de Milwaukee, una final inédita.
Los Suns disputaron alguna final previamente, sin conseguir el título, mientras que los Bucks ganaron un único título, pero hace ya más de 50 años. La ventaja de campo es para los Phoenix Suns que se han llevado los dos primeros partidos en Phoenix. Es un equipo que cuenta con una combinación de veteranía en el caso del base Chris Paul con jóvenes muy prometedores tanto como DeAndre Ayton o Kevin Booker. Éste de hecho estará en Tokio con el Equipo Olímpico de EEUU.
Los Bucks lograron ganar su primer partido en casa y poner la eliminatoria 2-1 (gana el título quien consiga 4 victorias) con 41 puntos de Giannis Antetokoumbo, que fue el mejor de la liga el pasado año. En esta final de la NBA estamos viendo ya no solo asistencia masiva a los campos de juego sino grandes aglomeraciones con pantallas gigantes y zonas fan en los alrededores de los estadios; algo que no parece sea lo más adecuado dada la evolución de la pandemia.
Según el semanario The Economist hay últimamente en Inglaterra un 30% más de contagiados hombres que mujeres y esta publicación lo atribuye precisamente a la asistencia mayoritarariamente masculina a los campos de fútbol.
Robots en las gradas de Tokio
Esta actitud altamente permisiva de las autoridades anglosajonas contrasta con las enormes precauciones de las autoridades japonesas. Estas han preferido prescindir del público, lo que hace que sean unos juegos Olímpicos indudablemente más tristes. No obstante, seguro que tendrán el interés y la emoción de toda competición de semejante nivel que seguirán cientos de millones de televidentes. A todos ellos nos vendrán los malos recuerdos de meses y meses de estadios vacíos. Por mucho que pongan en las gradas robots, aunque estos sean cuasihumanos, de última generación.